Pelicula:

CINE EN SALAS

Prosigue Disney en su más bien insensata tarea de rehacer sus clásicos ahora en “live action”, con actores y actrices de carne y hueso, aunque por supuesto echando mano, si se tercia (que siempre se tercia...), de la imagen digital... Le ha tocado el turno al que quizá se podía reputar como el clásico que no debía “remakearse” (perdón por el palabro...), aquel Blancanieves y los siete enanitos de 1937 que fue el comienzo de todo; bueno, Walt Disney llevaba haciendo animación en cine desde hacía casi dos décadas, pero aquel film fue su puesta de largo, su primer largometraje, además filmado en color, técnica que por aquel entonces era infrecuente, y menos todavía en animación. Aquel clásico, que ha sido visto desde entonces por varias generaciones, merecía quizá el respeto de mantenerse intocado, pero ya se sabe que los actuales prebostes de Disney, como tenemos dicho con cierta sorna (y no poca pena...), tienen una calculadora donde el resto de los mortales suele tener el corazón...

Pero en el pecado llevan la penitencia, porque este envite, rehacer con técnicas del siglo XXI aquel mítico clásico del tiempo de Maricastaña, se está pegando un costalazo considerable: el presupuesto de la película se ha cifrado en 270 millones de dólares, más unos 90 millones en publicidad en todo el mundo; sin embargo, el primer fin de semana de exhibición, tanto en los cines USA-Canadá (que funcionan como una unidad de mercado) como en el resto del planeta, se ha saldado con una recaudación total de 88 millones... mucho habrá de mejorar para que la peli resulte rentable, si tenemos en cuenta que, como es sabido, para que un film empiece a dar beneficios para los productores tiene que recaudar al menos tres veces su presupuesto (fuente de todas las cifras: The-numbers.com). Pero es que tampoco la crítica le ha recibido demasiado bien: en Rotten Tomatoes, el mayor agregador de reseñas del mundo, aparece con un 42% de críticas positivas, es decir, con más desfavorables que favorables. Pero la puntilla se la han dado los usuarios de la IMDb, quienes con sus votos (y han sido hasta ahora más de 120.000...) la han calificado con un 1,7... ¡sobre 10!, una de las calificaciones más bajas de los cientos de miles de películas que contiene esta popular página.

Ciertamente, nos parece que tan mala no es... aunque tampoco sea para tirar cohetes (ni siquiera alguna bengalita...). La película se inicia en el idílico país donde viven los padres de Blancanieves, los reyes de un reino que vive en paz y armonía con sus monarcas; la reina queda embarazada y tiene a una niña a la que por su blancura llaman Blancanieves. Todos son felices (pero sin comer perdices...), hasta que la madre enferma y muere; tiempo después aparece una bellísima mujer, que resulta ducha en las artes mágicas, y enamora al rey. Tiempo después el rey desaparece, al parecer por las malas artes de la nueva reina, que da entonces la cara de su maldad; envanecida de su belleza, pregunta continuamente a su espejito mágico quien es la más bella del reino, contestándole siempre que ella, hasta que Blancanieves alcanza la mayoría de edad (bueno, debe querer decir que se convierte en mujer, ya me entienden...) y entonces el espejo le dice que la chica es la más bella. Furiosa, la reina envía a la muchacha con un cazador al que le ordena que la mate. Pero el cazador se apiada de ella y la deja escapar. La chica llega hasta una cabaña donde se queda dormida, siendo despertada por siete enanitos mineros...

Curiosamente la primera parte de este “reboot” es bastante más cercana a la historia que se nos cuenta en el clásico de 1937, para después, a partir del encuentro de Blancanieves con los siete enanitos, tomarse más libertades, buscando actualizar la historia, que obviamente, en el caso de ese clásico, tiene poco que ver con la sociedad actual. Así, lo primero que se hace es convertirla en un musical, con un buen puñado de canciones que se añaden a las dos o tres que sonaban en el original. Lo cierto es que las canciones nuevas son bonitas, y resulta agradable escuchar las antiguas adecuadamente modernizadas, pero sin pasarse...

Pero habrá más novedades; como el cupo monárquico ya está cubierto con la propia Blancanieves, más la siniestra madrastra, reina tras la desaparición del legítimo rey por su artimañas, al príncipe lo convierten aquí en un plebeyo; mono, eso sí, que para protas feos ya estaba el ogro de Shrek... eso sí, aquí también despiertan a Blancanieves de su sueño mortal (una especie de estado catatónico, inducido por el veneno de la aviesa bruja, convertida para la ocasión en desvalida y más o menos entrañable viejecita...) con un beso, obviamente no consentido (la bella está durmiendo la mona, recordemos...), que no sé si será objeto de controversia entre sectores muy cafeteros e hiperventilados...

No se quedan ahí las novedades: aquí el protagonismo en la rebelión contra la mala será la propia Blancanieves, buscando con ello entroncar con las nuevas heroínas de los últimos tiempos de Disney (Mulan, la Sirenita, Frozen, Brave...), e incluso cuando se presenta en palacio para reclamar el trono (con más moral que el Alcoyano...), Blancanieves lleva sobre su habitual atuendo (en estas series, ¿no sé cambian nunca de ropa, por muchos días que pasen...?) una capa y capucha encendidamente roja, ese color que habitualmente se asocia a la revolución, incluso a la Revolución... Pero, y aquí hay un guiño interesante, el fin de la bruja no llegará por el valor de la bella doncella, sino por los soldados a cuyos corazones apela la joven para que se rebelen contra la villana; es decir, será el pueblo en armas el que derrocará a la felona para entronizar a la legítima heredera...

En fin, varios cambios que han buscado actualizar la película clásica, lo que nos parece bien; lo que ya no está tan bien es que el film sea tan mortecino, más bien aburrido, con tendencia a la gazmoñería (las escenas con los enanitos pueden causar más de un coma diabético... ¡cuánto azúcar!), y con una narración bastante mediocre. Es verdad que, con las canciones, y teniendo en cuenta que todo el mundo se conoce la historia al dedillo, la peli se sobrelleva razonablemente, pero poco más. Y es que, finalizada la película, no se nos va de la cabeza la impresión de que estamos ante un producto prefabricado que busca gustar a todos y no molestar a nadie...

Marc Webb, el director, antiguo experto en grabar videoclips musicales (los ha hecho para muchos cantantes tan populares como Anastacia, Maroon 5 o Miley Cyrus), ahora reciclado en realizador cinematográfico y televisivo, nos parece un cineasta más bien adocenado, escasamente personal. Quizá ese haya sido también el fallo de la Casa del Ratón: para acometer este (por lo demás innecesario...) “remake” debería haberse elegido a alguien con un mínimo de personalidad, lo que no es el caso de Webb.

Los actores y actrices... bueno, correctos... Rachel Zegler hace una Blancanieves más o menos moderna, aunque tampoco es como para comérsela... Andrew Burnap queda resultón como el plebeyo que sustituye al aristocrático príncipe de hace casi 90 años, y Gal Gadot, como la reina bruja, sí nos parece que da en la tecla, con una mala re-mala a la antigua usanza, no como las de ahora, que son todas “malas-porque-el-mundo-me-hizo-así” (qué aburrimiento...).


(27-03-2025)


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109'

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Blancanieves (2025) - by , Mar 27, 2025
2 / 5 stars
Un "remake" innecesario