Esta película está disponible en el catálogo de Disney+, Plataforma de Vídeo bajo Demanda (VoD).
No cabe duda que con la llegada de Pixar a la animación este género sufrió toda una transformación, obteniendo más profundidad en temas más trascendentes y menos superficialidad en los mismos, hasta el punto de que en ocasiones son más apropiados para los adultos que para los espectadores más pequeños, como es el caso de este Soul (2020) que comentamos, que toca temas metafísicos o espirituales a nivel básico que para ellos se les puede hacer un poco difícil de entender y posiblemente se aburran.
Joe Gardner es un profesor afroamericano de una banda de música en una escuela secundaria cuya vida no ha sido hasta ahora como él la había soñado alguna vez. Un día lo hacen fijo en la escuela y su madre se alegra de ello y le pide que por fin acepte el puesto, pero a él no le gusta enseñar, sino tocar el piano y a ser posible música de jazz. Su verdadera pasión por esa clase de música, la tiene desde que un día su padre lo llevó a un club de jazz y supo que esa era la música que le gustaba y en ese género es de los mejores.
Un día un amigo lo llama para que haga una sustitución en el grupo de Dorothea Williams, una saxofonista famosa que toca en el Half Note de Nueva York, le hace una prueba y lo admite, pero cuando vuelve de camino a casa tiene un accidente, está a punto de morir y su alma viaja al "más atrás", un lugar donde tiene que esperar a que decidan los Jerrys qué van a hacer con él, lo que quiere decir que aún no está muerto.
A las almas por encontrar un cuerpo para nacer se les asigna un mentor para que las guíe y cuando encuentran su chispa están ya aptas para bajar a la Tierra. Entre tanto Joe se escapa con 22, un alma con la que vuelve a la Tierra, pero se encarnan en cuerpos cambiados, 22 en el de Joe y éste en el de un gato, lo que origina los momentos más cómicos de esta historia.
El resto de la misma, ya que esto no es más que el principio, lo forman las peripecias de Joe y 22 tratando de encontrar cada uno su lugar donde realizar lo que es su verdadera pasión y lo que quiere ser en la vida, al tiempo que tendrá ocasión de descubrir lo que significa tener alma.
Pixar se marca un reto más a la hora de representar el alma al separarse del cuerpo. El alma de Joe va a parar al pabellón donde conoce cómo se forja la personalidad antes de nacer, posteriormente va al Seminario del Tú y tras conseguir la chispa se lanzan a la Tierra las nuevas almas. En ese tránsito Joe se convierte en mentor de 22, un alma que no sabe lo que quiere hasta escaparse con ella, vivir un tiempo en la Tierra y determinar por fin lo que desea ser.
La película juega desde el principio con el tema de la muerte y termina haciendo que ese asunto evolucione y termine por hacernos ver lo bonito que es vivir, al tiempo que nos anima a que busquemos y encontremos lo que queremos ser en la vida y a partir de ahí disfrutar el momento, lo que sirve como moraleja a aplicarnos todos y de esa forma nuestra existencia será más feliz y sobre todo si ayudamos a que otros encuentren su camino y de esa forma también lo puedan ser.
Como siempre, y es habitual, es estupenda la forma de Pixar de interpretar las cosas, a veces tan difícil, como es en este caso un alma a través de unos diseños sencillos y singulares a un tiempo.
Hay que destacar la profundidad del tema tratado en esta ocasión y la filosofía que se derrocha en el tratamiento del mismo. Finalmente no hay que olvidar la estupenda banda sonora con temas de jazz.
La dirección corre a cargo de Pete Docter, que ya nos dio muestras de su buen hacer con títulos como Up (2009), Del revés (2015), donde se metía en la cabeza de las personas, aquí lo hace con el alma, en este caso con la ayuda de Kemp Powers, que también colabora en la creación del guion junto a él y Mike Jones.
Premio a la música de los críticos de Florida y de Hollywood. Mejor film de animación y a Jamie Foxx por el doblaje de los críticos de Indiana.
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