Pelicula:

La primera vez que se pudo ver un producto audiovisual con el título Los ángeles de Charlie en una pantalla fue en la serie homónima grabada en el Pleistoceno Superior (léase el siglo XX), para televisión, entre los años 1976 y 1982, con un total de 110 capítulos producidos por Spelling-Goldberg Productions, con Ivan Goff y Ben Roberts como creadores, y con el protagonismo inicial de tres actrices, Farrah Fawcett (que en aquella época, casada con el actor Lee Majors, aparecía en los créditos como Farrah Fawcett-Majors), Jaclyn Smith y Kate Jackson, siendo sustituida la primera de ellas, que abandonó la serie, por Cheryl Ladd. La serie tenía como novedad que, siendo su género la acción, no estaba protagonizada por hirsutos machos pletóricos de testosterona, sino por tres señoritas a cual  más mona, pero con un dominio de las artes marciales y del manejo de las armas igual o superior a sus pares masculinos. En ese sentido, aquella serie fue seguramente una adelantada a su tiempo, años setenta/ochenta, cuando el papelito fundamental para las féminas en cine y televisión era estar siempre “en un punto” (en eso sí coincidían con las protagonistas de Los ángeles de Charlie) y tener casi siempre una mirada monográficamente romántica y, desde luego, echarse a gritar o a llorar por un quítame esas pajas. En ese sentido, la serie televisiva de 1976-82 fue una avanzada sobre lo que había, pero sin olvidar que los que mandaban eran siempre hombres, desde el llamado Bosley, que era como el capataz que encargaba los “trabajos” a las tres ángeles, trabajos detectivescos en los que siempre había mucha acción, que ellas solventaban eficientemente con sus patadas y sus golpes de kárate, hasta el Charlie del título, que era el verdadero “boss” de la tríada de chicas.


La serie gozó de enorme popularidad y, entre otras consecuencias, lanzó al estrellato a Farrah Fawcett, cuyo peculiar peinado hizo furor y fue copiado por miles, millones de féminas en todo el mundo. Farrah se fue pronto de la serie precisamente por su extraordinaria popularidad, buscando revalidar ese éxito en el cine, si bien no llegó a conseguirlo, falleciendo tempranamente de una grave enfermedad. Esa popularidad de la serie permitiría que, años después, a comienzos de siglo, se llevara al cine una costeada versión de la misma, con igual título, Los ángeles de Charlie (2000), con Drew Barrymore, Cameron Diaz y Lucy Liu en los papeles estelares, que tuvo un éxito apreciable, al multiplicar por tres su presupuesto, lo que hizo que se rodara pronto una secuela, Los ángeles de Charlie: Al límite (2003), con las mismas protagonistas y con McG, perito en cine de acción, como director de ambas. Aquí la diferencia con la serie original estaba más en los efectos digitales y en la mayor espectacularidad de las escenas de acción; como el rendimiento en taquilla ya no fue tan bueno, sino más bien modesto, se abandonó temporalmente la que podría haber sido, con otros números, rentable franquicia. Tendrá que pasar casi una década para que se le dé una nueva oportunidad a la serie, ahora de nuevo en televisión y con igual título, Los ángeles de Charlie (2011), pero la audiencia y la crítica no fueron misericordes.


Ahora nos llega un nuevo “reboot” cinematográfico, con el título de siempre, Los ángeles de Charlie, cuya peculiaridad radica en, conforme a los tiempos que corren, poner el acento en el poder femenino, en el empoderamiento mujeril, con una directora al frente, la también actriz Elizabeth Banks, y un planteamiento en el que las mujeres serán las que tomarán las decisiones, incluso espantando las tutelas de Bosley y de Charlie, los machos alfa de anteriores versiones. En ese sentido tiene algún interés este cambio de perspectiva, a pesar de lo cual parece evidente que su intención no es otra que seguir explotando el filón comercial, ahora con una cierta variación para hacer su propuesta más receptiva para el actual público femenino, tan lejano del de hace casi medio siglo, el de la serie original.


Tampoco este intento tuvo respaldo de la crítica ni (lo que era más importante para la productora...) del público, así que se supone que pasarán otros ocho o diez años hasta que hagan una nueva versión...


Aquí la historia, tras un prólogo protagonizado por los nuevos ángeles de Charlie, comienza en Hamburgo un año más tarde, ciudad en la que Jane, una programadora informática, se ve obligada a validar un fallo en un nuevo programa, Calixto, una especie de asistente que suministraría energía limpia a todo el mundo; la herramienta informática parece evidente que es el futuro, pero tiene un problema de inestabilidad que su jefecillo se resiste a contar al jefe supremo (una especie de excéntrica mezcla de gurúes del mundo cibernético, de Zuckerberg a Jobs, de Musk a Bezos) para no incordiarle, para no ser el Pepito Grillo que le estropee la fiesta. Jane invoca la ayuda de los ángeles de Charlie, para evitar que Calixto pueda convertirse en un arma de dominación del mundo....


Estamos efectivamente en una versión en la que lo femenino (no necesariamente feminista) cobra gran protagonismo, dejando a un lado a los varones, que en general aquí son o villanos, o traidores, o memos, o las tres cosas juntas (nada que objetar: ¡cuántas veces han sido las mujeres las que han pechado con esos papeles, o peores...!). Estamos entonces ante una actualización de los personajes protagonistas, que son claramente más poderosas, más duras, con una trama más compleja que incluye traiciones inesperadas al estilo de otra franquicia televisiva casi coetánea, Misión imposible. Su look es muy actual, muy “aggiornado”, mucho más violenta que sus predecesoras, también más cruel: lo dicho, más actual...


Las escenas de acción están bien resueltas, con algunas sumamente ingeniosas, como la de la fábrica que tritura rocas, con luchas y persecuciones en las que no faltan los toques de humor, una de las señas de identidad de la franquicia; sabemos que estamos ante un film de acción y comedia, prácticamente sin contaminación de drama, en una película superficial, para pasar el rato, filmada con cierta elegancia por una directora, Elizabeth Banks, a la que se le ve ya con tablas y buena mano para la puesta en escena; quizá en otros productos más personales esas cualidades brillen más. 


Entre las curiosidades no nos resistimos a mencionar el personaje del consultor de las chicas, que parece un cruce entre el periodista español especializado en moda, Josie, y el Q de la serie 007, concentrando en un mismo papel los roles de asesor de imagen e inventor de ingeniosos gadgets como aquellos de los que históricamente han surtido a James Bond. Mucha canción pop moderna y variados y cosmopolitas escenarios urbanos europeos y americanos, como Hamburgo, Berlín, Estambul, Londres, Los Ángeles y Brasil, completan una nueva versión no especialmente distinguida, pero tampoco deleznable, de esta longeva serie de acción. De las protagonistas nos quedamos con la clase de Kristen Stewart, quien, tras dejar su apasteladas composiciones de la saga Crepúsculo, ha crecido, y de qué manera, como actriz. De ellos podemos citar quizá a Patrick Stewart, aquí ya casi octogenario, siempre tan seguro.


(08-10-2023)


 


Los ángeles de Charlie (2019) - by , Oct 08, 2023
2 / 5 stars
Cambio de perspectiva: ellas tienen el poder