Pelicula:

CRITICALIA CLÁSICOS


José María Forqué fue uno de los más interesantes cineastas de la época del franquismo. Aunque su filmografía abarca más de cuatro décadas, desde primeros de los años cincuenta hasta los noventa, lo cierto es que lo mejor de su cine se concentró entre mediados de los cincuenta y mediados de los sesenta, con algunas de las más estimulantes películas que se hicieron en ese tiempo en el cine español, como Amanecer en Puerta Oscura (1957), Un hecho violento (1959), 091: Policía al habla (1961), Atraco a las tres (1962) y El juego de la verdad (1963). No quiere decirse que fuera de ese tiempo su cine careciera de interés, pero sí que fue en esos años en los que se condensó lo mejor de su talento.

También esta La noche y el alba pertenece a esa misma etapa, y es también una notable película, partiendo de una idea original de Alfonso Paso y Mariano Ozores, cuando ambos no se habían entregado todavía a la causa de hacer dinero sin más con sus obras, pero, sobre todo, con un tratamiento formal y diálogos del dramaturgo Alfonso Sastre, conspicuo intelectual de izquierdas que aceptó quedarse en España para aprovechar los resquicios por los que trasladar su mensaje ideológico y social, aunque posteriormente su posición se radicalizaría y rechazara ese posibilismo, en agria polémica con Buero, que se decidió por la opción pragmática.

Con Sastre a los mandos del guion, al menos el guion literario y los diálogos, era evidente que la película tenía que alejarse mucho del cine panfletario y maniqueo del franquismo que se solía hacer (con las excepciones que procedan) en los años cincuenta.

La acción se desarrolla en España en la misma época del rodaje, a finales de los cincuenta. Allí conocemos a Pedro y Amparo, antiguos amantes de baja extracción social; mientras ella, harta de su maltrato, ha pasado página, él no lo consiente y la acosa. Por otro lado conocemos a Carlos, ambicioso ejecutivo al que le acaban de comunicar su ascenso a un importante puesto que puede ser decisivo en su carrera; la mujer de Carlos, Marta, está fuera de Madrid, y el hombre no encuentra con quien hablar sobre ese importante paso en su vida profesional. Casualmente se encuentra con Marta, que huye de Pedro, y se apresta a auxiliarla, por pura caballerosidad, pero también por soledad. Pero cuando están en la casa de ella, se produce un accidente que lo cambiará todo...

Las primeras escenas ya indican que no estamos ante una película al uso: vemos un primer plano de una máquina de escribir siendo tecleada por dos manos, e inmediatamente después una larga escena de varios minutos entre Pedro y una florista que se desarrolla solo con gestos de mímica.

El film apuesta por el cosmopolitismo, la modernidad, las casas de alto nivel, con una ambientación exquisita, de clase media-alta, de profesionales de alto nivel, algo ciertamente poco frecuente en la España de la época. Estamos entonces ante ambientes vedados para los espectadores de la época, pero no se trata de hacer una especie de comedia “de teléfonos blancos”, sino de conseguir una atmósfera negra, a la manera del “film noir” americano, sin por ello renunciar a presentarnos la realidad de la España de la época, ejemplificada en la casa de la paisana de Carlos, donde este se esconderá temporalmente,  paisana “que se avergüenza de ser una mantenida”, aportando con ello la mirada de algún modo neorrealista a la historia, la otra cara de la moneda.

Estamos, sin duda, ante una obra adulta, sin las gazmoñerías tan típicas del cine franquista del momento, con una violencia brutal, la historia de una obsesión, un exconvicto patológicamente enganchado a la que fue su amante, en una historia inicialmente de celos, de malos tratos, aunque posteriormente irá virando, de forma sutil, hacia otros territorios.

Con imágenes potentes y gran claridad de ideas en la puesta en escena, la conseguida  atmósfera de cine negro permite la creación de un ambiente expectante, como si se esperara una tragedia; en efecto, hay algo ominoso, casi determinista en la historia, en este drama entreverado de thriller, o viceversa.

Con un compromiso social latente, con ese alto ejecutivo al que el destino juega una mala pasada y todo su futuro se puede ir al garete si hace lo correcto, pero también con el desheredado de la fortuna que habrá de ponerse en manos de un tipo ambicioso, el drama de los dos hombres se completará con la inesperada colaboración de la mujer del  ejecutivo, convertida, al descubrir en toda su crudeza la miseria, a la causa de la honestidad a carta cabal, a la par que su matrimonio hace aguas, con irisaciones del existencialismo, de la incomunicación en la pareja, que en aquellos años se gestaba ya en Italia de la mano de Antonioni.

Pero hay más: la esposa de Carlos, espoleada por el hecho de que su marido se acercara a otra mujer, investigará de forma obsesiva a esa fémina, queriendo conocer por qué atraía a los hombres, qué secretas claves maneja para poder interesar a personas como su marido, en un turbio sentimiento que va de los celos a la envidia. Muy interesante será también la evolución cruzada de los dos protagonistas varones: el pobre,  borrachuzo y pendenciero, irá revelando que en el fondo es un desgraciado; el acomodado, por su parte, irá descubriendo hasta qué punto es egoísta en su postura y cuán deshonesto será por su parte no hacer lo correcto, que puede costarle carísimo a un semejante, aunque a él le cueste su carrera profesional. El desheredado de la fortuna pondrá voz al propio Sastre en su crítica social hacia su estatus, un exsoldado republicano que malvive en la España de Franco como fotógrafo de bodas, bautizos y comuniones.

Paco Rabal compone su personaje con la fuerza habitual que le imprimía a todos sus papeles. Buen trabajo también del portugués Antonio Vilar, que frecuentó mucho el cine español, generalmente con buen tino; también apreciamos la labor de la argentina Zully Moreno, en una de sus últimas interpretaciones cinematográficas, mientras estuvo exiliada en España tras la caída de Perón.

(15-07-2021)


 


La noche y el alba - by , Jul 23, 2023
4 / 5 stars
Cine español adulto