Pelicula: Tras varios guiones de películas y series de televisión, Alexandre de la Patellière, hijo del célebre director francés Denys de la Patellière, se pone tras la cámara para dirigir su ópera prima, basada en su propia obra teatral de igual título. Lo hace en compañía de Matthieu Delaporte, también guionista y director, que ya había debutado con La jungle (2006).

Vincent acude a una cena a casa de su hermana y de su cuñado, a la que también asistirá posteriormente su esposa y un amigo de la familia. La conversación se inicia con la elección del nombre que pondrá Vincent a su hijo: Adolph, que horroriza a todos por su coincidencia con el de Hitler. Después surgirán otros temas, algunas bromas y enfados a través de los cuales saldrán a relucir ciertas verdades, los trapos sucios de cada cual y se echarán en cara secretos, traumas, defectos, envidias y rencores ocultos. En lo que iba a ser una feliz velada queda en entredicho la amistad, la relación entre hermanos y con la madre sin que ninguno quede a salvo.

El guion se ajusta totalmente a la obra de teatro que tuvo gran éxito en su estreno en 2010, con unas doscientas cincuenta representaciones, aportando únicamente el prólogo y el epílogo para acabar con agradable sabor de boca.

Las discusiones de los protagonistas ocasionan muchos momentos divertidos que provocan la carcajada del público, gracias a los estupendos diálogos, ágiles e inteligentes, sin que resulten nunca forzados. Fluye la conversación con naturalidad, incluso en las situaciones más dramáticas en las que surge la tirantez entre ellos debido a sus prejuicios y mezquindades. También aparecen las ideas políticas, la crítica social, el dinero que sitúa a cada uno en un escalón de la sociedad o el papel de la mujer en el matrimonio en la Francia burguesa.

El film es un modelo ejemplar de trasladar una obra de teatro al cine, ya que es posible respetar por completo el escenario, el salón de la casa y la cocina, gracias a la agilidad del montaje y la movilidad de la cámara que aporta expresivos primeros planos llenos de matices de los actores, algo que nunca puede dar el teatro.

Los histriónicos actores están espléndidos, con los papeles bien aprendidos, ya que fueron los mismos que hicieron la función teatral (salvo Charles Berling), por lo que hacen una labor excelente.

Los directores tienen la virtud de no aburrir nunca al público, a pesar de las casi dos horas de duración de tan divertida comedia, llevada a cabo con un buen ritmo y con la máxima elegancia.

Género

Nacionalidad

Duración

109'

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El nombre - by , Oct 02, 2012
3 / 5 stars
Escogiendo un nombre