Enrique Colmena

Ayer sábado 3 de febrero de 2024 tuvo lugar la ceremonia de entrega de los III Premios Carmen, organizados por la Academia de Cine de Andalucía. El acto tuvo lugar en la Casa Colón de Huelva, aprovechando la efeméride de que este año se cumple el cincuenta aniversario de la creación del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva, uno de los más importantes eventos cinematográficos del ámbito latinoamericano.

La gala estuvo conducida por Salva Reina y Martita de Graná, actor y actriz (el primero también productor, la segunda también “youtuber”), quienes, si bien comenzaron un tanto titubeantes, con esos chistes guionizados que te das cuenta que no le hacen gracia a nadie, pronto presentaron el que sería el “leit motiv” de la gala, la (al principio parecía que virtual, finalmente real) cesta de productos de la tierra, entre ellos un rotundo jamón (se supone que de Jabugo, Aracena o algún otro de los pueblos de Huelva peritos en el tema), que se llevaría el premiado que en su discurso de agradecimiento fuera más corto, más parco, para intentar evitar (vano empeño...) que los exultantes y con frecuencia lloriqueantes galardonados, en sus agradecimientos, se acordaran hasta de su quiosquero (cosa que, efectivamente, ocurrió en una gala de los Goyas hace unos años). Ese “leit motiv” de la cesta funcionó muy bien, incluso siendo asumido por los propios e involuntarios postulantes a la misma, que la citaron con frecuencia en sus palabras, casi siempre para confirmar que, como era de prever, sabían que no se la iban a llevar...

La gala se prolongó durante prácticamente tres horas y media: parece que no hay forma de conseguir esa ansiada, mítica e imposible marca de las tres horas, aunque también se podría ayudar a ello si se recortara un poco las presentaciones de los distintos premios, con alguna frecuencia insulsas y pidiendo a gritos otra vuelta a los muy discutibles chascarrillos adjudicados a cada presentador.

Desde el punto de vista del palmarés de los premios, lo cierto es que los terceros Carmen no resultaron rotundos, porque hubo casi un empate en la primera posición (Te estoy amando locamente cinco estatuillas, Mamacruz cuatro), pero es que el de Mejor Película se lo llevó Cerrar los ojos, que no había conseguido ninguno a lo largo de toda la noche, por lo que nos parece que quedó la sensación de que no había un claro ganador. Si es por número de premios, parece que sería Te estoy amando locamente, la que más consiguió, pero al no obtener el de Película, ni tampoco el de Director, ese teórico primer puesto quedó un tanto descafeinado.

En cualquier caso, parece que esos cinco Carmen conseguidos por Te estoy amando locamente (Dirección Novel, Guion Original, Dirección de Producción, Actor de Reparto –para Jesús Carroza, que además se llevó la famosa cesta de productos onubenses- y Peluquería y Maquillaje) confirman que es una de las películas españolas del año, con aspiraciones a llevarse alguno(s) de los 5 Goyas a los que está nominada. El film de Alejandro Marín ya había conseguido dos galardones en los Premios ASECAN, así que venía ya calentito; premios ASECAN que, por cierto, ya vieron por donde iba este año el tema, premiando prácticamente a los mismos que ahora la Academia... Te estoy amando locamente, vibrante, apasionada defensa de los derechos LGTBI (cuando estas siglas ni existían ni se imaginaba nadie que pudieran existir nunca) a mediados de los años setenta en Sevilla, en lo que se podría llamar “el Stonewall sevillano”, llega con facilidad a la gente con su historia (ficticia, pero basada en tantas reales) de quienes, en aquella época aún tan oscura en materia de libertades, sentían que su tendencia sexual no se correspondía con la que se esperaba de ellos, y cómo enfrentarse a tal cosa... y a toda la sociedad, incluidos sus seres más queridos, como sus madres, quienes sin embargo, generalmente, como en la película, supieron evolucionar hacia posturas más favorables, dándose cuenta de que lo importante no es a quién se ama, sino que se es capaz de amar.

Mamacruz, por su parte, consiguió cuatro Carmen, como hemos comentado, en concreto por los conceptos de Dirección (para la venezolana Patricia Ortega, afincada en Andalucía desde hace años), Actriz Protagonista (para Kiti Mánver, uno de los premios “cantados” de la noche), Actriz de Reparto (Mari Paz Sayago, inconmensurable en su personaje, como siempre) y Montaje (Fátima de los Santos). La película, todo un canto a la sexualidad en la tercera edad, incluso en ambientes tan poco propicios como el hogar de una beatona que incluso viste a los santos de su parroquia, en un modesto barrio sevillano, también llega con facilidad al espectador; lástima que el público que ha pasado por taquilla haya sido muy, muy escaso, con un estreno casi furtivo que se saldó con cifras (según la web del Ministerio de Cultura) irrisorias.  

Cerrar los ojos, el regreso de Víctor Erice a la dirección de largometrajes, que se ha tenido que conformar solo con un Premio Carmen, pero que ha resultado ser “el” Premio Carmen por antonomasia, el de Mejor Película, nos parece sin duda la mejor cinta de todas las nominadas (bueno, al mismo nivel de las también estupendas La sociedad de la nieve y Robot Dreams, que competían solo en el apartado de Mejor Producción No Andaluza), pero cuya minoritaria producción andaluza limitó los posibles candidatos a los premios, reduciéndose estos, además del Carmen conseguido, a los intérpretes Manolo Solo, María León y Petra Martínez, que se fueron con las manos vacías.

El resto de premios estuvo muy repartido, y casi todos los que acudían con aspiraciones de “mojar” lo consiguieron hacer. Así, La espera, el thriller de terror de F. Javier Gutiérrez, se hizo con tres estatuillas, la más evidente para Víctor Clavijo, magnífico ganador por el concepto de Mejor Actor Protagonista, más la de Vestuario (ex aequo con Tin & Tina) y la de Actor Revelación para Antonio Estrada (por cierto, un tanto extraño lo de “revelación” cuanto tiene ya una larga trayectoria como actor...).

La “tapada” fue el film Tin & Tina, otro thriller de terror, que podríamos denominar un terror “de diseño”, tratándose de la ampliación de un corto homónimo de hace unos años que, a su escala, tuvo bastante repercusión. Este ahora largometraje de Rubin Stein cosechó tres Carmen, en todos los casos “de pedrea”, pero probablemente más de lo que esperaban sus mentores: Vestuario (ex aequo con La espera), Fotografía y Dirección de Arte.

Secaderos, por su parte, una de las sensaciones de la temporada por su propuesta tan original y peculiar, una mirada premeditadamente contradictoria sobre las bondades del campo, se llevó, nos parece que muy merecidamente, dos Carmen, el de Mejores Efectos Especiales (con la construcción de un peculiar ser mágico, que parece enteramente un cruce entre un mamut y Espinete) y el de Música, para la preciosa partitura compuesta por Paloma Peñarrubia, que por cierto sorprendió con uno de los “looks” más llamativos (por decir algo...) de la ceremonia.

También fueron dos los Premios Carmen que se llevó Iberia, Naturaleza infinita, concretamente los relativos a Mejor Largometraje Documental (este estaba bastante “cantado”) y Sonido, con lo que el esforzado film de Arturo Menor, sin duda en la estela de la mítica El hombre y la Tierra de Félix Rodríguez de la Fuente, entendemos que vio colmadas sus expectativas.

El resto tuvo que conformarse con un Carmen por cabeza: aparte de Cerrar los ojos, que se llevó el premio “gordo” pero nada más, lograron una estatuilla la comedia políticamente incorrecta Como Dios manda, a la Mejor Canción; Caleta Palace, al Mejor Guion Adaptado (por cierto, habría que ver esto para el futuro: entendemos que no es viable una categoría como esta si solo hay dos nominados...); El amor de Andrea, a la Mejor Actriz Revelación (para la jovencísima Lupe Mateo Barredo), la última y un tanto decepcionante película de Manuel Martín Cuenca; y la mencionada La sociedad de la nieve, el Premio a Mejor Producción No Andaluza del año.

José Luis Gómez recogió, con la sala puesta en pie, el Premio Carmen de Honor; sus palabras pivotaron sobre dos temas, por un lado el hecho de que, aunque ha hecho bastantes películas (con autores del nivel de Saura, Suárez, Forman, Almodóvar, Armiñán, Losey...), él es, fundamentalmente, un hombre de teatro; y por otro, una denuncia de la dura situación de los actores y actrices, cuyo paro endémico en España alcanza el 70%, tema sobre el que otros premiados también insistirían (me temo que en vano: es un problema insoluble...).

La ceremonia, como decimos, resultó muy larga y no siempre a buen ritmo. Entre los discursos de los premiados, al margen de todos los agradecimientos habidos y por haber, destacaríamos diversas denuncias del genocidio que se sigue perpetrando en Gaza, aunque nos pareció que el más ecuánime a este respecto fue Benito Zambrano, que lo criticó acremente pero también citó, denunciándola (sin por ello justificar ni mucho menos la desmesurada respuesta de Israel), la matanza de civiles inocentes y la toma de rehenes por parte de Hamás.

Se interpretaron en directo (bueno, menos uno de los temas, que se hizo mediante una grabación de vídeo) las cuatro canciones candidatas al Carmen por ese concepto, llevándoselo precisamente el artista que cantó enlatado (cosas que pasan...). También abrió la gala musicalmente hablando la eurovisiva Chanel, con un tema de su último álbum, Agua; y la cerró la cantante huelveña Argentina, también con una preciosa canción.

En general nos pareció que la ejecución de la gala fue correcta, teniendo en cuenta que este tipo de eventos son todo un reto de organización y coordinación. Fue retransmitido por Canal Sur Televisión, que hace bien en hacerlo, entre otras cosas porque, aparte de ser su obligación fomentar el cine andaluz, participaba en buen número de las películas nominadas a estos Premios Carmen que ya han cumplido, razonablemente bien, su tercera edición. Enhorabuena a Marta Velasco como presidenta de la Academia de Cine de Andalucía, al resto de la Junta Directiva, y al numeroso equipo que se encargó que todo saliera como estaba previsto.

Ilustración: Kiti Mánver, merecidísimo Premio Carmen a la Mejor Actriz Protagonista por Mamacruz.