Enrique Colmena

Lamentablemente más popular por sus apariciones en la prensa del corazón que por su carrera cinematográfica, Penélope Cruz continúa su penosa filmografía en Hollywood, en la que no hay mínimamente un título que salvar. Empezó mal, con una olvidable "Pasiones rotas", allá por 1997, para continuar peor con "Woman on top"; y lo cierto es que ha dispuesto de buenos directores, como John Madden (el autor de la multioscarizada "Shakespeare enamorado"), que la dirigió en la espantosa "La mandolina del capitán Corelli", e incluso notables, como Stephen Frears, para quien hizo la pésima "Hi-Lo Country", o Billy Bob Thornton, para quien rodaría la infumable "Todos los caballos bellos", de título español tan cacofónico como falta de química había con su pareja Matt Damon; eso por no hablar del estupendo director de "Beatiful Girl", Ted Demme (prematuramente fallecido), para quien hizo la infame "Blow". Sin embargo, su carrera en España es relevante: para Bigas Luna hizo "Jamón, jamón", su descubrimiento; para Almodóvar papeles pequeños pero intensos en "Carne trémula" y "Todo sobre mi madre"; a Amenábar le regaló el personaje femenino principal de "Abre los ojos"; para Fernando Trueba ha interpretado personajes inolvidables en "Belle epoque" y "La niña de tus ojos". Pero la ruptura sentimental de Cruz (Penélope) con Cruise (Tom) no debe suponer signo alguno de que su desnortamiento a la hora de elegir papeles en Hollywood vaya a cambiar, porque cuando su vida se cruzó con la del ex marido de Nicole Kidman (a raíz del rodaje de "Vanilla Sky" -otro petardo--, la versión USA del filme de Amenábar), la filmografía norteamericana de esta madrileña de casi treinta años era ya un desastre. Así que no nos hagamos ilusiones...