Pelicula:

Esta película está disponible en el catálogo de Netflix, Plataforma de Vídeo bajo Demanda (VoD).

Los hermanos Joel y Ethan Coen son, sin duda, dos de los más interesantes cineastas norteamericanos de los últimos cuarenta años. Han hecho cosas notables o muy notables, como Muerte entre las flores (1990), Fargo (1996), El gran Lebowski (1998), Crueldad intolerable (2003), No es país para viejos (2007) y Valor de ley (2010), su primera aproximación al género del wéstern, que ahora vuelven a revisitar, en otra onda, en esta La balada de Buster Scruggs.

La película cuenta con 6 “sketches” o episodios, todos ellos diferentes, sin más nexo entre sí que estar ambientados en el Far West, el mítico Lejano Oeste americano. Dos de los episodios, La mujer desconcertada y El cañón de oro, se inspiran libremente en sendos relatos de Stewart Edward White y Jack London, siendo el resto originales de los propios guionistas y directores, los hermanos Coen. Todos los episodios, además del título, van precedidos de significativas frases que se incluyen en cada uno de esos “sketches”. También es relevante el hecho de que cada uno de esos episodios remite a un determinado subgénero dentro del wéstern, como el “espagueti-wéstern”, los films de caravanas, los de los buscadores de oro, los que transcurren en diligencias, o los de atracos a bancos.

El primer episodio se titula como el conjunto del film, La balada de Buster Scruggs, y es una estilizada historia que combina comedia y musical, con un personaje todo vestido de blanco, el pistolero del título, tan jovial como poseedor no se sabe si de una extraordinaria puntería o de ciertos poderes cuasi taumatúrgicos, aunque, como siempre ocurre, finalmente se encontrará con la horma de su zapato, sin por ello perder ni la sonrisa ni la alegría de vivir (o de morir...); se trata en buena medida de una humorada subvirtiendo los cánones del wéstern clásico, con un personaje central que consigue ser a la vez carismático y ridículo. El segundo episodio se titula Cerca de Algodones: tendremos un atraco a un banco, una balacera más que peculiar, con el banquero forrado de sartenes a modo de escudos, y un atracador al que, como decía el clásico de la literatura y el cine negros, “el cartero siempre llama dos veces”... El tercer “sketch” se titula El mantenido, es quizá el más triste y terrible de todos, y nos presenta a un empresario ambulante que lleva con él a un joven que, no sabemos si por accidente o de nacimiento, carece de extremidades; el joven declama con voz de ángel poderosos parlamentos de Shelley o Shakespeare, en funciones representadas en remotos lugares del Viejo Oeste, aunque con recaudaciones decrecientes; cuando el empresario vea la oportunidad de cambiar a la estrella de su espectáculo, las cosas se pondrán feas para el joven tullido... El cuarto relato se titula El cañón de oro y nos cuenta la peripecia de un viejo buscador del áureo metal, y cómo su encuentro con el mismo le supondrá también verse a las puertas de la muerte por un miserable ataque a traición. El quinto episodio, tal vez el que más parece haber interesado a los Coen, se titula La mujer desconcertada, narra la historia de una joven que marcha a Oregon en una caravana, donde casará (se espera...) con el socio de su hermano, que es tirando a carajote y fanfarrón; cuando este muera en el viaje, la situación de la mujer se complica... Y el sexto “sketch”, titulado Los restos mortales, plantea una situación única, con cinco pasajeros parlanchines en una diligencia, y cómo finalmente resulta que dos de ellos guardan un secreto siniestro, con la muerte que se cierne sobre sus cabezas (concretamente en lo alto de la diligencia...).

Todos los relatos tienen diferentes tratamientos formales, buscando los Coen, con buen criterio, una diversidad formal que se ajuste a los distintos subgéneros afrontados. Todos ellos, de todas formas, tienen, eso sí, el estilazo de los hermanos, que son sin duda dos de los directores con más clase de Hollywood (con permiso de Martin Scorsese, el más estiloso de todos). Para nuestro gusto los mejores episodios serían el de La balada de Buster Scruggs, por su curiosa mezcla de comedia negra, musical y aventura, el de El mantenido, tan duro, amargo y cruel como solo lo puede ser el género humano, y el de La mujer desconcertada, donde asistimos a una auténtica relación romántica dada con un desarmante tono menor, que llega sin esfuerzo en su callado sentimiento, dos seres a los que el destino ha, inopinadamente, unido, sin ser conscientes de ello, ni exteriorizar grandes (ni pequeños...) sentimientos, en un relato también de triste conclusión, tan dura.

El resto de episodios no es que sean malos, ni mucho menos, sino que son algo menos interesantes, aunque todos ciertamente son curiosos, peculiares, conformando entre los seis una atractiva mezcla de temas del cine del Oeste, hecha con la mirada desprejuiciada y un punto cínica que el paso del tiempo permite, cuando el género de géneros es visto en una época, la de la segunda década del siglo XXI, en la que todo puede ser objeto de solfa y escarnio, aunque no es el caso: los Coen se acercan con respeto al wéstern, para actualizarlo y conferirle nuevos matices en este a modo de caleidoscopio.

De los actores nos quedamos con un Tim Blake Nelson que es ni pintiparado para el papel; el actor, generalmente secundario, está aquí brillante en este pistolero sandunguero y que parece intocable cual Aquiles (solo parece...). También habrá que citar a Liam Neeson, con una composición muy contenida e interiorizada del felón empresario que tenía un corcho en el lugar donde generalmente se tiene el corazón. Debe hacerse mención también a la hermosa música de Carter Burwell, a la vez tradicional e innovadora, nostálgica y evocadora, alegre y sentimental.

(08-01-2021)


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133'

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La balada de Buster Scruggs - by , Jan 08, 2021
3 / 5 stars
Caleidoscopio del wéstern