Pelicula:

Miguel Ángel Rivas ejerció fundamentalmente como ayudante de dirección, aunque en tres ocasiones fue él quien se puso al frente de un rodaje como director de otros tantos largometrajes, si bien hay que decir que ninguno de ellos fue precisamente una maravilla. El primero fue este, Borrasca, una película de corte histórico ambientado en los años treinta, en un pueblecito catalán, con los sucesos de la revuelta de Jaca al fondo; en ese contexto, un joven maestro y su novia sufren una brutal agresión, con violación de ella, a causa de su ideología contraria a los mandatarios del pueblo. Esta alegórica “borrasca”, hábilmente utilizada por personas ajenas, traerá vientos de cambio a la aldea...

En aquellos primeros años de democracia, en el segundo lustro de la década de los setenta, se dio mucho este tipo de cine que buscaba hacer su particular visión de la reciente Historia de España, para contraponerla con la Historia Oficial que nos había hecho creer el franquismo. Claro que, con bastante frecuencia, lo que había era más bien un ajuste de cuentas maniqueo sin ningún interés por la verdad: es el caso.

Como decíamos, Miguel Ángel Rivas hizo con esta su primera película, y lo cierto es que se nota que lo es. Como todo director novel, Rivas pretendía decir muchas cosas, y al final dijo muy poco. El fin último de su esfuerzo era demostrarnos los sucios interiores de la política de aquellos años, los del final de la Dictadura de Primo de Rivera y, por elevación, los de la Dictadura de Franco, que acababa de terminar por aquel entonces. Pero lo hace de forma tan burda que la cinta es una copia de los films que veíamos durante el régimen anterior, solo que intercambiando los papeles de buenos y malos. En el aspecto técnico, y también pecando de novato, Rivas usa y abusa de los travelines lentos y de los zooms de velocidad pausada, supuestamente psicológicos, aunque en realidad son simplemente pretenciosos.

El realizador fue incapaz de dotar a la cinta de un ritmo sostenido, y su dirección de actores fue tirando a nula, salvándose en este apartado los buenos profesionales como Antonio Ferrandis, Héctor Alterio, Laly Soldevila o Queta Claver, mientras quedaban totalmente desamparados los más jóvenes e inexpertos, como Manuel Sierra o María Luisa San José, además encorsetados por unos diálogos plagados de frases altisonantes.

La música de Lluís Llach resultó ser poco adecuada al film, como si no tuviera mucho que ver con él. La fotografía de Andrés Berenguer, en exceso oscura, buscaba quizá de esa forma hacer más dramática una historia que, ciertamente, resultó ser manifiestamente mejorable.

(30-06-2021)


Borrasca - by , Jun 30, 2021
1 / 5 stars
Endeble y maniquea