Suegros de alquiler

Después de cerrar su agencia Alibi.com y prometido a Flo Martin, su novia, que nunca más le mentirá, la vida de Greg Van Huffel es ahora tranquila, ¡pero no por mucho tiempo! Hasta que le pide que se case con él y se siente acorralado, con la obligación de presentarle a su familia. Pero entre que su padre es un corrupto estafador y su madre es una antigua actriz de películas eróticas, eso sería arruinar su futuro matrimonio.

Así que no le queda otra que volver a abrir la agencia, llamar a sus dos antiguos compañeros, Augustin y Medhi, para idear una coartada y encontrar unos padres falsos que sean más decentes que los suyos. El plan se pone en marcha y consigue a Dominique, una mujer gorda, poco atractiva, soltera, que será su madre, y a Thierry, su padre, un hombre alto, atractivo, que toca el piano, y tan sólo les falta buscar una novia falsa, Shana, y celebrar una boda falsa con ella.

Pero Flo quería celebrarla en un castillo y se buscan una familia gitana para que lo ocupe y aprovechar que el vecino de al lado está de vacaciones y hacerla en su jardín. Los líos no han hecho más que empezar...

Se trata de la continuación del film Alibi.com, agencia de engaños (2016), que dirigía Philippe Lacheau, quien se encargaba también de incorporar al protagonista, que ha tirado de algunos de los actores para esta nueva entrega que es una continuación, entre otros, Nathalie Baye, Didier Bourdon, Élodie Fontan, Tarek Boudali o Julien Arruti, y ha añadido otros nuevos como Arielle Dombasle y Gérard Jugnot.

Lo que en un principio aparenta ser una comedia tranquila, en la segunda parte se convierte en un torbellino de situaciones alocadas en las que las mentiras se suceden y también los personajes falsos que originan las escenas divertidas de esta entretenida cinta de coartadas, infidelidades y otros pecados no confesables que dan un giro al destino de la pareja protagonista.

De nuevo Philippe Lacheau se convierte en el corazón de esta película cómica francesa, ya que se hace cargo de nuevo de la producción, la dirección, de encarnar al protagonista y de colaborar en la confección del guion, otra vez con Julien Arruti y Pierre Dudan, que idearon el de la primera entrega.

Hay situaciones imposibles y otras absurdas, pero la cuestión es hacer reír al espectador y en parte lo consigue con unos gags que funcionan, unas escenas ridículas, mientras que otras son divertidas.