De los debuts como director de la última época en el cine español, pocos tan estimulantes como este de Daniel Sánchez Arévalo (por cierto, hijo del famoso dibujante José Ramón Sánchez), quien, después de una larga carrera como guionista televisivo para series de éxito como Farmacia de guardia y Hospital Central, afrontó su primer filme de largometraje con este Azuloscurocasinegro, un drama a ratos entreverado de comedia, cuya máxima virtud (y no es baladí) es la de hablar de gente de aquí y ahora, en la España de principios del siglo XXI, sin los habituales onanismos mentales tan típicos de los cineastas españoles hodiernos.
Por el contrario, Sánchez Arévalo nos presenta personajes cotidianos: el protagonista, un chico que ha sucedido a su padre (al que cuida tras sufrir este un infarto cerebral) en la portería de una comunidad; su medio novia, una chica del vecindario de la que está secretamente (o no tan secretamente) enamorado; el hermano del protagonista, en presidio por su mala cabeza, el típico tarambana que hace mierda de su vida nada más estrenarla; la novia de este, deseosa de quedarse embarazada en prisión para poder huir del grupo de presas que la acosa; el amigo del protagonista, su amigo del alma, que se debate en la duda sobre su posible homosexualidad y la incidencia que sobre ello ha podido tener su padre.
Un grupo humano alejado de los frikis habituales del cine español, gente más o menos normal que intenta vivir, a veces sobrevivir. Gente que, como el protagonista, intenta ser decente, y lo que le cuesta. Gente que intenta escapar de su sino, sea este la eterna portería, la cárcel como casa, la marginalidad como destino, la sexualidad ambigua como identidad.
Opera prima que no lo parece, de tan buena puesta en escena como ofrece, la primera película de Sánchez Arévalo es una bocanada de aire fresco en el viciado cine español, encerrado con el único juguete de sus paranoias y sus fobias y filias.
Azuloscurocasinegro, finalmente, presenta una situación de falso final feliz: supuestamente todos alcanzan lo que quieren, aunque muchos de ellos, realmente, no se han movido de donde estaban, o se han movido para terminar estando donde siempre.
Notable trabajo del protagonista, Quim Gutiérrez, nuevo en pantalla grande aunque en su Cataluña natal contaba ya con una larga trayectoria en televisión. Pero el que está soberbio es Antonio de la Torre, justo Goya al Mejor Actor de Reparto, en un trabajo espléndido, donde tan fácil hubiera sido optar por la senda tremendista (el bronco presidiario y sus explosiones de violencia), pero que aquí consigue una muy matizada actuación; como por lo demás es habitual en él, dicho sea de paso…
Azuloscurocasinegro -
by Enrique Colmena,
Feb 28, 2011
3 /
5 stars
Gente de aquí
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