Enrique Colmena

En este repaso que, en el centésimo vigésimo aniversario de la muerte del gran Julio Verne, estamos haciendo sobre su obra llevada a la pantalla, les toca el turno a dos de sus novelas más populares (siendo muchas de las suyas sumamente famosas...): Viaje al centro de la Tierra y Miguel Strogoff, de temáticas y ambientaciones ciertamente muy diferentes.

Sinopsis de la novela Viaje al centro de la Tierra: Axel Lidenbrock reside en una vieja casa situada en la Königstrasse, en Hamburgo, junto a su tío Otto, un prestigioso profesor de mineralogía, su ahijada Gräuben, y su sirvienta, Marta. Un día el profesor le enseña un manuscrito del Heimskringla, de Snorri Sturluson. Pero el libro esconde una gran sorpresa: un pergamino de origen rúnico que oculta un criptograma. Tras muchos esfuerzos y gracias a un descubrimiento de Axel, logran descifrarlo: es un texto del alquimista islandés Arne Saknussemm, quien revela cómo llegar al centro de la tierra. El profesor decide ir al lugar indicado en el pergamino junto con Axel; aunque éste, muy asustado, no quiere ir, no tiene otra opción, así que salen hacia el punto indicado en el pergamino: Islandia. Tras un largo viaje, llegarán a Reikiavik, ciudad cercana al Snaefellsjökull, volcán por el que tendrán que introducirse para alcanzar el corazón terrestre, siguiendo las indicaciones de Saknussemm. Allí contratan a Hans, un cazador profesional de éiders (aves anseriformes), quien los acompañará a lo largo de su expedición. Equipados con víveres, herramientas, armas, instrumentos, linternas eléctricas y un botiquín, emprenden el viaje hacia el volcán... (Fuente: Wikipedia).

Viaje al centro de la Tierra (publicada en 1864 por Hetzel, el habitual editor del escritor de Nantes) es una novela muy versionada para la pantalla, grande o pequeña (la IMDb censa 15 títulos basados rigurosa o libremente en ella), pero sin embargo no se puede decir que haya tenido demasiada suerte en esas adaptaciones. La primera vez que fue llevada al cine sería en fecha tan temprana como 1910, bajo pabellón francés, con el título Voyage au centre de la Terre, con dirección del español Segundo de Chomón (conocido, como es sabido, como el “Méliès español”), trabajando bajo los auspicios de los hermanos Pathé, un corto lógicamente mudo, de 9 minutos, que por supuesto se tomaba muchísimas libertades...

Habrá de pasar casi medio siglo para que el cine vuelva a acordarse de esta novela verniana, con ocasión del éxito que, durante los años cincuenta, tuvieron algunas de esas adaptaciones, como 20.000 leguas de viaje submarino (1954), de Fleischer, y La vuelta al mundo en 80 días (1956), de Anderson, lo que propició un cierto “boom” de versiones de la obra de Verne. Esa nueva versión, ya lógicamente en versión sonora, será Viaje al centro de la Tierra (1959), realizada bajo los auspicios de la 20th Century Fox, con el pulcro artesano Henry Levin a los mandos, un film que seguía con cierta fidelidad el original verniano, y que por supuesto tenía como baza principal la participación del gran James Mason como el profesor Lidenbrock.

A partir de ahí las versiones de la  novela abundarán, pero en general no serán de mucho interés. Se han hecho varias adaptaciones en formato de dibujos animados (en dos dimensiones), sin mayor relevancia; citaremos, en todo caso, por su cierto exotismo, la que realizó la televisión australiana, con el título de Journey to the center of the Earth (1977), con dirección de Richard Slapczynski. De las adaptaciones hechas con “acción real” (vamos, con actores y actrices de carne y hueso...) podemos citar algunas por motivos diversos. Por ejemplo, la que perpetró el cine español (!!!) de los años setenta, tan escasito en pelis de aventuras que requirieran efectos especiales, con el título de Viaje al centro de la Tierra (1977), con dirección del valenciano Juan Piquer Simón (que firmó como J. Piquer Simon, a ver si colaba que era anglosajón...) y un reparto encabezado por un actor inglés, Kenneth More, como el profesor Lidenbrock, más una serie de intérpretes españoles (Pep Munné, Ivonne Sentís, José María Caffarell...) que se manejaban en inglés, idioma en el que se rodó el film para propiciar su distribución en el extranjero. Filmada mayormente en España (en Canarias, pero también en León), tuvo un notable éxito comercial en nuestro país, rozando los 2 millones de espectadores, lo que propició que Juan Piquer continuara la senda del cine de aventuras con F/X, reincidiendo también en algunos casos en otras adaptaciones vernianas, que comentaremos en otro capítulo de este serial.

Citaremos también, por su curiosidad, una versión libérrima, inspirada en la novela de Verne pero de la que se diferencia argumentalmente de forma muy clara. Se trata del film en España titulado Viaje al corazón de la Tierra (1993), una TV-movie dirigida por William Dear, cineasta que en su momento formó parte de la “cuadra” de directores que hicieron cine junto a (o a las órdenes de...) Spielberg en los años ochenta y noventa, en la que la historia verniana servía de excusa para un film de claro corte de acción, con muchísimas libertades, hasta el punto de incorporar a la expedición... ¡a un yeti!

También para televisión se hizo la miniserie de 2 capítulos Viaje al centro de la Tierra (1999), bajo dirección de George Miller (el de El hombre de Río Nevado, no el de la saga Mad Max), con un apañado reparto: Treat Williams, Bryan Brown, Hugh Keays-Byrne...

Por último, citaremos la que quizá haya sido la más costeada de las versiones de esta novela verniana, rodada ya en este siglo XXI, también con el título Viaje al centro de la Tierra (2008), con producción de la “indie” New Line Cinema, dirección de Eric Brevig, experto en F/X, y un reparto con algunos actores conocidos: Brendan Fraser, Josh Hutcherson, Jean-Michel Paré... pero con una trama que, aparte de situarse en nuestro tiempo, se distancia notablemente de la verniana, con prácticamente todos los personajes nuevos, aunque es cierto que después en la peripecia dentro de la Tierra sí hay ciertas concomitancias. La película, con un costeado presupuesto de 45 millones de dólares, recaudó en todo el mundo casi 242 millones (fuente: IMDb), lo que propició una segunda parte, titulada Viaje al centro de la Tierra 2: La isla misteriosa (2012), film que, como su título hace suponer, es más bien una versión libérrima de esa otra novela verniana, La isla misteriosa. Con dirección de Brad Peyton, manteniéndose en el elenco solo Josh Hutcherson, y uniéndose al mismo gente del nivel artístico de Michael Caine y del nivel comercial de Dwayne Johnson, la peli contó con un presupuesto de 79 millones de dólares que fueron recompensados en taquilla con 335 millones (fuente: IMDb). Lo raro es que, con esas cifras, no haya habido “Viaje al centro de la Tierra 3”...

Sinopsis de la novela Miguel Strogoff: Aprovechando la amnistía que el zar (se supone que Alejandro II) le había concedido, Iván Ogareff, militar retirado y exiliado, instiga una invasión de Siberia por los tártaros. Impulsado por su deseo de venganza, Ogareff convence al emir de Bujara, Féofar Khan, y a otros khanes del Turquestán libre, de llevar a cabo tamaña empresa. No obstante, todo su odio recae sobre el hermano del zar, el Gran Duque, acantonado en Irkutsk, la capital de Siberia Oriental. El Gran Duque no le conoce personalmente, aunque ha sido quien lo ha mandado al exilio. Los tártaros cortan los cables telegráficos en la ciudad de Tomsk, más allá de los Urales, para impedir la comunicación entre el zar y su hermano. Sin embargo, los hombres del zar han descubierto el plan de Ogareff de entrar en Irkutsk con un nombre falso para ganarse la confianza del Gran Duque, y luego acabar con su vida y entregar la ciudad a los tártaros. Se requieren los servicios de un expedito correo que recorra las 5200 verstas (4.200 km aprox.) que separan Moscú de Irkutsk, que supone un vasto territorio plagado de amenazas. Para esta ardua hazaña, el general Kissof postula a Miguel Strogoff, un valiente joven siberiano, oficial de correos del zar... (Fuente: Wikipedia).


Al igual que Viaje al centro de la Tierra, Miguel Strogoff (publicada en 1876 por el habitual Hetzel) también ha sido versionada, según la IMDb, en 15 ocasiones, y también como esa otra novela, el texto verniano ambientado en la Rusia zarista tampoco ha tenido demasiada suerte en sus adaptaciones a la pantalla, sea esta grande o pequeña.


Es cierto que durante la etapa muda sí fue más versionada por el cine, aunque sin mucha fortuna... La primera adaptación se considera la rodada en 1910 por la productora de Edison, titulada Michael Strogoff, con J. Searle Dawley en el guion y la dirección, y Charles Ogle como “el correo del zar” (subtítulo con el que se conoció durante mucho tiempo en España a la novela). Fue rodada en una localización tan “exótica” como los estudios que el inventor tenía en el Bronx, en Nueva York... Todavía se harán dos versiones más de la novela en el período mudo del cine: la primera, con el título de Miguel Strogoff (1914), fue dirigida por Lloyd B. Carleton, con Jacob P. Adler como protagonista y el propio director como el Gran Duque de Siberia. Los negativos y las copias maestras de la película desaparecieron en el incendio que tuvo lugar en la llamada “bóveda de Lubin” en 1914, el almacén de material cinematográfico donde se perdieron muchas películas de la época. Sin embargo, de este film se salvaron algunas copias que nos permiten contemplarlo más de un siglo después (puede verse la película a través del enlace que indicamos al final de este artículo).  
La última de las versiones de la novela durante la etapa del cine mudo es ciertamente curiosa; en España se tituló Miguel Strogoff o el correo del zar (1926), y fue una coproducción franco-alemana, con la peculiaridad de que fue dirigido por Viktor Tourjansky, un cineasta ruso que emigró a Occidente desde su país natal tras el triunfo de la Revolución Bolchevique. Para más inri, parte de los escenarios naturales en los que se rodó la película fueron los de Letonia, que por aquel entonces todavía no formaba parte de la URSS. Fue una versión muy costeada, de dos horas y media de duración, y los actores y actrices eran también en buena parte rusos exiliados que habían huido del nuevo régimen comunista (al final del artículo se puede ver la película pinchando en el enlace indicado).


La primera de las adaptaciones sonoras del texto verniano es nada menos que una versión... nazi. Der kurier des zaren (1936), con dirección de Richard Eichberg, y con Anton Walbrook como Strogoff. No es difícil sospechar qué interesó a aquel régimen inicuo, el Tercer Reich, a promover la adaptación de la novela de Verne: aquí Strogoff, blanco caucásico, será el héroe ante el pérfido villano de raza túrquica, el Ivan Ogareff tártaro, y el triunfo del primero sobre el segundo cuadrará perfectamente con el delirio de la supremacía racial aria... Curiosamente también, a la par que se rodaba esta película se filmaron planos adicionales para la que sería versión francesa, que firmó Jacques de Baroncelli con el título de Michel Strogoff, también con Walbrook como el correo del zar, y posteriormente la productora norteamericana RKO compró los derechos de la versión francesa, utilizó parte de sus escenas, y rodó otras complementarias, con todo lo cual compuso su propia versión, The soldier and the lady (1937), con George A. Nichols a los mandos, y de nuevo con Walbrook como Strogoff... Por cierto que Walbrook, judío y homosexual, se exilió en el Reino Unido poco después, y mantuvo una beligerante actividad antinazi.


Del resto de las versiones que se han hecho de la novela, no precisamente muy inspiradas, citaremos algunas por motivos casi siempre circunstanciales. Por ejemplo, la que perpetró la cinematografía mexicana, con el título de El correo del zar (1944), cuya mayor peculiaridad quizá resida (aparte de la nacionalidad) en el hecho de que el director fue Miguel M. Delgado, quien fuera el cineasta de la mayor parte de las películas que interpretó Cantinflas, lo que no quiere decir que el tono de la película fuera el de comedia, ni mucho menos. Eso sí, dada la fisonomía de los actores, tanto Julián Soler, como Strogoff, como Julio Villarreal, como Ogareff, más parecían dos mariachis con gorro de cosaco que un ruso blanco y un tártaro túrquico...

También fue curiosa, por otras circunstancias, la versión que el cine francés (en coproducción con Italia y Alemania Occidental)  realizó en 1956 con el título Miguel Strogoff: el correo del zar, con el veterano Carmine Gallone a los mandos, con un ya cuarentón Curd Jürgens como el protagonista, y con actrices de relumbrón, como la gran Geneviève Page y la voluptuosa Sylva Koscina, en una película que se rodó en la entonces Yugoslavia, en los estudios de cine de Belgrado. La curiosidad de este por lo demás más bien acartonado film es que años después se hizo una secuela, Le triomphe de Michel Strogoff (1961), que en España llevó el anodino título de Nuevas aventuras de Miguel Strogoff, en la que solo se mantenía el personaje central, ahora en funciones de “niñera” de un altanero “royal”. Jürgens, aún más talludito, repetía en el papel protagonista, y el director fue un viejo conocido del personaje, el ruso exiliado Viktor Turjansky, que como hemos visto anteriormente, ya versionó la novela en la época del cine mudo.


Quizá la última adaptación de cierta relevancia fuera la titulada simplemente Strogoff (1970), una costeada coproducción entre Italia, Francia, Alemania Occidental y Bulgaria, con dirección de Eriprando Visconti (a la sazón nieto del gran Luchino), y con el norteamericano John Philip Law (el ángel de ojos azules de Barbarella) como el correo del zar, y algunas buenas actrices europeas, como Delia Boccardo y Mimsy Farmer.


Se podría decir, sin mucho temor a errar, que la historia propuesta por Verne en su novela Miguel Strogoff, en los últimos tiempos, no parece interesar demasiado. Prueba de ello sería que en lo que va de centuria (prácticamente un cuarto de siglo) solo se ha llevado una vez a la pantalla, a principios de este XXI, y además en una muy infantil y olvidable película francesa de animación, Les aventures extraordinaires de Michel Strogoff (2004).

Enlace para ver Miguel Strogoff (1914), de Lloyd B. Carleton:
https://www.youtube.com/watch?v=zebNYNBnPSc
Enlace para ver Miguel Strogoff o el correo del zar (1926), de Viktor Tourjansky:
https://www.youtube.com/watch?v=fCmotjJg7Gw

Enlace para ver clip de la película Der kurier des zaren (1936), de Richard Eichberg:
https://www.youtube.com/watch?v=qHWlStErTPEV

Ilustracion: Geneviève Page y Curd Jürgens, en una dramática escena de Miguel Strogoff: el correo del zar (1956), de Carmine Gallone.


Próximo capítulo: 120 años sin Julio Verne: sus novelas más famosas en la pantalla. La isla misteriosa, Viaje a la Luna (V)