Pelicula:

Definitivamente, a los directores teatrales se les da bien cuando pasan a dirigir cine. Recuérdense los casos de Nicholas Hytner (La locura del rey Jorge, El crisol, The lady in the van), Sam Mendes (American Beauty, Camino a la perdición, Revolutionary Road) y Michael Grandage (El editor de libros), entre otros directores de escena que en su paso al cine han dado muestras de que su talento no se agostaba en las tablas teatrales.

Ahora es Josie Rourke, la actual directora artística del Donmar Warehouse (curiosamente, tanto Mendes como Grandage ocuparon ese cargo con anterioridad a ella), la prestigiosa institución teatral del Covent Garden londinense, la que ha dado el salto a la gran pantalla con esta vistosa versión de la vida y la muerte de Mary Stuart, en España conocida como María Estuardo, que fuera Reina de Escocia y pretendiente también a la Corona de Inglaterra, que ostentaba en aquel tiempo (segunda mitad del siglo XVI) Isabel I Tudor. La historia de María Estuardo, llevada varias veces al cine dado su interés, y no digamos su final (la reina fue decapitada por orden de su prima la monarca inglesa, que veía en ella, no sin razón, una peligrosa rival), es lo que se nos cuenta en este suntuoso film, que arranca con la escena en la que María, a los 44 años, es llevada hasta el patíbulo, para después, en flashback, volver hasta el momento en el que llegó a Escocia a los 19 años, tras haber enviudado un año antes del rey de Francia, Francisco II. En Escocia se desembarazará de los protestantes, siendo ella católica confesa, enemistándose con la nobleza local, lo que, a la postre, la llevará a su perdición. Previamente casará con un noble inglés, Lord Darnley, primo suyo, también Estuardo, del que tendrá un hijo que, con el tiempo, sería el primer monarca del trono unido de Inglaterra y Escocia, Jacobo I.

María, Reina de Escocia es, como hemos dicho, un vistoso relato histórico que, ciertamente, se toma bastantes licencias artísticas. No obstante, tenemos dicho que lo importante en el cine (también en el histórico) no es tanto su proximidad a la realidad como la verosimilitud y el interés de lo que se nos cuenta, y en ese sentido la ópera prima (quién lo diría...) de Josie Rourke cumple perfectamente su intención de narrarnos la historia de estas dos mujeres, María e Isabel, que jugaron un peligroso juego en el siglo XVI para intentar alzarse con el poder absoluto en la isla de la Gran Bretaña. Quizá si María no hubiera sido tan ambiciosa como para pretender el trono de Inglaterra, ni hubiera querido laminar a los protestantes, contrarios a su fe católica, hubiera tenido un final menos trágico, pero lo cierto es que, de una forma u otra, María no se conformó con el papel simbólico que el destino reservaba en aquellos tiempos a las soberanas, sino que quiso imprimir su propia impronta de gobierno, y ello sin duda le costó muy caro. En ese sentido, podría decirse que Estuardo fue una protofeminista, una feminista que no sabía que lo era, y que luchó contra una de las mujeres más poderosas de su tiempo, Isabel I, y contra sus propios aristócratas que confabularon contra ella: demasiados rivales, y demasiado peligrosos.

Film bien hilvanado, quizá adolece de cierta morosidad narrativa en su inicio, pero pronto toma la velocidad de crucero necesaria para este tipo de relatos, en los que las intrigas palaciegas, los desengaños amorosos, los consejos taimados, las decisiones inteligentes y las jugadas de farol se suceden. Rourke, como directora cinematográfica, se muestra pronto competente, sabiendo lo que se trae entre manos, e incluso se permite algunas preciosuras fílmicas como la escena en la que Isabel, celosa del estado de gravidez en el que sabe se encuentra su prima María, se coloca parte de su atuendo en la zona del vientre y, en el suelo, contempla su sombra encinta, una sombra que jamás se corresponderá con la realidad. La otra escena notable es la del encuentro (verídico) entre María e Isabel, cuando la primera, obligada a abdicar por sus nobles felones, viaja hasta Inglaterra para teóricamente pedir asilo, aunque su arrogancia y prepotencia no le facilitarán, precisamente, las cosas. Esa escena está rodada en una gigantesca tienda de campaña, una especie de jaima llena de velos, entre los que las dos monarcas van moviéndose, mientras dialogan sobre lo que desean, lo que pretenden, lo que quieren ser o lo que buscan; esas veladuras vendrán a ser las diplomacias a las que las dos se someten hasta que, dejadas atrás todas, enfrentadas cara a cara, María no podrá evitar decirle la verdad, su verdad, sobre sus pretensiones al trono de Inglaterra y su mejor linaje para reclamarlo.

Obra sólida y bien rodada, con la suntuosidad que se exige a este tipo de historias, el tiempo en el que vivimos nos permite asistir a zonas oscuras de las cortes que en otro tiempo hubieran sido inimaginables, como la supuesta homosexualidad del consorte de la reina María.

Gran trabajo de las dos protagonistas, Saoirse Ronan y Margot Robbie. No deja de ser curioso que la primera sea norteamericana de origen irlandés, y la segunda australiana, y ambas, sin embargo, den vida a las muy británicas monarcas escocesa e inglesa: las maravillas de la interpretación. En especial Ronan está soberbia, si bien Robbie tiene también un papel bombón, que anteriormente interpretaron actrices tan extraordinarias como Judi Dench y Cate Blanchett, y Margot no desmerece de sus trabajos, lo que, evidentemente, es todo un elogio.


(10-02-2019)


 


María, Reina de Escocia - by , Mar 31, 2023
3 / 5 stars
La sombra encinta