William Wyler, el inolvidable autor de La heredera (1949) y Ben Hur (1959), entre otras populares películas, dirige este "western" un tanto atípico, que marcaría el comienzo de su (bastante incomprensible) declive en la consideración de la crítica. La figura de Wyler ha sido justamente reivindicada, y esta película es una buena muestra de su talento, plasmado en filmes como La loba (1941), Jezabel (1938), La señora Miniver (1942), La gran prueba (1956), Horas desesperadas (1955) y El coleccionista (1965), entre otros.
Horizontes de grandeza enfrenta dos conceptos antitéticos de la existencia, la violencia y la civilización. Un hombre del Este llega a un poblado del salvaje y lejano Oeste para casarse con su prometida. Allí resultarán chocantes sus modos pacíficos y elegantes, y pronto se gesta una tormenta de pasiones e intereses, en la que el hombre tranquilo habrá de dejar a un lado sus convicciones morales para defender aquello en lo que cree y a lo que quiere.
Excelente Gregory Peck a la cabeza de un magnífico reparto, con secundarios de la talla de Charles Bickford y Burl Ives, pero también con presencias cinematográficas como la bellísima Jean Simmons y el tosco pero siempre carismático Charlton Heston.
(29-09-2004)
166'