Realmente es sorprendente que una comedia como ésta, divertida y simpática pero ciertamente nada del otro jueves, haya sido el "sleeper" (éxito sorpresa, según la jerga al uso en Hollywood) del año 2002, recaudando en taquilla, sólo en Estados Unidos y Canadá, más de 200 millones de dólares, cuando costó escasamente 5 millones de los codiciados billetitos verdes. El secreto quizá esté en eso, en que es una comedia agradable, con mensajes positivos pero sin radicalismos ni vinagre y sal en las llagas, un filme que habla sobre la necesaria liberación de la mujer anclada en culturas tradicionalistas (para la ocasión un clan de origen griego en pleno corazón de Chicago), pero también la precisa conjunción de esa liberación con el amor a la familia como referente, punto de partida en la vida y nido al que poder volver siempre. Seguramente a algunos les parecerá que esto es puro y rancio conservadurismo, reaccionarismo (esa palabra que parece un talismán progre; al que lo tachan de reaccionario, ya está etiquetado de por vida como un facha redomado...), pero lo cierto es que no hay tal, sino una apuesta por una convergencia entre los nuevos valores de libertad, independencia femenina y avance social, y los antiguos pero no desdeñables valores de amor familiar, sentimiento de comunidad y regreso a los territorios del mutuo respeto paterno-filial, hoy tan olvidado.93'