Pelicula:

(Esta película forma parte de la sección Panorama Andaluz del 20 FESTIVAL DE CINE EUROPEO DE SEVILLA - SEFF'2023).

Hugo Ruiz (Calatorao, Zaragoza, 1973) es un buen ejemplo de que en cine no hay edad para iniciarse: aunque fue un cinéfilo irreductible desde niño, hasta los 35 años, en 2008, no se dedicó a la ardua tarea de hacer películas, habiendo estado hasta entonces inmerso en el siempre proceloso negocio del ocio nocturno. Desde entonces ha rodado varios cortos, que han tenido buena acogida en festivales, pero cuando se ha pasado al largometraje con esta su ópera prima, Una noche con Adela, lo cierto es que, como se dice coloquialmente, ha partido la pana, se ha revelado como un director con ideas interesantes y con vistosas formas de ponerlas en imágenes.

La historia se ambienta en Madrid, durante una madrugada cualquiera. Conocemos a Adela, conductora de camiones de recogida de basura, funcionaria por tanto del Ayuntamiento de la capital. Es una mujer quizá en torno a los treinta y tantos años, muy entrada en carnes. La seguimos cuando saca dinero de un cajero, pero también cuando un grupo de borrachos en coche se meten con ella, hasta que uno de aquellos descerebrados, el más gallito, la aborda en la calle y, tras algunas insinuaciones sin respuesta, la empuja hasta un callejón oscuro donde en principio intenta violarla pero después, cuando descubre el dinero que acaba de sacar la mujer del cajero, se lo quita y se marcha... o eso intenta, porque no llega muy lejos... Veremos después a Adela volviendo a lo que parece el lugar donde se reúnen algunos de sus colegas de trabajo, aunque no está claro si es un piso que comparten o una dependencia municipal. Allí se pega algún que otro “tirito” de coca, y se marcha de nuevo a la calle. Desde el camión habla con Gemma Nierga, que dirige el programa radiofónico de madrugada Hablar por hablar, y le anuncia que esa noche va a hacer mucho daño a algunas personas...

De entrada lo más llamativo de Una noche de Adela es que esté rodado con la técnica del falso plano secuencia: teóricamente toda la acción sucede ininterrumpidamente, sin cortes, aunque, evidentemente, hay algunos. Sí, como en 1917, la famosa película de Sam Mendes ambientada en la Primera Guerra Mundial, aunque Ruiz ha manejado un presupuesto trescientas veces inferior, que se dice pronto...

Esta primera película de Hugo Ruiz, quizá no tan sorprendentemente, ha sido premiada en el prestigioso Festival Tribeca, el certamen auspiciado por Robert de Niro, con un galardón equivalente al de Mejor Director Novel. Y, ciertamente, vista la película, se entiende. Porque aunque tiene fallos de principiante, como caer en su propia trampa al idear una historia rodada en un supuesto plano secuencia que no nos ahorra, lógicamente, las largas caminatas de la protagonista por las calles de Madrid a altas horas de la madrugada (lo que podría haberse –y habernos...- ahorrado habiendo planificado que los lugares donde se rodaban las escenas estuvieran más próximos entre sí), la película tiene una evidente fuerza, comenzando como una intriga que va creciendo poco a poco, conforme vamos viendo que la protagonista (en el fondo una víctima que ha decidido vengarse) es una caja de bombas ambulante, para llegar a una parte final auténticamente brutal, no tanto por presentar una violencia expresa sino más bien una violencia oral y, especialmente, situacional.

Porque la película es, en buena medida, un ajuste de cuentas contra una cierta forma de entender la vida, la de personas, o familias, que dicen ser una cosa (en este caso una ferviente familia católica), pero después se comportan de forma muy distinta, incumpliendo sistemática, consciente y reiteradamente los preceptos de su propia religión, o de su propia ideología. En ese sentido, Una noche con Adela, además de un thriller, en el que se va cociendo a fuego lento la intriga (a la manera en que lo hace Tarantino, uno de los cineastas de referencia de Ruiz, según sus propias declaraciones), es también un drama, el drama de una mujer que ya desde su infancia se sintió desvalida y humillada en la familia que la acogió (aunque realmente “no” la acogió; no diremos más para no incurrir en “spoiler”), expulsada del hogar que debía ser protector y metafóricamente arrojada a los leones, convirtiéndola, como ella misma dice, en una “ruina humana”.

Dirigida con una sorprendente solvencia por un cineasta que hace con este su primer largo, ensamblando con pericia los distintos planos-secuencia reales que conforman el falso plano secuencia global, la película, como decimos, tiene errores, pero no empañan la sensación de que, ciertamente, es un film que podría llegar a convertirse en eso que se suele denominar “de culto”, por la brutal forma de exponer su historia y el tremendo giro de guion que conforma su meollo, una historia en la que, es cierto, se aprecian reminiscencias del título que, según el propio Ruiz, le marcó en su convicción de que algún día se dedicaría al cine: Taxi driver, la seminal película de Scorsese, en cuyo protagonista, Travis, es evidente que se mira, a sexo cambiado y con el doble o triple de peso, la Adela que protagoniza esta historia.

Film sobre el gran daño que pueden hacer en la infancia y la adolescencia las ideas rígidas, sin flexibilidad, en la familia, y especialmente cuando no se predica con el ejemplo, parece también, en el fondo, un ajuste de cuentas con respecto a esa educación represiva que está más pendiente del “qué dirán” que de formar en cariño y libertad a la prole. Ruiz tiene buena mano para introducir elementos tangenciales que van encaminando al espectador para que tenga una cierta idea de por dónde van los tiros, como en la escena en la que vemos, al fondo del plano, en un televisor, un documental sobre el cuco y su conocida peculiaridad de poner sus huevos en nidos de otros pájaros, finalmente una cierta metáfora de lo ocurrido con la propia protagonista y sus padres. Película catártica donde las haya, nos descubre un nuevo talento que, si en esta su ópera prima, con sus defectos, ya nos da tanto, es de esperar que en sus siguientes proyectos nos dé buenos, muy buenos momentos de cine.

Gran trabajo de Laura Galán, la carismática protagonista de Cerdita, que se enamoró del papel y se lanzó de cabeza a hacerlo, siendo un personaje, ciertamente, complicado y en el que ha de realizar un esfuerzo demoledor, una composición absolutamente desgarradora. Gemma Nierga, la famosa locutora radiofónica, se presta a colaborar con su voz, como si aún presentara el programa que la hizo famosa en las noches de España, Hablar por hablar, y pone bien el contrapunto juicioso a la evidente insania de la protagonista, como decimos víctima y verdugo a la vez.


(26-11-2023)


 


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Una noche con Adela - by , Nov 27, 2023
3 / 5 stars
Una venganza brutal