Pelicula:

A Paco Ortíz (Huelva, 1978) le tenemos ley por algunos de los interesantes documentales que ha dirigido en los últimos años, tales como 13. Miguel Poveda (2013), Matilde Coral: acariciando el aire (2016), y, sobre todo, Algo salvaje: la historia de Bambino (2021). Como se ve, hasta ahora se había decantado mayormente por pelis sobre figuras del cante jondo o la copla, en cualquier caso relacionados con el flamenco, aunque no de forma exclusiva. Ahora afronta otro biopic documental, esta vez el de Aníbal González, el que fuera diseñador de la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929, y ciertamente una figura señera dentro del arte y la cultura hispalense.

Ortiz opta por un tratamiento no demasiado original, sino más bien el que se suele utilizar en estos casos, con dramatizaciones, entrevistas a personas (más o menos) expertas en la figura de González, y documentos visuales y sonoros de la época. De esta forma iremos conociendo mejor a la persona y el arquitecto, iniciándose con un narrador en off que resulta ser el nieto del biografiado, para después ir dando entrada a personalidades del mundo de la cultura, el periodismo y las artes, que nos hablarán de la importancia de Aníbal en la modernización de Sevilla, que hasta su eclosión a principios del siglo XX era una ciudad cateta que había olvidado ya su grandeza de la etapa en la que fue el puerto único de entrada de los navíos de Indias, lo que la convirtió en, de hecho, la capital del mundo conocido.

Se suceden las manifestaciones de gentes de peso en la cultura, como el profesor y crítico de cine Carlos Colón, los periodistas Mercedes de Pablos y Francisco Correal, el arquitecto Víctor Pérez Escolano y el historiador Eduardo Rodríguez Bernal, entre otros. Conoceremos así los primeros pasos en los estudios de Aníbal, sus proyectos iniciales en la ciudad (casa de Laureano Montoto en calle Alfonso XII, edificio del centro comercial Ciudad de Londres…), pero también fuera de ella, como el casino de Aracena, en la provincia de Huelva, siendo un joven profesional inquieto en una urbe extremadamente conservadora; todo ello antes de que, tras la idea lanzada por el militar Luis Rodríguez Caso de hacer una Exposición Iberoamericana en Sevilla, fuera el proyecto de Aníbal el elegido para ello, lo que daría lugar a una auténtica revolución en la ciudad, con edificios como, sobre todo, la Plaza de España, que se convertirá desde entonces en uno de los más reconocibles iconos de Sevilla, una edificación que sufrió varios cambios en su ejecución hasta quedar como está actualmente. Este proyecto de la Exposición se convirtió en un asunto de estado, no solo sevillano, lo que daría lugar a que, ante la lentitud que evidenció Aníbal en llevarlo a cabo, el gobierno de Primo de Rivera situara al comandante cordobés José Cruz-Conde (que fue también alcalde de su ciudad) al frente de las obras para terminarlas en su plazo, como así fue, lo que para González supuso, como era de prever, un fuerte varapalo moral; aunque se mantuvo al frente de la construcción de la Plaza de España, ello supuso otro bajonazo para su innata salud enfermiza.

Se nos contarán también algunas otras circunstancias de su vida, como su matrimonio, sus hijos, su fervoroso credo cristiano (como Gaudí, curiosamente, el otro gran arquitecto español de la época), su relación profesional con el paisajista francés Forestier, que remodeló el Parque María Luisa para integrarlo en la Exposición Iberoamericana, y el intento de asesinato que se perpetró contra Aníbal, aunque el hecho de que sus autores fallaran tres disparos a muy corta distancia hace pensar, según los expertos, que se buscaba publicitar su causa obrera más que realmente matarlo; este fallido atentado será precisamente una de las escenas que Ortiz y su equipo dramatizan para la película.

Estamos entonces ante un documental clásico, con entrevistas, imágenes (fotos y reportajes fílmicos de la época, vídeos actuales de monumentos) y dramatizaciones, como queda dicho, a través de todo lo cual obtendremos una imagen cabal de este hombre cuya obra arquitectónica tuvo una clara inspiración historicista, con una afortunada y muy personal combinación de piedra y ladrillo en fachada, que se convirtió prácticamente en su marca de fábrica. Miembro más visible de una generación de arquitectos que reinventaron la ciudad, uno de los grandes redefinidores de la Sevilla moderna, la obra de Aníbal González supondrá en la práctica una fusión entre la antigüedad y la modernidad. Su obra magna, la Exposición Iberoamericana de 1929, se convertiría en toda una apuesta por la modernización de la ciudad, y de ella vivió Sevilla, urbanísticamente hablando, hasta la nueva reordenación que tendría lugar para la Expo’92.

Con una bonita música de Pablo Cervantes, elegante y solemne, con un toque melancólico, el documental está filmado con sencillez, resultando razonablemente ameno, siendo, a nuestro parecer, un producto correcto aunque poco creativo. Y es que en conjunto parece demasiado académico, demasiado clásico, arriesgando más bien poco y ajustándose sin comerse mucho el coco al esquema habitual del documental hagiográfico. Es cierto que cuenta con buenos materiales documentales y con preparados expertos, pero el conjunto resulta más bien monótono y monocorde. Ciertamente, nos parece que es un producto bastante inferior al que el mismo Paco Ortíz dedicó al gran Bambino.

(13-09-2024)


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76'

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Aníbal, el arquitecto de Sevilla - by , Sep 13, 2024
2 / 5 stars
Una figura crucial en la modernización hispalense