El planeta de los simios (1968)

CRITICALIA CLÁSICOS

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(Cuando se cumplen 100 años del nacimiento de Charlton Heston, recuperamos, en homenaje al carismático actor, la crítica de una de sus películas más señeras).

He aquí una película que inició un subgénero dentro de la ciencia ficción y la fantasía, las distopías, que hicieron furor a finales de los años sesenta y toda la década de los setenta, e incluso en el siglo XXI ha conocido un poderoso reverdecer. El planeta de los simios daría lugar, genéricamente, a ese subgénero de distopías o antiutopías, que imaginaba futuros siniestros para la Tierra, bien gobernada por tiranías, bien devastada por acontecimientos catastróficos u otros asuntos que hacían dar gracias por un presente más o menos aceptable a los espectadores de aquellas épocas... Films como Contaminación (1970), El último hombre... vivo (1971), Soylent Green. Cuando el destino nos alcance (1973) o Nueva York, año 2012 (1975), entre otros, presentaban escenarios futuros a cuál más pesimista, a cual más ominoso.

El planeta de los simios se basa en la novela La planète des singes, publicada en 1963 por el escritor francés Pierre Boulle. Aunque Boulle presenta un prólogo que no está en la película, en la esencia la historia es parecida: una nave espacial de la Tierra viaja por el espacio; los cuatro tripulantes, tres hombres y una mujer, se hibernan, no sin que antes el comandante de la expedición, Taylor, deje en el cuaderno de bitácora oral la indicación de que, según una teoría científica, al viajar a una velocidad próxima a la de la luz, su envejecimiento se ralentiza enormemente. Cuando se despiertan, la nave se ha estrellado en un lago en un planeta desconocido; la mujer ha muerto tiempo atrás por un fallo en la hibernación; los tres hombres tienen que ganar la orilla e investigar dónde están. El entorno es desértico, pero unos días después encuentran ya zonas verdes, agua, y más de una sorpresa...

El planeta de los simios fijó las constantes del género o subgénero de distopías: preocupación por el medio ambiente, denuncia del armamento nuclear, planteamiento de sociedades donde el ser humano ha perdido sus derechos, incluso su humanidad. Franklin J. Schaffner fue escogido como director para el proyecto gracias a la recomendación de Charlton Heston, quien había estado a sus órdenes unos años antes en la interesante El señor de la guerra (1965). Schaffner pone en escena un relato vibrante, combinando con habilidad cierta filosofía sobre el ser humano y su extraña capacidad para la autodestrucción como sociedad, con escenas de acción de gran brillantez y una estimable gradación de los secretos que se irán desvelando progresivamente en la narración.

Con gran éxito comercial y de crítica, la película dio lugar a una serie de continuaciones cinematográficas y televisivas durante las últimas décadas del siglo XX, progresivamente de menor interés, hasta extinguirse por consunción. A comienzos del siglo XXI, Tim Burton haría un remake con el mismo título, El planeta de los simios (2001), tomándose bastantes libertades, en una película que no fue demasiado bien acogida, a pesar de que no carecía de virtudes. Años más tarde, Rupert Wyatt iniciaría con El origen del planeta de los simios (2011) una notable trilogía que se completaría con El amanecer del planeta de los simios (2014), de Matt Reeves, y La guerra del planeta de los simios (2017), también de Reeves.

Charlton Heston presta su imponente físico y su carisma al personaje central, que, fiel al uso y costumbre de los tiempos, ya no es tan monolíticamente bondadoso como los personajes que interpretaba años atrás: su Taylor es un hombre amargado, de alguna forma un nihilista, que habrá de enfrentarse a un secreto inimaginable. Del resto del reparto, aunque casi todos estaban bajo las estupendas máscaras del maquillador John Chambers, nos quedaremos con Roddy McDowall y con Kim Hunter, que había ganado un Oscar por Un tranvía llamado deseo, momento en el que a buen seguro no imaginaría que, con el tiempo, sería más recordada como la mona "buena" de El planeta de los simios que por la estatuilla...

(12-10-2019)