Macey y Savanna son dos hermanas que llevan una cafetería en un barrio de Nueva Orleans que están a punto de perderla, debido a sus deudas y a que el banco no les da el crédito para saldarlas. Pero el destino se alía con ellas, ya que su madre les dice que a su hermana Hilda, con la que no se lleva bien desde hace mucho tiempo, le han diagnosticado un cáncer y le queda poco de vida. Las dos ven la posibilidad de salir adelante y se marchan a verla con la intención de ganarse el favor de su rica tía enferma, con la esperanza de convertirse en las herederas de su millonario patrimonio para solucionar su problema más acuciante.
Pero al llegar, otra sobrina, Beatrice con James, su marido, se ha instalado en la casa con el mismo fin y aún está por llegar el primo Richard, que ha estado siempre en contacto con ella. Por otra parte Macey, que ha sufrido dos divorcios, tiene a la vista un hombre que la quiere, pero lo van a destinar a Alaska.
Esta historia se basa a su vez en el guion de la película Un funeral de muerte (2007), dirigida por Frank Oz, en este caso adaptado por el prometedor cineasta británico Dean Craig, que fue el autor del relato original, quien ahora se ha hecho cargo de volver a ponerlo en escena pero empuñando él la batuta de la dirección, siendo la tercera vez que realiza un largometraje en el que continua en el mismo género de la comedia, aunque con algunas gotas de humor escatológico. Posteriormente hubo una versión intermedia realizada en 2010 por Neil LaBute, que no vimos, por lo que no podemos pronunciarnos.
No cabe duda que esta nueva, con algo de humor negro en sus imágenes, está muy de moda, ya que las mujeres tienen en estos momentos mucho más que decir que antes y aquí son ellas las que llevan la voz cantante, quedando los hombres en segundo término en esta trama. Una de las productoras de esta película es la actriz Sarah Jessica Parker que apuesta por un cine hecho por mujeres. En este sentido el reparto está casi copado por ellas, y así figuran en la cabecera del mismo Toni Collette, Anna Faris, Rosemarie DeWitt, Kathleen Turner, a la que hacía tiempo que no veíamos una actuación suya, y Keyla Monterroso Mejia.
La trama nos parece un puro disparate, pero tiene algunos hallazgos eventuales en cuanto a los giros que da constantemente la narración que la hacen entretenida para un espectador que no sea muy exigente, que lo puede pasar divertido con los gags que se reparten a lo largo del argumento, que se ve sorprendido por un epílogo inesperado que deja la solución en el aire.
Dean Craig lleva la narración con agilidad y con algunas variantes con respecto al original, lo que hace que no dé lugar al aburrimiento, ya que por otra parte cada personaje tiene su rareza dentro del conjunto y todos están dispuestos a hacer lo que sea con tal de lograr el objetivo que se han propuesto.
En este film no se puede decir que "nunca segundas partes fueron buenas" y aunque la primera tampoco lo era mucho, esta no es que sea mejor o peor.
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