Qué verdad es que no hay nada como sacar a uno de su entorno para que meta la pata a modo. Mathieu Kassovitz, además de ser la imagen de una conocida marca de perfumes, es actor y director, siendo probablemente la única persona en el mundo en que concurren esas tres circunstancias. Con un físico que recuerda a un John Turturro más joven y guapo, como actor tiene una carrera irregular, combinando títulos de interés con productos alimenticios.
Como director cuenta con un filme notable, El odio, crónica social muy comprometida con el tema de la inmigración, y una película incomprendida pero muy interesante, Asesino(s), en la que los gurús de la crítica quisieron ver (y con ellos todos aquellos, que son legión, que practican el seguidismo en esta nuestra profesión) poco menos que una apología del nazismo.
Tiene algunos otros títulos de menor interés, pero con Gothica, fuera de su contexto de país y de su entorno natural, y además en un género, el thriller de terror, para el que demuestra no estar dotado, la ha pifiado considerablemente. Porque casi todo en esta nueva película "de sustos" (en la peor acepción de este término) es previsible, superficial y aburrido: la historia es la del alguacil alguacilado, para la ocasión una psicóloga de un internado psiquiátrico para reclusos peligrosos, que terminará con sus huesos en las celdas en las que ella era antes visitante, al ser acusada de haber matado a su marido.
Se sucederán las presencias extrañas, las posesiones, los efectistas golpes de efecto y los más que evidentes golpes de timón para que el guión parezca original, cuando no es sino una suma de retales de tantas películas, ya infectas, como hemos visto, cortadas por el mismo patrón: hay que asustar al espectador y, si no es posible, al menos hacer que eche hasta la primera papilla que comió de chico.
Y eso, que conste, que en este caso no se han pasado mucho con las casquerías y menudillos, y aunque hay sangre como para hacer las delicias de una hermandad de donantes, por lo menos no nos endilgan la habitual ración de intestinos al por mayor... Total, un desastre sin paliativos. ¡Mathieu, vuelve a Francia y sigue haciendo el cine que tú sabes, no el que te dicen!
(05-03-2004)
95'