Pelicula:

Claudia Piñeiro es una escritora, guionista de cine y televisión y dramaturga que tiene ya una cierta obra literaria. Además de varias series televisivas de corte llamativamente romanticón (en el peor de los sentidos de ese aumentativo...), de las que ha sido guionista, Piñeiro ha aportado la materia prima, mediante dos de sus novelas, para sendos films argentinos rodados en este siglo XXI, Las viudas de los jueves (2009) y Betibú (2014), y ahora, con Las grietas de Jara, hace su primer guion original para cine, junto al director Nicolás Gil Lavedra y el colibretista Emiliano Torres.

El caso es que Piñeiro se nos antoja una escritora un tanto sobreestimada: lo que hemos visto hasta ahora en España, en cuanto a las versiones de las mentadas Las viudas... y Betibú, no propician precisamente una buena impresión sobre ella. Si, además, como ocurre en este caso, esta Las grietas de Jara resulta ser un tramposo thriller que intenta conseguir (sin lograrlo) una atmósfera de intriga y tensión, nuestra consideración de Piñeiro baja aún más.

No es una buena película Las grietas de Jara. Y no lo es por una realización pedestre, debida a un cineasta, Nicolás Gil Lavedra, que hace con este su segundo largometraje, tras Verdades verdaderas (2011), y cuya caligrafía cinematográfica es ciertamente de una torpeza llamativa; por una historia mal contada, con una interpretación manifiestamente mejorable, incluso en actores tan seguros como Óscar Martínez, toda una institución en el cine argentino, pero que aquí anda como pollo sin cabeza, sin personaje stricto sensu, intentando, con encomiable esfuerzo por su parte, darle sentido a un “pájaro” que pasará de víctima a tunante sin solución de continuidad, sin motivaciones, un rol “sin carne” al que el bueno de Óscar da lo mejor que tiene, aunque no consiga gran cosa. Joaquín Furriel, que nos parece un solvente actor, aquí anda también bastante despistado.

Qué decir entonces de la siempre estupenda Soledad Villamil, abandonada a su suerte y obligada a, con frecuencia, sumirse en excesos interpretativos fuera de tono. Pero el que está absolutamente desacertado es Santiago Segura, un error de casting del tamaño de un rascacielos; el hecho de que el también director madrileño sea a su vez coproductor del film, a través de su empresa Bowfinger, debe estar detrás de la equivocadísima decisión de darle el papel del jefe de Furriel, y no solo porque Santiago intente penosamente una horrible aproximación al dulce acento porteño, sino porque no da, de ninguna de las maneras, el papel.

Y es una pena, porque Argentina tiene una más que acrisolada tradición de buen cine negro; yéndonos al Pleistoceno Superior, podemos recordar, en los años ochenta, films como Últimos días de la víctima o Tiempo de revancha, ambas de Adolfo Aristarain; en los noventa brilló, por ejemplo, Perdido por perdido, de Alberto Lecchi; y ya en el siglo XXI hemos tenido varios títulos interesantes, como Plata quemada, de Marcelo Piñeyro, El secreto de sus ojos, de Juan José Campanella, o Tesis sobre un homicidio, de Hernán Goldfrid.

Pero es que además el cine negro argentino ha tenido siempre como premisa su tono comprometido, su denuncia social, o política, mientras que esta Las grietas de Jara a la conclusión a la que llega es a la de asimilar integridad con estupidez, suponiendo que todos, antes o después, incurriremos en graves ilegalidades, cuando no en flagrantes delitos, y que no hacerlo es de tontos, de idiotas, no simplemente la forma de actuar de la gente honesta. Esa premisa de que no hay lugar alguno para la honradez en el mundo actual es uno de los más graves errores de esta, por lo demás, deficiente película, que ni funciona como thriller, ni como la (falsa) denuncia que finalmente es, y que se dedica a poner el ventilador para que la basura lo pringue todo, lo enmierde todo, lo encenague todo: cuando todos seamos ladrones, o estafadores, o violadores, o agresores, o asesinos, ya nadie se salvará, ya solo quedará la ley de la selva... Enhorabuena, Gil Lavedra, Piñeiro, Torres; enhorabuena: ahora todos somos mejores...



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94'

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Las grietas de Jara - by , Jul 20, 2018
1 / 5 stars
Identificar integridad con estupidez