Pelicula: Vaya por delante que el género de este filme resulta ambiguo: se vende como documental, pero lo cierto es que parece que hay bastante trabajo de guión y de ficción en esta infra-película hecha con tres perras gordas, si es que llega. Es sorprendente cómo de vez en cuando nos llega alguna cosilla como ésta, manufacturada (en sentido estrictamente literal…) por algún cineasta que pretende emular a aquel Ed Wood que se reputó en su momento como el peor director de cine de la Historia. Por supuesto que los ha habido peores, pero Wood se lleva la gloria (porque gloria es; ¿qué cineasta, si no, hubiera sido el protagonista de una de las mejores películas de Tim Burton?). Por supuesto también que ese tipo de cineastas “paquetes” están nimbados de un halo de simpatía que los hace irreprimiblemente agradables. Algo de eso pasa con este mamarracho de Chris Waitt, un memo que, después de fracasar sucesivamente en varias profesiones (hasta el punto de que podía hacer ahora otro filme que se titulara “La historia completa de mis fracasos profesionales”) dio con la piedra filosofal (por decir algo…) contando su más bien desastrosa vida erótica.
Claro que, con toda seguridad, hay bastante de ficción en este pseudodocumental. De otra forma, ante escenas como la de la sobredosis de Viagra, o la de la estricta gobernanta que pretende “levantarle la moral” por el acreditado procedimiento de estrujarle los cataplines (perdón por la mojigatería: hay niños leyendo…), tendríamos que suponer que este chico es mucho más carajote de lo que ya parece, y no creo que sea el caso (¿o sí…?).
Así las cosas, este disparate resulta gracioso de puro petardo, una majadería que cae irremediablemente simpática. Este mequetrefe, este pelanas que parece un perro pulgoso, con sus pantalones “cagaos” (ya saben, la hodierna moda joven: llévense los vaqueros enseñando como mínimo la mitad de los slips o las bragas), con su hablar pausado como de permanente “colgao”, nos cuenta sus cuitas amorosas y/o sexuales con tanto desparpajo como desvergüenza, y no hay más remedio que tomarle algún cariño, como el que se tomaría a una mascota de pelambre imposible.
Quizá Chris Waitt no llegue nunca a la cima (o a la sima…) de Ed Wood, pero el tío promete… Habrá que ver, de todas formas, cómo continúa ahora su carrera de despropósitos, porque el siguiente envite a lo mejor no tiene esta gracia cuasi involuntaria…

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93'

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La historia completa de mis fracasos sexuales - by , Feb 18, 2009
2 / 5 stars
El epígono (aventajado...) de Ed Wood