En 1970 Roberto Bodegas dirigió Españolas en París, que era un homenaje a las más de 40.000 mujeres que marcharon a Francia a trabajar, la mayoría de ellas como empleadas de hogar en las casas de la burguesía francesa. Más de tres cuartas partes de ellas regresaron a España cuando cambió el régimen. Cuarenta años más tarde el director francés Philippe Le Guay vuelve a incidir en el mismo tema, con este su sexto largometraje para el cine y primero que se ve en España.
Cuando él era pequeño tuvo una criada española, de donde le viene su admiración por nuestro país y por lo que ha deseado hacer este homenaje a aquellas alegres mujeres que a pesar de sus malas condiciones de vida se sacrificaban para poder mandar dinero a sus casas y lo hacían con buen humor.
Para ello se ha basado libremente en la novela Las mujeres del metro Pompe, del controvertido fotógrafo y escritor François-Marie Banier, que cuenta cómo vivían hacinadas varias de ellas en la sexta planta del edificio donde trabajaban. María, sobrina de Concepción, acaba de llegar, es joven y guapa y ocupa el lugar de una francesa que se acaba de despedir de la casa del Sr. Joubert, quien un día descubre cómo viven, cual es el carácter risueño de las españolas, que son felices a pesar de sus problemas y cambia su opinión acerca de ellas, convirtiéndose en mejor persona, todo lo contrario de su estirada esposa.
A diferencia del film de Bodegas, que era un drama, éste trata de ser una entretenida y simpática comedia que posiblemente se aparte bastante de lo que fue la realidad siendo más amable de lo que era, vista desde el lado francés e incluso cae en algunos tópicos y estereotipos, pero se ve con agrado, provocando más de una sonrisa, algo necesario para los tiempos en que vivimos. Tiene cosas que no resultan fáciles de creer como que un director de banco se rebaje a vivir entre las sirvientas.
Hay un cierto convencionalismo en algunos de los caracteres, caso del personaje de Lola Dueñas, la comunista, ya que no todas se marcharon buscando trabajo, también las hubo que se fueron exiliadas, que resulta ser en este caso la respondona, la que dice la verdad sin miedo y sin tapujos. Eso no quita para que fueran solidarias entre ellas e hicieran propios los problemas de las demás, poniéndolas en contraste con las damas de la burguesía francesa, de las que hace una cierta caricatura con su carácter amargo y la forma de vivir.
Comedia sentimental y amable, con un acertado reparto femenino español, que nos ha llegado con retraso a pesar de que fue la sexta más vista en el pasado año en Francia con más de dos millones de espectadores y por la que Carmen Maura ganó el César a la mejor interpretación femenina secundaria. Ya había sido candidata en su día por La alegría está en el campo, de Etienne Chatillez. También fue nominada la cinta por el vestuario y los decorados.
Las chicas de la 6ª planta -
by Francisco Casado López,
Jul 03, 2012
2 /
5 stars
Españolas en París
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