Exposados

Andy Tennant es un director americano cuya filmografía sobrepasa la media docena de películas. La mayoría ha sido realizada dentro del género de la comedia y cuando el argumento no lo es en puridad lo mezcla con toques de humor. Entre ellos podemos destacar los de Solo los tontos se enamoran (1997) y Por siempre jamás (1998), pero el ejemplo más claro de lo dicho es Como locos a por el oro (2008), su último film, perteneciente al género de aventuras, en el que como apuntábamos, no le faltan unas gotas de comicidad.

La fórmula la repite con Exposados (2010), cinta en la que mezcla la comedia romántica con el tema de la guerra de sexos con una intriga policiaca, centrada en el asunto de un policía, presunto corrupto, con escenas preñadas de persecuciones automovilísticas y las habituales situaciones convencionales propias de estos géneros.

Nicole Hurley es una periodista que es buscada por la policía por haber cometido un delito de tráfico, huir del agente que la multó, además de no presentarse a juicio. Acaba de separarse de su marido, Milo Boyd, que ha dejado el cuerpo policial y ahora ejerce la profesión de cazador de recompensas. A él precisamente le encargan buscar a su esposa, quien anda investigando el asunto que se trae entre manos un mafioso para escribir un sensacional artículo periodístico.

El guión de Sarah Thorp, aunque desde el inicio resulta bastante previsible, le saca mucho partido a esta mezcla de temas con algunas secuencias cómicas y otras con menos gracia, siendo los encuentros románticos de la pareja protagonista los que le hacen perder el ritmo, que adquiere carácter vertiginoso en las persecuciones y los enredos entre ambos.

El artesanal Andy Tennant sitúa en la cabecera del reparto a la reina de la comedia en estos momentos en Hollywood, la simpática Jennifer Aniston, y al actor de moda, el escocés Gerard Butler, que tras destacar en películas de acción como 300, ha ensayado últimamente en algunos títulos de comedia, caso de Posdata: Te quiero (2007), aunque en realidad no encaja mucho en este género por su aspecto rudo, sino mejor en los peplums, conformando una pareja muy desigual en lo físico, pero bien encajada en las profesiones de ambos: periodista y policía, respectivamente. La dirección saca su jugo a los dos protagonistas en los que centra casi toda la trama, resultando un film entretenido, agradable de ver, aunque simplemente para pasar el rato.