Enrique Colmena

El pasado miércoles, día 29 de marzo, tuvo lugar en el Teatro Alameda de Sevilla un sentido homenaje a la figura de Juan Antonio Bermúdez, en el transcurso de un acto bajo los auspicios del Ayuntamiento de Sevilla (a través del Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla-ICAS), el Festival de Cine Europeo de Sevilla (SEFF) y la Asociación de Escritores Cinematográficos de Andalucía (ASECAN).

Bermúdez, periodista, poeta, cinéfilo, crítico de cine, animador cultural, programador de la Sección Panorama de Cine Andaluz del mentado SEFF, entre otras muchas actividades, falleció el 14 de noviembre de 2022. Aquel mazazo, que a los que lo apreciábamos (que éramos, y somos, legión) tanto nos dolió, daría lugar a una amplia muestra de pesar en los medios informativos sevillanos y andaluces, pero también en los extremeños, de donde era natural (Jerez de los Caballeros) Juan Antonio. En Criticalia también nos hicimos sentido eco en nuestra elegía en forma de artículo titulado Juan Antonio Bermúdez: sit tibi terra levis.


Ahora aquellos organismos que tuvieron la suerte de disfrutar de la sabiduría y la bondad de JAB (el cariñoso acrónimo con el que me gustaba llamarlo), como el Ayuntamiento, el SEFF y ASECAN, le han tributado un homenaje que, ciertamente, se puede decir sin faltar a la verdad que ha sido clamoroso por muchos motivos; quizá el más llamativo, por la notable asistencia de personas que acudieron a rendir su último homenaje a Juan Antonio: sin cifras exactas, de las que carecemos, el aforo del patio de butacas del Teatro Alameda (tan querido por Bermúdez, al celebrarse allí las sesiones del Panorama de Cine Andaluz que él coordinaba y presentaba) aparecía prácticamente lleno, por lo que estamos hablando de en torno a 250 personas que concurrieron al evento, un miércoles a las ocho de la tarde/noche sevillana, con un calor en el exterior que ciertamente invitaba al paseo más que a estar en un local cerrado. Entre tan concurrida asistencia había gente conocida del cine andaluz, en muy diversas facetas, desde la directora Pilar Távora y los directores Nonio Parejo y Ángel Tirado a la actriz Mercedes Hoyos y el actor Ken Appledorn, desde el actual director del SEFF, José Luis Cienfuegos, al creador del mismo, Manolo Grosso, pasando por el director del Alcances-Festival de Cine Documental de Cádiz, Javier Miranda, la directora de la Andalucía Film Commission, Piluca Querol, el guionista Rafael Cobos, el dramaturgo y guionista Borja de Diego, el periodista y guionista Miguel Ángel Parra, el empresario cinematográfico Rogelio Delgado, y el expresidente de ASECAN Javier Paisano, entre otras personalidades del mundo de la cultura andaluza. También estuvieron presentes Carmen, la madre de Juan Antonio, y otros familiares y amigos de su natal Jerez de los Caballeros.

El acto, sencillo y sin grandilocuencias, resultó ameno a la par que sentido. Pudimos, como decimos en el titulo de esta endecha, llorar a Juan Antonio, pero sobre todo celebrarlo, vivirlo, sentirlo tan cerca. Se sucedieron las palabras de afecto, de recuerdo, como también las anécdotas, en la emocionada voz de compañeros que declamaron, a veces con un nudo en la garganta, algunos de los bellísimos poemas de JAB; así, hablaron, entre otros, los periodistas y poetas Braulio Ortíz Poole y Carmen Camacho, los también poetas David Eloy Rodríguez y José María Gómez Valero, cómplices en la Compañía de Poesía La Palabra Itinerante, el catedrático Miguel Ángel Vázquez Medel, que dirigió en su momento el curso de doctorado de JAB, el productor Gervasio Iglesias, y la presidenta de ASECAN, Lourdes Palacios. Aida Vilches nos puso el sentimiento a flor de piel con su preciosa voz interpretando dos canciones en directo, una de ellas del por Juan Antonio tan amado Franco Battiato.

Dos montajes videográficos, el primero realizado por la cineasta Remedios Malvárez con imágenes características de JAB, y el segundo de la directora Mercedes Cantero, con escenas de un puñado de películas que figuraban entre las favoritas de Bermúdez (desde El Evangelio según San Mateo, de Pasolini, a Cold War, de Pawlikowski, desde Mi tío, de Tati a El globo rojo, de Lamorisse, de M, el vampiro de Düsseldorf, de Lang, a Muerte entre las flores, de los Coen, entre otras), pusieron el adecuado y necesario complemento audiovisual en un acto en el que se lloraba, pero sobre todo, se celebraba, a uno de los nuestros, a un hombre de cine.

El alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, buen también conocedor de JAB a través de su relación en el ICAS y el SEFF, cerró el homenaje con unas emotivas palabras. Tras su intervención, se pidió un aplauso para Juan Antonio Bermúdez, que fue atronador, larguísimo, tan emocionante... Nunca ese Teatro Alameda, en el que Juan Antonio tanto tiempo pasó, y tan a gusto, había sido testigo de una ovación semejante, con todo el público puesto en pie y los ojos húmedos en tantos de los asistentes.

Descansa en paz, querido amigo. Como decía uno de los presentadores del acto, seguro que estarías diciendo, “pa qué os metéis en tanto...”. Pues porque te lo mereces, Juan Antonio, porque te lo mereces, absolutamente...

Ilustración: Juan Antonio Bermúdez, retratado por Curro Medina.