Pelicula:

Si la primera película de esta saga, Crepúsculo, recaudó 70,6 millones de dólares en el primer fin de semana de su estreno en USA, este segundo capítulo ha duplicado la cifra, 141 millones de dólares, que es lo único que justifica que se haya hecho, ya que un éxito comercial así no se podía dejar escapar, por lo que la operación de marketing ha funcionado a la perfección, aunque caiga en casi los mismos defectos de la primera, con su romanticismo y su sentimentalismo de novela rosa, aunque con menos efectos especiales.


Esta segunda parte comienza donde acaba la primera y ofrece más de lo mismo, los románticos amores entre Edward Cullen y Bella Swan, la cual se queda muy desolada cuando él, sabiendo que su amor es imposible por pertenecer a mundos distintos y que puede ser descubierto por la comunidad, se marcha con su familia. Bella busca entonces refugio en su amigo Jacob, un indio secretamente enamorado de ella, que también guarda un secreto: es un hombre lobo. Este es otro de los escasos atractivos que ofrece esta nueva entrega y no creemos desvelar nada, ya que el film está hecho de cara a las fans lectoras de los libros de Stephanie Meyer, con más de diez millones de ejemplares vendidos en todo el mundo.


Las treceañeras acuden a ver esta producción y suspiran aliviadas cuando alguno de los efebos protagonistas muestra su perfecto torso desnudo. En este sentido es bastante blanco a la hora de mostrar el amor entre los amantes ya que se conservan castos sexualmente, en la línea del romanticismo de Romeo y Julieta, la obra de William Shakespeare que estudian en el instituto, que corre paralela al argumento de la cinta, sin que llegue a la tragedia, aunque a punto está cuando Bella se corta en una mano y un vampiro quiere atacarla al ver la sangre.


Esta vez no hay la sorpresa en los cambios acerca del mito vampírico llevado a cabo por la autora, cuya tradición queda destrozada, sino que va más dirigida a satisfacer a las espectadoras adolescentes, sustituyendo el terror por alguna escena de violencia en la lucha contra los lobos. El guión dilata demasiado las secuencias, haciendo que pierda el ritmo y que prolongue innecesariamente el metraje. El cambio de director apenas se nota, pero sí la mayor brillantez y luminosidad que da Aguirresarobe a la fotografía que no tenía la anterior, nimbada de grises que daban un tono bastante triste para justificar que los vampiros resistieran la luz del día, algo que esta vez se obvia por completo. En la banda sonora se sale ganando con la composición de Alexandre Desplat con una música más melodiosa a tono con el romance amoroso de los juveniles amantes.



La saga Crepúsculo: Luna nueva - by , Oct 09, 2017
0 / 5 stars
Segunda de la saga