Rafael Utrera Macías

La página oficial de Radio Televisión Española (RTVE) dispone, junto a otras opciones, de un “servicio a la carta”. La persona interesada puede, ante la misma, elegir entre las secciones “Documentales” y “Filmoteca Española”; un rótulo informa de estar frente al “mayor fondo audiovisual de España” y, tras el mismo, se nos oferta abrir una de las cuatro siguientes ventanas: “No-Do”, “Películas”, “Cortometrajes” y “Documentales”. Si nos decidimos por la primera, Noticiarios No-Do, se nos invitará a seleccionar una fecha o un determinado número del noticiario; marcada una u otro, el buscador nos llevará a la selección efectuada y, en la misma, encontraremos un panel indicador con el índice del capítulo de nuestro interés; si así lo estimamos, procederemos al visionado de esa película, en parte, seleccionando la noticia concreta que buscábamos, o viéndola en su totalidad. Aparte de tales bloques, otros apartados diferentes la complementan: “Más contenidos de No-Do”, “Revista Imágenes”, “Archivo real de Alfonso XIII”, “Archivo histórico”, “Sobre No-Do” y orientaciones para “Investigadores”.

El servicio que esta página proporciona, a día de hoy, es el resultado de un esfuerzo realizado por entidades oficiales durante largos años; el lento proceso de catalogación, digitalización, estructuración según patrones y formatos, junto a otras complejas actividades técnicas, han dado como resultado el que, desde hace poco tiempo, tengamos un excelente servicio, capaz de adentrarse en nuestra propia casa y darnos la información requerida en cada uno de los elementos audiovisuales que lo hacen posible, sea ipad, teléfono móvil o cualquier otra modalidad capaz de conectar con la mencionada página oficial. En este artículo (I) y en el siguiente (II), procederemos a dar alguna información sobre la historia de No-Do, haciendo especial hincapié en el nacimiento y conformación del mismo, el interés político por el que se creó, la manipulación franquista del mismo, el valor histórico del material audiovisual, junto a otras consideraciones, a las que no son ajenas ni el final del mismo ni la utilización, tan irónica como satírica, en películas españolas de ficción.


El “No-Do” antes del No-Do

La historia del reporterismo cinematográfico nos lleva a los mismos comienzos del cinematógrafo; en efecto, las películas de Fructuoso Gelabert, filmadas al final del siglo XIX, como las de Ricardo de Baños, a principios del XX, seguidas de las producidas por Antonio Tramullas, Ignacio Coyne, José Gaspar, Enrique Blanco y Alberto Arroyo, entre otros, permitieron conocer de primera mano tanto la visita a Barcelona de la reina regente, Doña María Cristina, como los sucesos de la “semana trágica”; la guerra del Rif o el atentado anarquista en la boda de Alfonso XIII; las corridas de toros con los mejores espadas o el documental sobre el propio toro de lidia. Más adelante, las marcas francesas Pathé y Gaumont comercializaron, con éxito, informaciones de interés mundial, lo que no impidió a alguna casa española, la productora “Studio Films”, editar 50 números de su “Revista Studio”, dirigida por los cineastas Fontanals y Solá, tras la experiencia adquirida en los estudios franceses.

El auge de los noticiarios norteamericanos, producidos por Fox, Paramount, Metro y Universal, principalmente, entraron en abierta competencia con las francesas citadas, aunque tampoco impidieron el éxito de la alemana Ufa, primero, y de la italiana Luce, después. Y ello, sin perder de vista que, con mayor o menor fortuna, empresarios españoles promovieron el negocio de las “actualidades” como fue el caso de Manuel Noriega con su “Ediciones cinematográficas de la Nación”, junto a otros que, poco después, presentaron “Actualidades sonoras españolas” o “Información cinematográfica española”.

Durante la guerra civil, los movimientos políticos anarquistas y anarcosindicalistas se convirtieron en productores de películas con el fin de difundir tanto su ideología como los éxitos conseguidos en campaña; los 30 números de “España Gráfica” pueden servir de ejemplo. Del mismo modo, las facciones franquistas crearon el primer noticiario de la España nacionalista que, desde el nombrado “Departamento Nacional de Cinematografía”, dirigió, durante 1938 y 1939, Joaquín Reig. Terminada la contienda, diversos noticiarios extranjeros se disputaron su proyección en los cines españoles; el norteamericano “Fox Movietone” y el alemán “Actualidades Ufa” fueron los preferidos del público.


El nacimiento de No-Do

Precisamente, “Actualidades Ufa” filmará el atentado contra el ministro del ejército, general Varela, que tuvo lugar el 16 de agosto de 1942, en la bilbaína basílica de Begoña y cuya actuación fue atribuida a exaltados falangistas. Esta entidad cinematográfica perdió la exclusividad de la información al verse obligada, por decisión gubernamental, a compartirla con los noticiarios Fox y Luce. Las instancias oficiales, representadas por el ministro general del “Movimiento”, José Luis Arrese, y por el vicesecretario de Falange (F.E.T. y de las J.O.N.S.), Gabriel Arias Salgado, evidenciaron la necesidad de monopolizar este tipo de información audiovisual, del mismo modo que se estaba haciendo con la prensa y la radio. Establecido el diseño del nuevo “informativo” y reglamentado su sistema de funcionamiento, se procedió a la elaboración del mismo y a proyectarlo en salas a la mayor brevedad. Para la dirección se designó a Joaquín Soriano quien, con fecha 4 de enero de 1943, estrenará en numerosos cines comerciales de toda España el primer No-Do de la historia, denominación procedente del acrónimo formado por las dos primeras sílabas de los sustantivos “noticiario” y “documental”.

Como no podía ser de otro modo, el No-Do ofreció imágenes de Francisco Franco trabajando en su despacho oficial al tiempo que una retórica y grandilocuente voz en off dejaba oír la siguiente información no exenta de significativo mensaje: “En el palacio de El Pardo, como en otro tiempo en su cuartel general, el Jefe del Estado, caudillo victorioso de nuestra guerra y de nuestra paz, reconstrucción y trabajo, se consagra a la tarea de regir y gobernar a nuestro pueblo. Siguiendo el ejemplo de Franco, todos los españoles tenemos el deber de imitarle, y lo mismo que él dedica su inteligencia y su esfuerzo, su sabiduría y prudencia de gobernante a mantener nuestra patria dentro de los límites de una paz vigilante y honrosa, cada uno, en su esfera de acción y de trabajo, ha de seguir esta línea de conducta, sirviendo lealmente la misión que le está encomendada y que, en definitiva, redundará en beneficio de nuestra nación y de nuestro pueblo”.

De la misma manera y con semejantes recursos icónicos y verbales, una secuencia de No-Do servía para mirarse a sí mismo y definir los objetivos, intenciones y funcionamiento del informativo oficial: “El noticiario español viene a ocupar su puesto de trabajo y de divulgación en esta empresa honrosa junto a camaradas de la prensa y de la radio. No-Do cuenta con una información rápida y completa de todos los sectores de la vida nacional y del extranjero. Las operaciones de selección, montaje y sincronización se realizan rápida y eficazmente. Todos sus trabajos se efectúan en laboratorios españoles dotados por la superioridad de los necesarios medios técnicos. Una perfecta organización garantiza en todo momento la distribución rápida por todo el ámbito nacional. Realizaremos un esfuerzo constante para cumplir sin desmayo el lema de nuestro noticiario: “El mundo entero al alcance de todos los españoles”.


El mundo entero al alcance de todos los españoles

La simbología de No-Do, con sus correspondientes significaciones y connotaciones, viene representada en las distintas cabeceras que, a lo largo de su historia, ha ido ofreciendo, en función de circunstancias concretas, casi siempre en relación con Europa o con el resto del mundo. La primera cabecera estuvo conformada por imágenes de campanas, un águila, con fondo de globo terráqueo desplazado desde España al resto del mundo; la bandera roja y gualda con el escudo imperial. Sucesivos rótulos han señalado: Documentales cinematográficos No-Do / Presenta / Noticiario Español, a lo que sigue un número y una letra. La sintonía, compuesta a tal efecto por el maestro Parada, acompaña a los iconos y gráficos señalados sin que falte el lema: “El mundo entero al alcance de todos los españoles”.

Semejante falacia, en momentos de agónica autarquía, ponía en evidencia el tratamiento que No-Do debería dar tanto a noticias españolas como a informaciones extranjeras. A partir de aquí, será pieza fundamental en las sesiones cinematográficas de todos los cines españoles, precediendo a la película motivo de exhibición. Una mayoría de espectadores recibía gustosamente la información ofrecida desde el mismo; por el contrario, una minoría prefería consumir el cigarro en la entrada antes que ver las seleccionadas imágenes del oficialísimo noticiario acompañadas de tan retórica banda sonora.

Las posteriores cabeceras procederán a eliminar algunos elementos (el águila, primero, el escudo, después) y a sintetizar otros. El mapa de Europa, cuando el mercado común sea un propósito en ciernes, y una diversidad de banderas, precederán a la nueva denominación “revista cinematográfica española”; de manera que una cabecera más neutra y menos politizada vino a sustituir a las muy patrióticas anteriores.


Temas

Durante la década de los años 40, la Segunda Guerra Mundial se convirtió en tema recurrente, como era lógico. Sin embargo, los investigadores del No-Do han destacado que, frente a la germanofilia del régimen, no se caracterizó el informativo por seguir los mismos derroteros; el desembarco de Normandía fue ofrecido desde ambos bandos. Y se ponía el énfasis correspondiente en la consabida “neutralidad” española. Hasta los campos de concentración nazis tuvieron cierta presencia entre aluviones de imágenes del extranjero. La visita a España de personalidades políticas, tal como Eva Perón, o artísticas, como Jorge Negrete o Sofía Loren, convertían las páginas de No-Do en atractivos espacios sociales que deslumbraban a todo tipo de espectadores.

La vida oficial española venía reflejada en variadísimas actividades donde el equipo gubernamental de cada etapa era sujeto activo de las mismas. Y acontecimientos como las celebraciones del 18 de julio, del desfile de la victoria, entre las más significativas, copaban la programación de No-Do en las fechas correspondientes. Otras, como las inauguraciones de puentes, pantanos, etc., eran materia recurrente en las páginas cinematográficas dedicadas a la agenda oficial donde “el Caudillo” tenía destacada presencia. Tras una cierta apertura al exterior, la llegada de embajadores, presentando ceremoniosamente las cartas credenciales a “Su Excelencia”, fue motivo de obligada mostración en el guión del noticiario.

Los apartados dedicados a toros y fútbol fueron piezas capitales del entretenimiento y la diversión; y ello, dado el sistema de distribución del noticiario, como ahora se dirá, sin importar demasiado que, corrida o partido de altos vuelos, se hubiera celebrado meses antes; del mismo modo que las imágenes relativas a la celebración de la Navidad fueran noticia para relajados espectadores de cines de verano.

Es ocioso señalar que los factores considerados negativos por el gobierno estaban ausentes en No-Do, de manera que catástrofes de diverso tipo, huelgas de mineros o estudiantes, actividades de los maquis, noticias ofensivas procedentes del extranjero, penas de muerte llevadas a cabo, etc. etc., quedaban marginadas y eliminadas de las correspondientes escaletas.


Mil palabras para una imagen

Como se ha podido comprobar en los fragmentos antes señalados, la voz en off y, en su conjunto, la banda sonora, tiende a “dirigir” el carácter de la noticia con mayor grado de elocuencia de lo ofrecido por la propia imagen; se confecciona así un estilo, intencionadamente retórico, que satura de verbalidad, cuando no de verborrea, la información. El uso de los silencios pertenece a un código restringido en la gramática esencial de este montaje. Sólo con el tiempo y la incorporación de algunas nuevas tecnologías, se irá modificando tal estructura comunicativa. Del mismo modo, la vinculación de No-Do a otras diferentes instancias administrativas, como Televisión Española, afectará a su general estructura y, en consecuencia, a nuevos planteamientos sobre su sentido y finalidad política.

La producción del noticiario estuvo en función de cada una de sus etapas; a una primera, cercana a su nacimiento, la influencia de la tecnología alemana se hizo sentir; con posterioridad, los materiales procedentes de otros noticiarios extranjeros se incorporarían a los informativos españoles y, desde 1957, No-Do se vincularía a la Asociación Internacional de Noticiarios.

Sintonía de No-Do:
https://www.youtube.com/watch?v=hBugK3YM_Js


Próximo artículo:

El NO-DO ENTERO AL ALCANCE DE TODOS LOS ESPAÑOLES ( y II)