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Cuando Pierre, un profesor del Conservatorio Nacional Superior de Música de París, escucha a Mathieu tocar el piano en una estación de tren, reconoce su gran talento, le da su tarjeta y le ruega que le llame. El joven vive en un barrio obrero en el seno de una familia humilde, con padre ausente, cuya madre trabaja de noche para poder alimentar a sus hijos. Entre tanto Mathieu se relaciona con malas amistades, jóvenes delincuentes del barrio, que le incitan a cometer pequeños robos y a traficar con mercancías de dudosa procedencia. Lo único que lo salva de este ambiente es su afición a tocar el piano que aprendió gracias a un viejo profesor, vecino suyo, que vio en él cualidades para la música cuando era pequeño y que al morir le dejó su piano en herencia.
Su vida como delincuente estaba trazada cuando, tras cometer un robo menor es detenido por la Policía y acaba en la cárcel, pero su destino cambió en el momento que conoció al profesor que días antes le había visto tocar y a quien llama para que le saque, ya que su condena es conmutable a cambio de hacer servicios comunitarios y el profesor pide que sea en el Conservatorio.
Pierre cree que es un genio en potencia que hay que pulir, ya que toca magníficamente de oído y tendrá que aprender a leer las partituras, por eso le ayudará a reconducir su vida e intentará convertirlo en un pianista profesional. Pero éste tiene otra idea en mente para el joven rebelde: quiere que perfeccione su técnica y participe en el concurso nacional de piano que se celebra cada año en nombre del conservatorio, al que siempre acude uno de los chicos que estudian allí, por lo que el nuevo alumno tendrá que asistir a las clases de la intransigente profesora conocida como La Condesa, la mejor del conservatorio.
Un pianista que tocaba en el metro de París inspiró al director y guionista Ludovic Bernard, un apasionado de la música clásica, esta historia ficticia de pasión y talento, de reinserción y superación, a través de la música clásica, y la coloca como eje de su tercera película, que dirige de forma correcta, basada en lo que podía ser la vida de este joven.
Film previsible sobre este chico problemático y rebelde que hemos visto como argumento de otras muchas historias pero en este caso contada con buen gusto, con amor por el arte y sobre todo a la música, que resulta entretenida para los amantes de esa clase de partituras, con obras de piano de Liszt, Rachmaninoff, Bach entre otros, pero también con temas de grupos actuales como The Pixies, con un final emotivo y con cierto suspense.
Cinta que se disfruta por la eficacia de los actores como Lambert Wilson, Kristin Scott Thomas y el joven Jules Benchetrit, y los estupendos fragmentos musicales de temas clásicos al piano, muy bien interpretados, que para los aficionados a la música clásica son una delicia, al margen del argumento, que tiene un punto de intriga poco creíble, como igual ocurre en la relación de Mathieu y Anna.
Una película que mezcla comedia, drama y romance juvenil que habla de la importancia de tener talento y de cómo encauzarlo con trabajo y dedicación, que es un buen ejemplo de la utilización del piano en el cine.
106'