Pelicula:

Estaba cantado (nunca mejor dicho...) que la comedia musical de más éxito de los últimos años, Mamma mia!, terminaría recalando en el cine. Otra cosa es que el resultado haya sido mínimamente aceptable. Creo que encargarle la dirección a Phyllida Lloyd, la reputada directora teatral y operística, no ha sido un acierto. Por mucho que Bergman fuera un cineasta extraordinario, no creo que a nadie en su sano juicio se le hubiera ocurrido encargarle una comedia; es cierto que en su juventud hizo algunas, pero eran, evidentemente, ejercicios de estilo, que le iba fogueando en el oficio del cinematógrafo y le preparaban para lo que en él fue fundamental, el cine dramático. Pues con Mz. Lloyd pasa algo por el estilo, lo suyo es la ópera, los grandes y altisonantes escenarios, y no este musical de tan evidente levedad que a veces parece que va a salir volando, de pura evanescencia.


Mamma mia! es un producto de obvias intenciones mercantilistas, que pretende llevar de nuevo a los cines al público maduro, ése que desertó hace años de las salas. A la vista del resultado, se puede colegir que sus fautores no andaban descaminados, porque el filme ha funcionado bien en Estados Unidos y previsiblemente lo hará igual do quiera que se estrene. Pero ello no querrá decir que Lloyd haya conseguido hacer un buen musical, porque no es cierto. El guión, con una línea argumental similar al musical teatral, no es precisamente una obra de arte, ni tampoco parece tocado por la varita mágica de la imaginación: veinteañera que se casa en la isla griega donde vive desde que nació invita a los tres novios que tuvo su madre meses antes de concebirla, con la idea de conocer a su padre antes de contraer matrimonio; ni que decir tiene que los tres maduros se presentan en la isla, con el consiguiente disgusto/gusto por parte de la madre, y las vicisitudes correspondientes.


Por supuesto, este cañamazo argumental no es sino un mero esqueleto sobre el que ir festoneando las popularísimas canciones de Abba, ésas que todo el mundo conoce y que son tan fáciles de tararear. La historia en sí misma, y la película no digamos, está al servicio de esa idea central; si lo que buscamos es pasar un rato agradable con bonitos paisajes mediterráneos, actores agradables, interpretaciones de piloto automático y escuchar algunas de las canciones que han jalonado nuestra vida, Mamma mia! da plenamente en la diana.


Pero eso no es todo, como se puede colegir: a un musical hay que pedirle algo más, coreografías impactantes e innovadoras, que aquí son de lo más pedestre; espectacularidad en los números musicales, aprovechando que esto es cine, y no las tres paredes del escenario teatral; una mayor enjundia argumental, aunque sea con la ligereza de la comedia musical entre romántica y de enredo que supone la película... Demasiadas deficiencias en un producto que funcionará en taquilla, pero que, desde luego, no pasará a la Historia del Cine (y el productor dirá: y a mí que me cuentas....).



Mamma mia! La película - by , Feb 24, 2018
1 / 5 stars
Estaba cantado...