Pelicula:

Esta película está disponible en el catálogo de Netflix, Plataforma de Vídeo bajo Demanda (Vod).

La figura de la reina Isabel I (o Elizabeth I, para decirlo con propiedad) ha sido profusamente llevada al cine y la televisión. Sugerimos al lector interesado en el tema consulte nuestro artículo publicado en CRITICALIA con el título Reinas británicas: El poder en femenino (I). Isabel I, donde podrá encontrar la glosa de la mayor parte de los films y series que se han realizado sobre la controvertida monarca. En ese mismo texto citamos también esta Elizabeth, que pasa por ser uno de los más interesantes y costeados biopics sobre parte de la vida de la famosa reina, mientras que la segunda mitad de su reinado se llevaría a la pantalla con similar equipo de producción, técnico y artístico en su continuación, Elizabeth. La edad de oro (2007).

Esta Elizabeth se inicia con las duras purgas que la entonces católica reina María I Tudor realizó contra los protestantes en la Inglaterra del siglo XVI. Su medio hermana Isabel, que era también de confesión anglicana, es apresada, aunque finalmente será repuesta en su palacio. A la muerte de María, Isabel es entronizada, pero habrá de enfrentarse no solo a los problemas de la gobernanza, sino también a los recelos de la nobleza y a la continua presión para que se case y dé herederos a la Corona...

Tiene la película una notable ambientación, muy BBC, pero más costeada de lo habitual en la prestigiosa cadena británica. El vistoso colorido, las fastuosas fiestas en la corte, la ajustada ambientación, presentan en su conjunto una imagen seguramente cercana a lo que pudo ser aquel reinado de más luces que sombras, un reinado de 44 años en el que Inglaterra tuvo una de sus épocas más brillantes, en especial en lo tocante a las artes, con una generación de escritores (Shakespeare, Marlowe, John Ford, entre otros) de una altura extraordinaria. Buscando con buen criterio un razonable equilibrio entre política, religión y romanticismo, el film de Shekhar Kapur resulta ser un sólido trabajo fílmico, bien narrado y ameno. El director, un cineasta hindú que descolló en su país antes de rodar este Elizabeth y su continuación, Elizabeth. La edad de oro, consiguió un producto ciertamente agradable, jugando lógicamente con una abierta ficcionalización de la Historia real y tomándose bastantes licencias artísticas, que en nuestra opinión son lícitas si el resultado es estimable, como es el caso.

El drama de la monarca, cuyo amor de aquella primera etapa de su reinado (el duque de Leicester) era imposible al estar él ya casado, y no consentir en matrimoniar con ningún príncipe europeo para dar descendencia al trono, está bien reflejado por Kapur con una narrativa tradicional, sin florituras ni moderneces, fiando precisamente en los elementos clásicos para fijar su relato. Ello no obsta para que alguna vez utilice recursos como la elipsis, como en la batalla que presenta solo con los abatidos en el campo de batalla, un recurso narrativo interesante (y, es cierto, menos costoso que dar la guerra con todos sus avíos...).

Los avatares del reinado de Isabel I, con la búsqueda por su parte de la unidad del país bajo una sola religión (la anglicana, variante del protestantismo), para lo que llevó al parlamento la llamada Acta de Unificación, y que en realidad no era sino una forma de reafirmar su poder bajo un único credo, con independencia de Roma, están solventemente contados en una película con buen ritmo, con inteligentes diálogos, con brillantes réplicas y contrarréplicas, en la mejor tradición de los dramáticos de la BBC o del gran teatro clásico británico. Se nos cuentan también las continuas luchas intestinas en la nobleza para apoyar o destronar a la reina: conspiraciones, zancadillas, intentos de asesinato, serán algunas de las trampas en el camino que habrá de sortear la monarca. La película va ganando en grandeza, hay tragedia y épica sobre todo en el tramo final, cuando se destapa la conjura de los papistas contra la reina, conjura en la que se encontrarán implicadas algunas personas cuyo apresamiento y ejecución será especialmente doloroso para la soberana.

Mención especial en la interpretación para una espléndida Cate Blanchett, que hacía con este su primer gran film y conseguía también su primera nominación al Oscar, de las seis que tiene en el momento de escribir este texto, habiendo conseguido hasta ahora dos estatuillas. Blanchett está eximia, desde la inicialmente insegura monarca que temía por su cuello hasta que, poco a poco, se va haciendo con los resortes del poder, eliminando los consejeros que no se ajustaban a sus intereses y favoreciendo a otros que sí lo hacían, como Walsingham, al que interpreta Geoffrey Rush, un personaje torvo y maniobrero, quizá el inventor de los rudimentos de lo que serían, con el tiempo, los servicios de inteligencia (vulgo espías) del estado moderno, lo que le permitía saberlo todo para poder anticiparse a todo. Curiosamente, Joseph Fiennes, que aquí es el amante de la reina, el conde de Leicester, interpretó ese mismo año otro personaje histórico de la misma época, nada menos que el autor de Hamlet en Shakespeare enamorado (1998), título con el que saltó a la fama.

La hermosa música, original de David Hirschfelder, de corte deliberadamente isabelino, incluye también algunos temas clásicos de autores como Elgar y Mozart. La película fue nominada a 7 Oscars, de los que obtuvo uno, el relativo a Mejor Maquillaje.

(21-07-2020)


Elizabeth - by , Jul 21, 2020
3 / 5 stars
Un reinado con más luces que sombras