Bigas Luna, tras rodar la novela pornográfica Las edades de Lulú, se rehizo con una buena historia, bien contada, en Jamón, Jamón, que llamó la atención y consiguió algún que otro premio. Pero de nuevo vuelve a las andadas con Huevos de oro, un film lleno de mal gusto, diálogos malsonantes, escenas eróticas subidas de tono y un protagonista de lo más detestable que hemos visto en los últimos años en una pantalla.
Es la historia de Benito González, un joven arribista que no le importa nada ni nadie con tal de subir en la vida y llegar a ser un constructor importante en Benidorm. Tras una frustración amorosa en Melilla, se casa con la hija de un banquero para medrar mientras tiene una amante. Llega a la cumbre, pero con unos pies de barro y un pedestal tan falso, que será otra mujer la que le hunda en la mayor de las miserias.
Película que pretende exponer la visión de un macho ibérico que no confía más que en su potencia sexual, convertido en un semental avasallador y prepotente que terminará obteniendo su merecido. Si bien al principio del film el espectador le detesta terminará por tenerle lástima.
Film hecho con una escritura de trazo grueso, con concesiones a la galería y al mal gusto, a veces parece hecho por un cineasta amateur, por la escasa calidad de los diálogos, tomados en un mal sonido directo, las reiteraciones de las escenas y el acabado de algunas de ellas. Entre los intérpretes salvamos a María de Medeiros.
Huevos de oro -
by Francisco Casado López,
Oct 13, 2011
0 /
5 stars
Mal gusto
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