Nausicaä del Valle del Viento

Esta película está disponible en el catálogo de Netflix, Plataforma de Vídeo Bajo Demanda (VoD).

Cuando Hayao Miyazaki (Tokio, 1941) dirigió Nausicaä del Valle del Viento (1984), tenía ya tras de sí una larga carrera, primero como animador, desde 1963, y después como director de películas y, sobre todo, de series televisivas, desde 1972, siempre en el terreno del dibujo animado tradicional japonés, el anime, que en España había conseguido mucha popularidad en los años setenta con seriales tan conocidos como Heidi, Marco y, algo más tarde y en otro tono, Mazinger Z. El éxito de Nausicaä del Valle del Viento propiciaría que Miyazaki, su maestro Isao Takahata (creador precisamente de Heidi y Marco) y el productor Toshio Suzuki, crearan conjuntamente Studio Ghibli, una productora especializada en el anime, un anime alejado del “cartoon” más violento típico de otros productos japoneses como Akira o el mentado Mazinger Z, decantándose por un tipo de dibujo más poético y sensible.

Aunque Nausicaä del Valle del Viento sea cronológicamente anterior a la creación de Studio Ghibli (con el tiempo la más importante productora de animes de Japón de los últimos treinta años), se puede decir con rotundidad que realmente participa plenamente de todas las características de las películas que sí se hicieron bajo el logo del adorable bichito Totoro, que sería la enseña del estudio.

La acción del film se desarrolla, hipotéticamente, en lo que parece el planeta Tierra, 1000 años después del fin de la civilización, acaecida tras una guerra apocalíptica que los supervivientes conocerán como Los Siete Días de Fuego, jornadas en las que el planeta fue asolado y un milenio después se siguen sufriendo sus consecuencias. El Mar de la Putrefacción cubre buena parte de la Tierra, en la que se extienden varios reinos beligerantes entre ellos; el Valle del Viento es un pequeño reino, de corte pacífico, cuyo rey está enfermo por la propia putrefacción que va carcomiendo los espacios vivos. Su hija, la princesa Nausicaä, es una animosa guerrera pacifista que intenta encontrar la forma de conectar con la Naturaleza para volver a vivir en armonía con esta. Del Mar de Putrefacción surgen de vez en cuando estampidas de “ohms”, gigantescos insectos con múltiples ojos que pueden devastar inmensidades. Nausicaä se da cuenta de que los “ohms” actúan irritados cuando los humanos hacen daño a la Naturaleza. Entretanto, en el Valle del Viento se estrella una nave de una potencia enemiga que lleva a bordo un Guerrero, una de las viejas armas que, un milenio antes, asolaron la Tierra, para usarla ahora contra otra de las potencias adversarias...

Tiene Nausicaä del Valle del Viento, como queda dicho, las características más habituales en el cine de Studio Ghibli, desde la protección de la Naturaleza como uno de los ejes fundamentales en el género humano, hasta la lucha por establecer reglas de juego justas y equitativas en las relaciones entre las personas, con un evidente ideario progresista que no desdeña, sino que las enaltece, ideas tales como el feminismo, el animalismo o la justicia social.

Así, en esta película, en un tiempo tal como los años ochenta, en el que ello no era nada frecuente, la protagonista es una heroína, no un héroe masculino, y esa protagonista, sin dejar de ser plenamente femenina, comparte la determinación y la eficiencia que habitualmente el cine ha adjudicado a los héroes varones. En el mundo desolado y postapocalíptico en el que se desarrolla la historia, la protagonista supondrá el nexo de unión entre Naturaleza y Humanidad, el punto de encuentro de dos realidades que desde el Armaguedón habían vivido disociadas, en un relato protoecologista en el que la búsqueda de la armonía entre los seres vivos será el santo y seña.

Con un dibujo muy pragmático, pero también con una imaginación desbordante en la creación de supuestos monstruos, como los llamados “ohms”, que recuerdan poderosamente los gusanos de la especia de la película Dune (1983), de David Lynch, la película recrea una civilización visualmente inspirada en la Edad Media, una sociedad rural, en la que el Valle del Viento de la princesa Nausicaä vendrá a ser el equivalente de la Arcadia feliz, un país pequeño, neutral, que será avasallado por las potencias foráneas que buscan usarla como un peón más en su ciega estrategia de aniquilación del prójimo.

Hay también, y muy curiosamente (en un país mayoritariamente budista y sintoísta), una llamativa inspiración cristiana: así, existe la profecía de que vendrá un salvador vestido de azul que caminará sobre un campo dorado, profecía que, sin embargo, terminará plasmándose precisamente en la protagonista, Nausicaä, lo que otorgará un inesperado tinte feminista a la profecía de corte bíblico, porque “el” Mesías resultará ser “la” Mesías...

Otras características de los personajes y temas del film remiten de nuevo a un ideario progresista y pacifista: así, la expansiva, belicosa potencia invasora tiene ribetes autoritarios que no sería disparatado atribuir a un trasunto de los nazis; también la lucha entre las fuerzas enemigas, y la utilización de un arma suprema cuya ejecución recuerda poderosamente el hongo nuclear nos retrotrae hasta la época de la Guerra Fría en la que el proyecto de Nausicaä... germinó y se llevó a efecto. 

Aunando acción y emoción, con una segunda parte con un trepidante ritmo narrativo, Nausicaä del Valle del Viento se constituye en la primera película de Ghibli sin ser de Ghibli: no lo era jurídicamente (la productora sería Topcraft), pero sí espiritualmente. Pero, sobre todas las ideas que sobrevuelan y que tienen su momento de esplendor, la primordial en la película de Miyazaki sería, a nuestro juicio, la de la comunión del ser humano con la Natura, a lo que tienden denodadamente los esfuerzos de esta peculiar princesa y de su abnegado pueblo. Cuando ello no ocurra, como es el caso en el film, se desatará, imparable, la ira de la Tierra.

(19-04-2020)