CRITICALIA CLÁSICOS
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Se empieza a ver esta película, agradecido ya de antemano -por apenas rozar los 90 minutos de metraje, no como ahora-, y cuando uno se da cuenta ha pasado ya media hora de visionado y no hemos contemplado todavía ni una sola escena en interiores. Por el contrario sí hemos visto unos paisajes donde las blancas montañas en el horizonte, ríos tumultuosos, paredes altas y rocosas (con peligrosos desprendimientos), la frondosidad y verdor de espacios boscosos... otorgan a la cinta una belleza indudable, con ese toque colorista e irrepetible del Technicolor de los años cincuenta, tan vistoso en cintas aventureras, en westerns, o en gestas medievales. Sólo en el tramo final dejamos de ver el cielo en algunas escenas, no ya en casas, refugios, en ranchos o fuertes, tan solo en cuevas o recovecos formados por rocas -esta vez protectoras- para los protagonistas.
Titulada como "El precio de un hombre" en varios países sudamericanos y en España -caprichosamente- como Colorado Jim, la originalmente apodada "The naked spur" (La espuela desnuda) forma parte de un ciclo de cinco films (no pretendidamente buscado como tal) dirigidos -en la década de los cincuenta- todos ellos por Anthony Mann y protagonizados por James Stewart, situándose nuestra cinta justo en mitad del recorrido. El realizador ya tenía otros westerns en su haber, incluso ya en 1950 filmó La puerta del diablo, un honesto alegato antirracista que se desmarcaba con su fotografía en blanco y negro, y en su protagonista, un Robert Taylor en un improbable papel de indio.
Pronto llamó la atención de críticos y cinéfilos este quinteto, formado por Winchester 73, Horizontes lejanos, y (tras nuestra cinta de hoy) Tierras lejanas y El hombre de Laramie. En todos ellos el binomio Mann / Stewart forjaba un individuo distinto pero común en su forma de ser y su comportamiento, y también con sus memorables y bellos espacios abiertos, o en sus escasos personajes en todos los títulos. A este respecto, Anthony Mann, hombre sencillo y modesto, señalaba y respetaba al maestro John Ford, pero no entendía su asiduidad en los rodajes en el famoso Monument Valley, tan seco, tan árido. Incluso en unas declaraciones a Cahiers du Cinema (cuyos exagerados críticos lo habían encumbrado ya junto a los grandes maestros del género) Mann decía que en un western, "más importante que los diálogos son los paisajes que estamos viendo los espectadores".
En nuestro film el protagonista es Howard Kemp, arruinado en la Guerra de Secesión y que se propone conseguir el rescate de 5.000 dólares que ofrecen por la captura de un atracador de bancos, Ben Vandergroat (Robert Ryan), y asesino de un sheriff, al que acompaña la hija de su compinche, Lina (una juvenil Janet Leigh), y un soldado expulsado del ejército (Ralph Meeker). Previamente ya hemos conocido a Jesse (Millard Mitchell) como buscador de oro -con su burro- y que se une al grupo para intentar coger algo del rescate. Y ya tenemos a los cinco únicos personajes en escena.
Con algunas escaramuzas, con un ataque inesperado de un grupo de indios -que son masacrados sin ningún remordimiento-, Kemp logra prender al huido, y salvar de su mala influencia a la muchacha. No olvidemos, siempre sin dejar de ver esos cielos azules, esas montañas, esos bosques... que probablemente son lo más importante para el director. Un final amargo (muerte incluida) cierra una cinta, con su protagonista ambiguo, honesto, siempre dubitativo y encarnado con sinceridad por un actor tan prolijo y flexible como James Stewart (al que se le cuentan en más de ochenta sus trabajos) que lo mismo vemos en un superclásico Historias de Filadelfia, que en un símbolo navideño, Qué bello es vivir, que en melodramas biográficos como Música y lágrimas (sobre Glenn Miller, y dirigido también por Anthony Mann...), que en varias cintas de Alfred Hitchcock (incluyendo Vértigo, nada menos...), o en El hombre que mató a Liberty Valance, acaso la obra cumbre de John Ford.
Y para honrar el laconismo y sencillez del propio film, y nuestra loa a la brevedad de los metrajes, cerramos esta crónica de un film y una época que nunca volverán a verse en las películas de hoy en día...
(16-03-2025)
91'