Enrique Colmena

Se cumplieron (más o menos) los pronósticos, y Birdman, la inusitada, poliédrica, arriesgada película de Alejandro González Iñárritu, triunfó en la octogésima séptima (ahí queda eso…) edición de los Oscar de Hollywood, oficialmente los Premios de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Hollywood.

El filme del mexicano Iñárritu ganó merecidamente cuatro estatuillas, entre ellas las de Mejor Película y Mejor Director, dos de los premios “pata negra” de estos galardones que son, qué duda cabe, el más potente escaparate de la industria cinematográfica mundial. Con ello Iñárritu repetía el éxito que el año anterior tuvo otro compatriota suyo, Alfonso Cuarón, cuando triunfó con su Gravity. Lo cierto es que Birdman ha sido, sin duda, una de las grandes obras fílmicas del año, y por ello se merece estos premios. No sólo es un alarde técnico, que lo es, sino que además tiene almendra, meollo, tema… quizá incluso demasiados, como decíamos en nuestra crítica. La dirección de Iñárritu, virtuosa, como ya demostró en su primigenia Amores perros y en sus posteriores, y tan interesantes, 21 gramos y Babel (menos en Biutiful, es cierto…), se completa con una osada introspección sobre asuntos tales como el ego de los actores, la necesidad de reivindicarse vitalmente o la difícil cohabitación entre generaciones, entre otras muchas líneas argumentales.

Lástima que Michael Keaton no se llevara el Oscar al Mejor Actor Protagonista, aunque estando de por medio un intérprete que hacía el rol de incapacitado (Eddie Redmayne en el papel de Stephen Hawking en La teoría del todo), estaba cantado que se lo llevaba él, con independencia de que Eddie hace toda una espléndida recreación del famoso científico y divulgador. Algo así ocurrió con Julianne Moore y su enferma de Alzheimer de Siempre Alice, con el que por fin la gran actriz de Carolina del Norte conseguía su estatuilla, tras cuatro intentos anteriores fallidos.

En los intérpretes secundarios triunfaron Patricia Arquette por Boyhood, un trabajo actoral encomiable (y larguísimo: doce años currando… como le hayan pagado por años se habrán arruinado…), si bien el lector sabe que no soy de los entregados fans del filme de Linklater, que me parece bueno pero sin el aura de excelencia que algunos han querido ver en él. El mejor actor secundario fue J.K. Simmons por su hijo de puta de Whiplash, esa película que reivindica que la letra (y la música) con sangre entra, con lo que ya podemos confirmar que vamos marcha atrás en la Historia: con esto estaríamos ya en los colegios victorianos; lo próximo será la Primera Guerra Mundial, y después pasaremos a Napoleón, qué bien…

Entre el resto de premiados destacaron los cuatro Oscar “de pedrea” de El gran hotel Budapest, que debieron saberle a poco a Wes Anderson teniendo en cuenta que estaba nominada a nueve estatuillas. Claro que para decepción la de The imitation game (Descifrando Enigma), la interesante cinta sobre el verídico héroe Alan Turing, que optaba a siete Oscar y se tuvo que conformar con uno.

La mentada Whiplash, a lo tonto a lo tonto, se llevó tres Oscar, todos de pedrea, es cierto, pero Oscar al fin, confirmando con ello la involución del cine y, sobre todo, de la sociedad que lo sustenta con su financiación, comprando entradas y premiándolo.

Aparte de las mencionadas, Interstellar, El francotirador y Selma se conformaron con una estatuilla cada una, cuando sus aspiraciones (al menos las del filme de Clint Eastwood) eran superiores.

En el apartado de Mejor Película en Habla No Inglesa (vulgo Mejor Película Extranjera) triunfó la polaca Ida, la notable cinta de Pawel Pawlikowski. Hombre, hubiera preferido que ganara Relatos salvajes, el filme hispano-argentino de Damián Szifrón, pero la polaca es una digna galardonada.

Se agradece que los vetustos académicos (que no solo Morla lo es…) jolivudenses, de vez en cuando acierten en sus decisiones, y este año se puede convenir en que, en líneas generales, efectivamente lo han hecho. ¡Albricias!

Pie de foto: Alejandro González Iñárritu, Oscar al Mejor Director por Birdman.