Pelicula:

La ciudad de Melilla no ha sido demasiado frecuentada por el cine; así a vuela pluma recordamos algunos documentales, como Barzaj, y algunos films de ficción, como Huevos de oro, Adú y A este lado del mundo, o la serie Toy Boy, que parcialmente se desarrollaban en una de las dos ciudades autónomas españolas del norte de África. Ciertamente es una localización con muchas posibilidades, sobre todo por la mezcla de culturas, desde la cristiana que viene dada por la nacionalidad de la ciudad, hasta la musulmana que le corresponde por geografía, e incluso una pequeña comunidad judía de origen sefardí.

La acción de esta Alegría se ambienta en nuestros días en la ciudad melillense. La Alegría del título es una mujer, en torno a la cincuentena, de origen judío pero que ha abjurado de esa procedencia por un oscuro asunto de su juventud. Ello le ha separado de forma traumática del resto de su familia, fundamentalmente de su hermano, pero también incluso de su propia hija, Sara, quien, tras casar con un judío que cumple la plena observancia de su religión y su raza, se ha ido a vivir a un kibutz para parir sin parar (valga el casi trabalenguas) hebreítos que perpetúen la etnia mosaica. Cuando su sobrina Yael viene a Melilla desde Israel a casarse con otro chico judío, la cosa empieza a ponerse difícil para Alegría...

Violeta Salama (Granada, 1982) es una profesional del cine que pasó buena parte de su infancia en Melilla. Es licenciada en Comunicación Audiovisual y ha perfeccionado su formación fílmica en Vancouver. Hasta ahora se había desempeñado fundamentalmente como ayudante de dirección, en producciones prestigiosas como la “goyizada” Blancanieves o la serie Crematorio. Ahora salta a la dirección con esta bienintencionada Alegría, de alguna manera una historia de conflicto entre tres culturas, la judía, la árabe y la cristiana, que terminarán confluyendo y tolerándose gracias al buen talante de sus protagonistas.

Es de subrayar, entonces, que Salama tiene las mejores intenciones, hacer una dramedia donde las intransigencias, de uno y otro lado, terminan siendo vencidas por el amor y la amistad, aunque nos tememos que eso es más un deseo que una realidad. Ojalá lo fuera... Salama ha contado en el guion con la experimentada libretista Isa Sánchez, pero el texto elaborado por ambas tiene algunos fallos de cierta consideración, como una excesiva diversidad de situaciones dentro de la familia que hace que se disperse la historia central, que no es otra, al fin y al cabo, que la desafección entre la madre que abjura de su condición judía, o al menos de lo que ello supone dentro del mundo hebreo, y la hija, absolutamente entregada a la causa del sionismo. Todo lo demás es un poco paisaje y paisanaje, y en general no tiene demasiado interés, aparte de haberlo visto ya en multitud de ocasiones, como las recurrentes dudas de la novia sobre el inminente casorio.

¿Quiere ello decir que Alegría es un film fallido? No, tiene interés, sobre todo porque presenta una situación, la de la judía desafecta a las tradiciones de los suyos, que es poco habitual ver en pantalla (la de los judíos que observan a rajatabla su fe es mucho más frecuente...), esa mujer que, en un momento de la película, preguntada por el probo funcionario hebreo sobre si es judía o no, solo alcanza a alzarse de hombros, como diciendo, “y yo qué sé...”.

Así las cosas, la historia se sigue con cierto interés, con benevolencia, aunque su tramo final es bastante previsible, como cabía imaginar. Habrá que seguir la carrera de Salama, porque nos parece que, con más tablas y una historia más pulida, podría darnos buenos momentos de cine.

De la amplia nómina de actrices (porque esta es una película femenina y muy tibiamente feminista) destacaríamos la naturalidad desarmante de Sarah Perles, la “mora”, como ella misma se llama, una joven que se come la cámara, casi literalmente, y también a la malagueña María Guil, que hace toda una creación de su “cristiana” resalá y sumamente divertida. Leonardo Sbaraglia realiza un par de pequeñas intervenciones que resuelve con su habitual solvencia, si bien nos parece que su rabino, en el guion, resulta demasiado liberal para lo que suele ocurrir con este tipo de cargos religiosos judaicos...

(07-11-2021)


Dirigida por

Género

Nacionalidad

Duración

105'

Año de producción

Trailer

Alegría - by , Dec 10, 2021
2 / 5 stars
¿Es usted judía o no?