Pelicula:

Esta película está disponible en el catálogo de Netflix, Plataforma de Vídeo bajo Demanda (Vod).

Desde que Pixar inauguró la animación por ordenador con la seminal Toy Story (1995), la gran mayoría de los países con una cinematografía medianamente importante han echado su cuarto a espadas en esa técnica, como cabía esperar. Es el caso de Francia, país de origen de esta Ballerina, que evidentemente quiere jugar en las grandes ligas de la animación digital, aunque da la impresión de que, aunque técnicamente podría hacerlo, no tiene la personalidad de productos como los de Pixar.

La acción se desarrolla en 1879 en París, que se afana en los preparativos de los fastos del Primer Centenario de la Revolución de 1789. En ese contexto, conocemos a Felicia y Víctor, dos huérfanos que (sobre)viven en un torvo orfanato, en el que los preceptores parecen más bien carceleros; ambos niños sueñan con un futuro mejor; Felicia, con ser una gran bailarina de ballet clásico, Víctor, con ser un importante inventor. Cuando finalmente consiguen escapar del orfanato, a su llegada a la capital se darán cuenta de que vivir allí, y descollar, es muy difícil. Se separan para verse más tarde; Felicia llega a la Ópera de París, donde queda extasiada ante el maravilloso ensayo de la “prima ballerina”, que interpreta El lago de los cisnes, de Tchaicovsky; conoce a Odette, una modesta mujer de mediana edad de amargado carácter que hace tareas de limpieza en el edificio de la Ópera, quien la salva de las iras del conserje y se la lleva a la casa donde presta servicio doméstico. Allí Felicia conoce a Camille, una chica de su edad que ensaya para ser una gran bailarina, para dar gusto a su madre, una mujer intolerante y egoísta, la propietaria de la casa, que desprecia a Felicia y a Odette. Cuando una carta de la Ópera (gracias a los contactos sociales de su madre) llega invitando a Camille a ensayar en la venerable institución, Felicia concibe suplantar a la chica bien...

Tiene Ballerina una suntuosa calidad formal, con un dibujo antropomorfo, aunque no busca demasiado el realismo de las figuras humanas. Presenta un evidente gusto por los movimientos de cámara rebuscados, un punto ampulosos, lo que puede parecer un recurso de “nuevo rico”, o de cineastas que tiran de artillería pesada cuando a lo mejor hubiera sido mejor usar el florete. Tiene buenas escenas de acción, aunque algo fantasiosas y exageradas.

Gusta la vistosa reconstrucción del Paris de 1879, el París de la fundación del Palacio de la Ópera, lo que sucedió en 1875, también dentro de los fastos centenarios: el París de entonces es un paisaje lujuriante en el que situar cualquier historia, y en este caso permite imaginar cómo era aquella capital francesa que solo un siglo antes había mandado a por tabaco a la disoluta monarquía absoluta, cambiado por completo las relaciones interclasistas y alumbrado un fascinante mundo nuevo en el que todo podía ser. Ese centenario se caracterizó, entre otras cosas, por la construcción de una serie de iconos arquitectónicos que perdurarían en el tiempo, convirtiéndose en símbolos tan famosos como la Torre Eiffel o la Estatua de la Libertad, que el pueblo francés regaló al norteamericano con motivo del primer aniversario de la constitución de los Estados Unidos.

Por el contrario, los diálogos de Ballerina no son especialmente brillantes, sino más bien mediocres, y el humor físico, abundante, no está muy conseguido. Se diría que le falta al film cierta dosis de personalidad, siendo los protagonistas demasiado deudores de otros héroes de pelis similares, con la prota que persigue su sueño (otra vez...) hasta alcanzarlo, y su amigo apocado que tendrá que sobreponerse a duras penas a su timidez y patosidad para conseguir su objetivo, el amor de la chica y triunfar en la profesión que quiere ejercer. El “malo”, en este caso la “mala”, la opulenta Regine, es una especie de compendio de los villanos de la animación clásicos: esa madre ricachona es a la vez la Madrastra de Cenicienta, la Bruja de Blancanieves, el Yafar de Aladdin, el Capitán Garfio de Peter Pan y el Scar de El rey león, todo ello en una sola figura, una mujer cruel y vesánica, uno de esos villanos químicamente puros que tienen en Disney su mejor valedor. Con ella se hace un acre retrato de la arrogante clase alta, pintada como el súmmum de la crueldad y el sadismo, un estrato social con aires de superioridad y artes de felonía.

Llama la atención la utilización de algunas técnicas ya ensayadas en clásicos del cine que elogia la épica del esfuerzo, como la famosa “dar cera, pulir cera” de Karate Kid, aquí convertida en hacer tañer una campana sin que el agua sobre el que la protagonista tiene que saltar produzca ondas ni siquiera salpique, en una de esas fórmulas que, ciertamente, ya suenan un tanto a “déjà vu”.

No obstante lo cual, el conjunto es agradable y reconfortante, aunque no especialmente original; transmite alegría de vivir, o mejor en francés, que lo dicen de una manera que ya pone contento: “joie de vivre”. En la interpretación artística es interesante también su apuesta por la pasión antes que la técnica, sin desdeñar esta.

Los directores, Eric Summer y Éric Warin, parecen haber sido escogidos en función de sus carreras: el primero es un bragado cineasta curtido en decenas de productos audiovisuales, en especial series de corte policiaco, un profesional capaz de poner en imágenes cualquier historia; el segundo, por su parte, aporta la experiencia en el dibujo animado, en el que es especialista. Es cierto que no hubiera venido mal que alguno de ellos, o los dos, fueran también gente de cierta personalidad artística, lo que no es el caso.

Nota a pie de página: parece que los guionistas se han dejado llevar en exceso por las licencias artísticas, en especial por los anacronismos: en 1879 no existía el gramófono, con el que Felicia y Camille, como lo más normal del mundo, ensayan sus números bailables, ni, desde luego, una motocicleta como la que aparece en la película, que recuerda la que usaba Steve McQueen en La gran evasión (1963), que ya es licencia, por no decir imaginación...

(13-08-2020)


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89'

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Ballerina - by , Aug 14, 2020
2 / 5 stars
En el París del Centenario de la Revolución