Pelicula:

CRITICALIA CLÁSICOS


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La carrera de George Cukor abarca desde los comienzos del sonoro, en 1930, hasta principios de los años ochenta, con Ricas y famosas, más de medio siglo de feraz obra, si bien es cierto que hubo unas décadas mejores que otras. Para nuestro gusto las  más interesantes fueron las de los años cuarenta y cincuenta, en las que se sucedieron las grandes películas cukorianas por las que tiene un lugar de honor en cualquier enciclopedia de cine: hablamos de Historias de Filadelfia (1940), Luz que agoniza (1944), La costilla de Adán (1949), Ha nacido una estrella (1954), por citar las quizá más evidentes. Por supuesto, en otras décadas también interesó mucho, como sucedió en los años treinta con, entre otras, Las cuatro hermanitas (1933), una de las mejores versiones al cine del clásico de la literatura juvenil femenina Mujercitas, o en los sesenta, con El multimillonario (1960) y su vistosa My fair lady (1964).

Sin embargo, no siempre Cukor brilló a igual altura: esta Vivir para gozar nos parece un ejemplo de ello, sin que por ello pensemos que sea, ni mucho menos, un film fallido. La historia se ambienta en su tiempo histórico, a finales de los años treinta del siglo XX, en Estados Unidos. Conocemos a Johnny Case, un solterón que va a casarse, aunque sus amigos íntimos intentan impedirlo. La novia, de una familia rica, es Julia, y su familia, en especial su padre, no ve con buenos ojos el matrimonio, sobre todo por la muy distinta posición social de los enamorados. La hermana de Julia, Linda, es un espíritu libre que pronto sintoniza con Case, que es también poco dado a remilgos y mucho a la libertad. En el transcurso de la película veremos si Case finalmente se casa con Julia, o si la cosa termina de otra manera...

Sobre la obra teatral Holiday, original de Philip Barry, George Cukor presenta una comedia romántica muy en línea con esta clase de cine que Hollywood hacía en los años treinta, una década imbuida de cierto aliento liberal, casi libertario, tal vez en línea aún con el impulso renovador, progresista y reformista del New Deal. Incluso hay alguna crítica a los plutócratas que en aquella época denostaban el gobierno de Roosevelt en detrimento de “otros gobiernos” de Europa, en clara referencia al de los nazis; y es que estábamos en 1938, en la antesala de la invasión de Polonia por el Tercer Reich, que desencadenaría la Segunda Guerra Mundial, conflicto bélico en el que Estados Unidos sería renuente a entrar hasta el ataque japonés a su base de Pearl Harbor; ya entonces había una parte de la clase dirigente yanqui, mayormente de sus sectores conservadores, que buscaba un entendimiento fructífero con la Alemania de Hitler, traicionando con ello la tradición democrática de su país.

Pero el grueso del film va de la historia romántica a tres bandas, con los prometidos y una tercera en discordia, que finalmente se revelará como la persona adecuada, por amor y carácter, para esa boda. Con una narración sin fisuras, marca de la casa, con buenos y acerados diálogos, en los que sobre todo Cary Grant y Katharine Hepburn eran maestros, estamos ante una comedia romántica pero también de enredo, con dos peculiares personajes, el del protagonista masculino, individualista, hecho a sí mismo, pero con un muy particular sentido del humor, y el no menos interesante de la hermana de la supuesta novia, un espíritu libre dentro de una familia empingorotada y podrida de dinero, en la que el protocolo, las buenas formas y la educación más exquisita lo son todo. Habrá, por supuesto, una acerba sátira sobre las tonterías de la alta sociedad, en una comedia suntuosa pero que se ríe bastante de sí misma.

Con ciertos toques de humor absurdo y varios personajes (al margen de los protagonistas) también bastante peculiares, Vivir para gozar resulta una divertida locura, un canto al “joie de vivre”, a la alegría de vivir, con su poquito de mensaje en ese personaje principal que evita comprometerse profesionalmente hasta encontrarse a sí mismo y decidir qué quiere hacer con su vida. Pero como película, nos gustan más otros empeños cukorianos, sin que ello signifique, como hemos dicho, que esta cinta carezca de interés.

Muy bien Grant y Hepburn, una pareja que tuvo siempre muy buena química en las cuatro películas en las que compartieron cabeza de cartel, pero también buen trabajo de los intérpretes secundarios, que en el Hollywood clásico eran garantía de éxito.

(23-03-2023)


 


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95'

Año de producción

Vivir para gozar - by , Jun 22, 2023
2 / 5 stars
Un aliento liberal, casi libertario