Pelicula:

CRITICALIA CLÁSICOS


Esta película está disponible en los catálogos de Filmin y Amazon Prime Video.


Otto Preminger, emigrado desde Europa hasta Estados Unidos a mediados de los años treinta, cuando fue evidente que los judíos como él corrían grave peligro por la irresistible ascensión al poder del supremacismo ario del nazismo, rodó entre los años cuarenta y cincuenta un puñado de films de interés, como esta Laura (quizá la mejor de toda esa época), aunque su mejor etapa sería la de los años sesenta, con películas como Anatomía de un asesinato o Tempestad sobre Washington.

Laura, como decimos, se puede considerar su mejor película de las décadas de los años cuarenta y cincuenta, un desasosegante thriller plenamente inscribible en el género del cine negro que por aquel entonces estaba en pleno apogeo en Estados Unidos. La trama arranca sabiendo que la joven Laura Hunt ha sido encontrada muerta en su casa de un tiro disparado a bocajarro, en plena cara, por lo que la Policía investiga quién lo hizo. El teniente McPherson, encargado de la indagación policial, interroga a varios de los posibles sospechosos, pues cree que ha debido ser alguien de su entorno, dado que no hay signos de robo ni de otro tipo de motivaciones. Los más cercanos a Laura eran Waldo Lydecker, famoso escritor y periodista del que la joven era amiga íntima; Shelby Carpenter, su prometido, un tipo de evidente apostura, pero en el fondo un casanova del tres al cuarto; y Ann Treadwell, amiga de Laura pero también secretamente enamorada de Carpenter. La investigación sigue adelante, hasta que un inesperado giro de guion suponga un cambio drástico en las pesquisas...

La película está contada a menudo con flashbacks que recuerdan momentos en la relación de Laura con los sospechosos, lo que permite conocer las interioridades de esas relaciones, y profundizar en los caracteres de ellos, como el de Waldo, el más curioso de todos, un  tipo pedante y pagado de sí mismo que, sin embargo, se hará íntimo de Laura; su relación comenzó horriblemente por la intrínseca estupidez de él, quien, sin embargo, al darse cuenta de que ella era un auténtico diamante humano, se disculpa e inician una amistad supuestamente indestructible. Waldo es el mejor personaje, sin duda, del film, por encima incluso de Laura: sus diálogos son acerados, brillantes, extravagantes, irónicos cuando no sarcásticos, pero siempre muy finos; su presencia es siempre elegante, con “charme”; su amor por Laura, de corte platónico, le hará torpedear a los  novios que la chica sucesivamente irá teniendo. Menos interés tendrán los restantes personajes, en especial el que interpreta el prometido, Carpenter, un tipo al que se le ve a la legua (como así lo requiere su personaje) su falsedad, su tendencia a la mentira compulsiva para conseguir sus objetivos, en este caso el de casarse con Laura.

Pero quizá el personaje más curioso, o menos habitual, sea el del detective, el policía McPherson, un hombre que llega a desarrollar un amor necrofílico hacia la protagonista, hacia la mujer asesinada, un amor obsesivo que tomará también un sesgo distinto ante el giro de guion (que no se debe revelar para no caer en el “spoiler”) decisivo de la trama.

Hay una interesante lectura entre el amor platónico y el amor físico: el primero sería el de Waldo hacia Laura (platónico quizá por la críptica homosexualidad del hombre), pero que a ella no la llena, buscando el amor físico en el galán que supone Carpenter, aunque este, como ser humano, sea infinitamente menos atractivo que Waldo.

Con una narración elegante, serena, refinada; con una densa atmósfera negra, aunque suavizada por la belleza idealizada de la protagonista, a la que todos aman, en el fondo Laura es, fundamentalmente, una historia romántica, realzada por una hermosa fotografía en blanco y negro de Joseph LaShalle, de corte marcadamente expresionista, que obtuvo muy merecidamente el único Oscar que ganó la película, de los cinco a los que estaba nominada.

En la interpretación destaca la hermosa Gene Tierney, quizá en el papel más celebrado de su carrera, pero también Dana Andrews, que aquí conseguiría el primer gran éxito de su filmografía; Clifton Webb aportaba su clase personal al personaje de Waldo Lydecker, haciendo toda una creación; por debajo de su evidente talento, Vincent Price hace un tipo superficial, mundano, muy lejos de los personalísimos roles que años más tarde configuraría, en especial en inolvidables películas de terror.

(15-10-2021)


 


Dirigida por

Género

Nacionalidad

Duración

88'

Año de producción

Trailer

Laura - by , Oct 17, 2021
4 / 5 stars
La mujer a la que todos amaban