Esta película se pudo ver en la Sección Oficial del Sevilla Festival de Cine Europeo (SEFF'2015).
El actor Louis Garrel (Soñadores, Saint Laurent) debuta en la dirección de largometrajes (ya había hecho antes tres cortos) con esta Los dos amigos que se reputa, con más moral que el Alcoyano, una actualización del triángulo propuesto en los años sesenta por François Truffaut en Jules et Jim.
Vista la película, parece evidente que, aunque toda comparación es odiosa, ésta lo es más. Porque aunque haya triángulo, es obvio que cualquier parecido (ni siquiera actualizado) con el film de Truffaut es mera coincidencia, por lo que lo mejor que se puede hacer en este caso es olvidarse de la referencia a la película que protagonizaba Jeanne Moreau y centrarse en esta (lunática) historia con tres personajes alrededor de los que gira toda la historia.
Ella está en la cárcel por algún delito que ignoramos. Tiene ya trato de reclusa preferente y por ello de día vive y trabaja fuera del penal, regresando por la noche a él. Clément, un pelanas que se enamora de ella, se obsesiona de tal forma que, junto con otro amigo, Abel, tarambana y cansinamente adolescente (con más de treinta "tacos", que son los peores), dan en conseguir que la chica se quede con el pánfilo a toda costa, sin saber que si no vuelve a la cárcel a su hora, su situación en el penal se complicará sustancialmente.
Lo cierto es que Louis Garrel como director tiene mucho que aprender. Es verdad que no le ayuda mucho el hecho de que el guión (suyo y de su amigo Christophe Honoré) sea una marcianada en el que brillan por su ausencia valores tales como la coherencia, la verosimilitud y la intencionalidad, y donde sin embargo priman los flecos sueltos, las escenas inconexas, las situaciones sin sentido, las resoluciones arbitrarias. Se quiere un film moderno y es, sin embargo, muy antiguo. Temáticamente resulta aberrante, con ese par de imbéciles dispuestos a hacerle la vida imposible a la chica del triángulo, violencia incluida, y la manera de contestar de ella tampoco se puede decir que sea muy congruente.
Empanada mental, con intención de ser moderna sin serlo, Los dos amigos parece buscar la provocación pero se queda en chorrada. Esperemos que Garrel enderece su cine como director, porque con ejemplos como éste, desde luego, me temo que tiene escaso porvenir, al menos en esta faceta cinematográfica.
Lo mejor, la actriz iraní Golshifteh Farahani, la inolvidable protagonista de A propósito de Elly, que siempre está bien, incluso en tonterías como ésta que, es evidente, no se la merecen.
100'