Enrique Colmena

Ayer sábado día 21 de Enero se celebró en Sevilla, en el Palacio de Congresos y Exposiciones, la trigésimo quinta edición de los Premios ASECÁN del Cine Andaluz, otorgados por la Asociación de Escritores y Escritoras de Cine de Andalucía (ASECÁN), en el transcurso de una cena a la que asistieron diversas personalidades del mundo de la cultura andaluza, así como el alcalde de Sevilla. La gala, presentada como ya es tradición desde hace muchos años por los periodistas Rafa Pontes y Marta Jiménez, ha sido la segunda que ha tenido lugar después de la creación de los Premios Carmen de la Academia de Cine de Andalucía, tras lo que ASECÁN, con buen criterio, ha optado por reformular el formato de sus galardones, siendo evidente que no se puede competir con el importante apoyo institucional de la nueva (y, desde luego, tan bienvenida) entidad que engloba a los profesionales del cine andaluz. El formato de la entrega de los premios, en el transcurso de una cena, que recuerda (y no es casualidad, por supuesto: en su momento varios miembros apuntamos que sería una variante a tener en cuenta) el de los Globos de Oro, como se sabe la antesala de los Oscars, nos parece plausible.

Con bastantes menos premios, lógicamente, que en la época anterior a los Carmen, los ASECÁN entendemos han encontrado su sitio tras la llegada de los nuevos y pujantes galardones, en un contexto distinto pero ciertamente apreciable.

Como era de esperar, Modelo 77, la nueva película del sevillano Alberto Rodríguez, ha arrasado en la ceremonia, acaparando cuatro premios ASECÁN, además los más importantes en términos objetivos: Película, Dirección, Guion (Alberto Rodríguez y Rafael Cobos) e Interpretación Masculina (para el malagueño Miguel Herrán). Con ello se confirma la preeminencia de este cineasta sevillano, que empezó dentro del proyecto Cinexin y que, algunas décadas después, está sin dudas en la cima del cine español. Con ello entendemos que también se apuesta por el modelo de Modelo 77, si vale la (re)buscada redundancia: buen cine comercial con vocación de llegar a todo el mercado nacional e incluso al internacional (en este sentido, nos parece que hubiera sido una mejor candidata para optar a los Oscars que Alcarràs, tan buena como demasiado localista), pero también cine con poso, con mensaje, como se decía antiguamente, que no desdeña hablar de injusticias históricas de las que se pueden extraer sabrosas lecturas; por supuesto, cine vibrante, ameno, de perfecto ritmo narrativo. Ese, parecen decir los miembros de ASECÁN con sus premios, es el camino, es el modelo que podrían transitar con éxito las producciones andaluzas.

Poco ha quedado para el resto de candidatas, es lo cierto: A las mujeres de España. María Lejárraga, el estupendo documental de Laura Hojman, se ha llevado con todo merecimiento dos galardones, los correspondientes a Mejor Película de No Ficción, así como a la Mejor Música Original para el compositor sevillano Pablo Cervantes, que con este galardón acumula ya nueve premios ASECÁN. La maniobra de la tortuga, el thriller gaditano del cineasta jerezano Juan Miguel del Castillo, obtuvo el Premio a la Mejor Interpretación Femenina para la jiennense Natalia de Molina, con lo que la joven actriz ya acumula cuatro galardones de la Asociación. En cuanto al Premio a la Mejor Dirección Novel, ha correspondido a Bernabé Bulnes por su largometraje La sal de la vida. El Mejor Cortometraje fue para La vida entre dos noches, del sevillano Antonio Cuesta, y el de Otros Formatos para la segunda temporada de la serie documental It's Flamenco.

La ceremonia estuvo lógicamente atravesada por el dolor del reciente fallecimiento de Juan Antonio Bermúdez, poeta, escritor, periodista, gestor cultural y, entre otras muchas actividades, miembro de la directiva de ASECÁN durante muchos años, al que se le tributó un sentido homenaje. Merecidísimamente, su familia recibió el Premio de Honor, y su nombre formará parte desde ahora de la denominación de dos de los galardones tradicionales de la Asociación, el de Mejor Labor Informativa, que correspondió este año a la revista digital Cine con Ñ, y el de Mejor Labor de Difusión del Cine en Andalucía, que fue para la Escuela de Cine y Artes Escénicas de Sevilla. En cuanto al Premio al Mejor Libro de Cine, se otorgó al volumen Friedrich Wilhem Murnau, editado por Cátedra, del que es autor el cordobés Manuel Lamarca, que consigue con este su segundo galardón de ASECÁN, tras su exhaustivo libro sobre Jerry Lewis, premiado en 2017.

Antonio P. Pérez, el productor de la seminal Solas (de la que se celebra este año el 25 aniversario de su producción), film que en buena medida dio lugar al actual “boom” del cine andaluz, fue también galardonado con un Premio de Honor, no solo por esa gran película, sino por una feraz trayectoria como productor que abarca casi cuatro décadas.

ASECÁN ha cumplido en septiembre del año pasado, 2022, la friolera de cuarenta años de existencia. La llegada de la Academia de Cine de Andalucía y sus premios Carmen, evidentemente, hace que la Asociación se reformule, y entendemos que el camino seguido es el correcto. Ojalá que esta Asociación, en cuya fundación algo tuvimos que ver, tenga, todavía, muchos, muchos años por delante: otra cosa, por supuesto, no sería una buena noticia ni para el cine andaluz, ni tampoco para la cultura andaluza en general.

Ilustración: Foto familia de los galardonados en los 35 Premios ASECÁN del Cine Andaluz (foto: Lolo Vasco).