Después de seis temporadas en antena, con 94 capítulos, con notable audiencia, estaba justificado que, dentro de la política de adaptaciones de series de televisión al cine, hubiera una película. Tras obtener 415 millones de dólares de recaudación era previsible una segunda. Pero la secuela ha tenido malas críticas en su estreno americano, haciendo en el primer fin de semana algo más de un tercio que la primera, y de seguir así tal vez nos libremos de la tercera. La primera conservaba algo de glamour, de ironía y de crítica de los episodios de la tele, pero en ésta mucho de eso se ha perdido. Las cuatro amigas, la escritora Carrie, la sensata Miranda, la liberada Samantha y la ingenua Charlotte, se toman unos días de vacaciones en Abu Dhabi, invitadas, a gastos pagados, por un jeque árabe para asistir al estreno del film que ha producido. Esto es el motivo por el que el guión divide la cinta en dos partes, la primera que se inicia con una boda gay en Nueva York y la segunda ya en Oriente, en donde parece que nos hemos metido en las Mil y Una Noches, alargando así la historia demasiado. En el extenso relato se hacen apuntes sobre las crisis de las protagonistas, el matrimonio, la infidelidad, los celos, la guerra de sexos, la maternidad, el trabajo de la mujer, la homosexualidad, el turismo, el choque de civilizaciones, etc., pero de manera tan superficial que se ha perdido el sarcasmo y el humor inteligente de la serie, convirtiendo a las chicas en unas caricaturas. Contrasta que ante al desfile de modelos caros que dan envidia a las espectadoras y que invitan al consumismo, se oigan diálogos y chistes de doble intención, que tiran por tierra la elegancia de la serie. Ridiculiza a las pijas protagonistas con sus caprichos y gastos, haciendo parecer irreal que existan mujeres así y resulta inmoral el derroche consumista del jeque, tal como está la crisis. La diversión es más escasa esta vez, aburriendo a los no aficionados a la moda, ya que el guión tiene una débil trama donde cuelgan las pijadas de estas elegantes mujeres. La película es una especie de reportaje lleno de tópicos, diálogos frívolos y frases de equívoca intención. Hay homenajes a films clásicos como “Lawrence de Arabia” o “Sucedió una noche” y cameos de Liza Minnelli, Penélope Cruz y Miley Cyrus. La cinta no ofrece novedad en la puesta en escena de Michael Patrick King, que repite, y ha seguido el mismo modelo de la anterior, con un argumento estirado, con un trabajo más que aprendido de sus actrices después de tanto tiempo haciendo los mismos papeles.
Sexo en Nueva York 2 -
by Enrique Colmena,
Jun 09, 2010
0 /
5 stars
Modelitos en Abu Dhabi
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