Los trigésimosegundos Premios ASECAN-Cine Andaluz se han entregado este sábado 18 de Enero, en una ceremonia que, en contra de lo ocurrido en ediciones anteriores, se ha alargado en exceso, más de dos horas y media que hay que achacar a los agradecimientos con frecuencia interminables de los premiados, a pesar de las encarecidas recomendaciones en sentido contrario de los presentadores. Por lo demás, ha sido una gala que ha mantenido el buen nivel de años pasados, tal vez menos divertida que en otras ocasiones, y con algunos discursos reivindicativos como el de Benito Zambrano, que abogó porque el evidente cambio que se ha producido en el cine andaluz en los últimos veinte años, se traduzca también en una mayoritaria participación de nuestras productoras en las películas, dejando de ser el “pariente pobre”.
Al margen de ello, la gala ha tenido a dos vencedores muy claros. El primero, ganador absoluto por número de premios, ha sido La trinchera infinita, coproducción vasco-franco-andaluza dirigida por tres cineastas vascos, Goenaga, Arregi y Garaño, pero con temática y equipos técnicos y artísticos plenamente andaluces. Nos parece justísimo que haya sido esta formidable película la que haya resultado vencedora de los Premios ASECAN, siendo una obra tan necesaria, tan bellamente cincelada, narrando la historia imaginaria de uno de esos topos que, durante varias décadas, vivieron encerrados en zulos en sus viviendas, temerosos de las represalias que el franquismo perpetraba sobre los sospechosos de ser contrarios al régimen, con una interpretación memorable de Antonio de la Torre y Belén Cuesta, en un film que, ciertamente, te gana absolutamente por su temática, por la forma de exponer su historia, por su extraordinaria sutileza. Los 6 galardones de La trinchera infinita se han correspondido con: Película, Interpretación Femenina (la mentada Belén Cuesta), Interpretación Masculina Revelación (Vicente Vergara), Vestuario, Dirección Artística y Maquillaje y Peluquería.
Pero es que Intemperie, que ha conseguido 5 Premios ASECAN, se puede decir que ha ganado también, con solo un galardón menos y todos los parabienes. La película de Benito Zambrano ha sido también una de las agradables sorpresas del 2019, la adaptación de la novela homónima del extremeño (afincado en Sevilla) Jesús Carrasco, y que confirma que, aunque se trate de un encargo (como es el caso), un artista siempre hace suyo el proyecto y lo lleva a su terreno, como ha hecho aquí el lebrijano Zambrano con esta película sobre dos varones heridos psicológicamente: uno adulto, por la guerra, otro niño, por la felonía de otro que se dice hombre aunque realmente sea un monstruo. De una belleza surreal, donde la sequedad del paisaje se hace física para el espectador, con claves de western moderno, Intemperie reconcilia con el ser humano, y ha conseguido tan justamente cinco Premios: Dirección (Benito Zambrano), Guion (Zambrano más los hermanos Remón), Interpretación Masculina de Reparto (Vicente Romero), Fotografía y Canción Original.
Dolor y gloria no contaba con coproducción andaluza, pero sí con el malagueño Antonio Banderas y con el sevillano César Vicente. La gran obra criptoautobiográfica de Pedro Almodóvar se llevó dos merecidos galardones, uno para la Mejor Película Española Sin Producción Andaluza, y otra para Banderas como Mejor Intérprete Masculino. El malagueño, que no pudo asistir por estar haciendo el musical A chorus line en el Teatro del Soho de su tierra, envió un vídeo de agradecimiento, siendo recogidos los dos premios de Dolor y gloria por su productor, Agustín Almodóvar, hermano de Pedro.
Dos estatuillas consiguió también una película pequeña pero estimulante, Una vez más, en la senda de films como el Antes del amanecer de Linklater, pero con sello propio, un film con el que el productor Guillermo Rojas debutaba en la realización, consiguiendo por ello el premio al Mejor Director Novel. Silvia Acosta, una auténtica sorpresa, obtendría el Premio a la Mejor Interpretación Femenina Revelación; Acosta, que tiene una ya larga trayectoria teatral pese a su juventud, tiene todavía una corta relación con el audiovisual, pero composiciones como esta hacen que esperemos verla muchas más veces en la pantalla.
También dos Premios ASECAN han sido para Adiós, el thriller ambientado en Las Tres Mil, la deprimida barriada sevillana, un film de Paco Cabezas hecho entre medias de sus producciones norteamericanas (está asentado como avezado realizador de series en los USA). Los galardones para el film han sido los correspondientes a Interpretación Femenina de Reparto, para una extraordinaria Mona Martínez, y Dirección de Producción.
La pedrea de los Premios ASECAN ha resultado en un galardón para 522. Un gato, un chino y mi padre, la extraña dramedia de Paco R. Baños, para el Mejor Montaje; Barzaj, de Alejandro Salgado, para el Mejor Sonido, lo que propició uno de los momentos más emotivos de la gala, al entregarse a título póstumo a uno de los dos sonidistas premiados, que ha fallecido; y Mientras dure la guerra, película no andaluza pero cuyos autores de los Efectos Especiales sí lo son, y se llevaron el galardón por esta especialidad.
Del resto de premios citaremos por razones sentimentales el de Honor entregado al gran Juan Sebastián Bollaín, uno de los grandes que hizo cine, y qué cine, cuando hablar de una cinematografía andaluza era más entelequia que España ganara alguna vez un Mundial de Fútbol, o que se quitara el peaje de la Autopista Sevilla-Cádiz... Merecidísimo el premio para este madrileño afincado hace tanto tiempo en Sevilla que ya es más andaluz que cualquiera de los nacidos aquí, un hombre de un inmenso talento que, sin embargo, no pudo ser profeta en su tierra de adopción.
Ilustración: Foto de familia de los 32 Premios ASECAN-Cine Andaluz.