Ciertamente la comedia española sigue dando palos de ciego: agostado que parecía, de pura náusea, el venero (por decir algo...) de la que en esta página denominamos como "comedia de fluidos" (véase ejemplos como el díptico de Torrente, Año Mariano o Gente pez), ahora se abre otra vía con esta lamentable El asombroso mundo de Borjamari y Pocholo, que parece ir en dirección contraria: aquí el motivo de la supuesta gracia es el hecho de que los dos protagonistas anunciados en el título son como los personajes centrales de Dos tontos muy tontos, imbéciles integrales, pero en vez de ser cutres son hijos de papá, superpijos, con el "o sea" permanentemente en la boca, o el "superfuerte" y similar.
Supongo que Enrique López Lavigne y Juan Cavestany, los directores (por cierto, hasta ahora de profesión productor ejecutivo y guionista, respectivamente), pretenden caricaturizar a la sociedad española de nivel de renta alto, pero lo cierto es que lo que hay es una desvaída sátira sobre estos sujetos engominados y sobre los años ochenta, década en la que los dos pánfilos protagonistas se han quedado anclados, tal vez porque su décima parte de neurona no les permitía evolucionar mínimamente con el paso del tiempo.
Pero la gracia que podía tener este a modo de engendro se acaba pronto, en cuanto nos acostumbramos a escuchar hablar con el seseo habitual de estos superpijos, y entonces ya lo que se enseñorea de la película (y, lo que es peor, de sus espectadores...) es un aburrimiento mortal, apenas sacudido por alguna escena como la de los dos moñas volando en un "tripi" e imaginándose en el papel de Mecano, nada menos, secuencia que, al menos, tiene cierto encanto naïf.
Y, encima, ni siquiera nos ahorramos la correspondiente escenita "de fluidos", con los dos adolescentes de mente pero cuarentañeros de cuerpo dándose una rijosa alegría solitaria para el ídem y depositando el material excedente en un calcetín. No, si al final va a resultar que este El asombroso... no es sino una parodia en clave pija de Isi/Disi. Amor a lo bestia... Lo malo de todo esto es que, como parece que la taquilla está respondiendo, igual tenemos más pocholadas como ésta en el futuro...
(12-12-2004)
90'