Brian de Palma pasará a la historia como un cineasta de raro sentido visual, pero sobre todo como un admirador y constante homenajeador del cine de Alfred Hitchcock. De entre todas sus películas, Vestida para matar es, con toda probabilidad, la más evidente en ese continuo tributo al genio de Con la muerte en los talones, Los pájaros y El hombre que sabía demasiado.
Una mujer asiste semanalmente a la consulta de un psiquiatra; un día tiene una aventura amorosa extraconyugal; pero a la salida alguien la espera con una sorpresa muy desagradable…
De Palma tomó con notable soltura (algunos dirían desparpajo, e incluso desvergüenza…) temas y situaciones de varios filmes de Hitchcock, Psicosis y Vértigo fundamentalmente, para crear un pastiche, que, sin embargo, tiene entidad propia y alcanza en algunas escenas (el primer asesinato, la persecución amorosa por el museo) una altura notabilísima, puro virtuosismo cinematográfico.
Angie Dickinson protagoniza la primera parte, en una espléndida madurez, y Michael Caine está perfecto en su complejo papel.
(10-09-2008)
105'