Hollywood sigue produciendo películas policíacas, más o menos truculentas, porque al público le sigue divirtiendo y entreteniendo descubrir misterios y enigmas sobre crímenes y asesinos. Y por otra parte siguen debutando en la dirección nuevos directores que por lo general provienen del medio televisivo, donde ya vienen con la experiencia de largo tiempo de trabajo en ese otro medio, por lo que de alguna manera saben poner ritmo a los productos tal y como los exige el público de hoy, totalmente impregnado de imágenes televisivas.
En esta ocasión se nos cuenta el caso de un policía y su compañero de equipo, quienes al ir a declarar en un juicio reciben un poema escrito. A partir de ahí se suceden las muertes, sobre todo de mujeres que conocen o han estado con el policía protagonista.
El guionista se las ingenia de forma que sospechemos de todo el mundo, incluidos los principales protagonistas, e incluso se permite el lujo de incluir un falso final para que cuando nos hayamos creído la resolución de la historia, todavía tenga recursos para sacarse de la manga una nueva, última y definitiva solución que deja a todos más satisfechos en cuanto al resultado, pero no en la justificación del mismo.
Se trata del debut cinematográfico en la dirección de Andy Wolk, quien lleva el film a buen ritmo para no aburrir y hacer pasar un rato entretenido, sabiendo manejar la maquinaria del cine americano para lograr un producto sin defectos.
La marca del asesino -
by Francisco Casado López,
Nov 04, 2008
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