Pelicula:

Richard Lester fue el “enfant terrible” del cine británico de los años sesenta. No se inscribía, evidentemente, en los parámetros existencialistas y airados del Free Cinema, pero tampoco en el encorsetado cine inglés que se hacía (Mackendrick aparten) en los cincuenta. Su cine fue un cine libre, desprejuiciado, muy influido por la estética pop de aquella década. Su contribución a la modernidad se puede cifrar en varios títulos de aquellos “sixties”, fundamentalmente el díptico sobre los Beatles, ¡Qué noche la de aquel día! (1964) y Help (1965), además de algunas otras aportaciones no menos curiosas, como El knack... y cómo conseguirlo (1965), también en plena clave pop, pero sin desdeñar otras formas de hacer comedia, como la histórica de Golfus de Roma (1966), la más divertida mirada hacia el imperio romano que se haya hecho nunca. Durante los años setenta, tras el éxito del díptico sobre el clásico de Dumas, Los tres mosqueteros: los diamantes de la reina (1973) y Los cuatro mosqueteros: la venganza de Milady (1974), y algún film de culto como Robin y Marian (1976), hermosa y crepuscular mirada hacia el otoño del mito, fue fichado por el cine norteamericano para hacer las continuaciones del film de Richard Donner, Supermán (1978).

Antes de que llegaran esas continuaciones del cine de superhéroes (a las que Lester confirió, no obstante, su peculiar sentido del humor), el cineasta británico realizó esta coproducción anglo-norteamericana en la que Sean Connery (ya presente en la mentada Robin y Marian) era el vistoso reclamo de esta película de finales de los setenta, que buscaba contar una historia entre la aventura, el drama y el romance en el convulso paisaje de los últimos tiempos, hacia finales de los años cincuenta, en los que el general Fulgencio Batista ejerció como presidente totalitario de Cuba.

Un mercenario británico, Robert Dapes, es reclutado por el ejército del dictador para luchar contra las milicias castristas. Pero el extranjero pronto se percata de que la situación real, lejos de la que proclaman los gobernantes de la isla en una burda propaganda, es muy distinta: el pueblo cubano, harto de corrupción y de pasar hambre, está de forma abrumadora con las milicias de Fidel Castro...

Pero la mixtura entre aventura, romance (que también habrá, al encontrarse el mercenario en la isla con un antiguo amor) y ficción política no termina de cuajar en la película; quizá Richard Lester no fuera el realizador más adecuado, teniendo en cuenta que el inglés era más dado al humor sardónico que al análisis, siquiera superficial, de las situaciones políticas. Tampoco el tono como a lo Casablanca ayuda demasiado.

Eso sí, el film cuenta con un buen reparto: además de Connery, que siempre confería a sus personajes una dosis de autenticidad notable, aparece una Brooke Adams que en aquellos años estuvo en varios films recordables, como Días del cielo, la primera peli de Terrence Malik (antes de que se pusiera insoportable), La invasión de los ultracuerpos, la entonada nueva versión del clásico de los años cincuenta de Don Siegel, o La zona muerta, la estimulante versión que David Cronenberg hizo de la novela homónima de Stephen King. Además, Lester contó con veteranos secundarios tan seguros como Martin Balsam y Denholm Elliott. Como curiosidad, el film se rodó en buena parte en España, en escenarios naturales y arquitectónicos de las provincias de Sevilla, Cádiz y Granada.


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Duración

122'

Año de producción

Cuba - by , Jun 01, 2019
2 / 5 stars
Entre la aventura, el drama y el romance