El puente sobre el río Kwai

CRITICALIA CLÁSICOS

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La verdad  es que cuando se estrena esta cinta, su autor David Lean no era ningún principiante ni ningún desconocido en su Pérfida Albión natal. Había rodado una decena de películas y trabajado con famosos actores británicos. Entre ellas, sin duda, estaba una perla, Breve encuentro, un melodrama basado en un texto de Noel Coward, una historia delicada, sensible, amarga y llena de matices, enaltecida además por el trabajo interpretativo de Trevor Howard y Celia Johnson en la pareja protagonista.

El giro, el gran cambio en la carrera de Lean vendría a partir de ahora, con una costosa coproducción con la Columbia estadounidense, un complicado rodaje en Ceilán y una estrella de Hollywood como William Holden en su reparto. Y ya nada sería como antes: Lean encadena títulos rutilantes como la sublime Lawrence de Arabia o la romántica Doctor Zhivago... culminando en Pasaje a la India, sobre una ambigua novela del gran Edward Morgan Forster. Lean entra entonces en el exigente círculo de esos directores que conoce el gran público...

El puente sobre el río Kwai es un largo y épico relato (que nunca cansa) ambientado en plena Segunda Guerra Mundial, en un campo de concentración japonés con prisioneros británicos, y narra el duelo entre un puntilloso coronel inglés y un comandante japonés que desdeña sus indicaciones sobre la Convención de Ginebra. A pesar de todo, y de las perrerías que soportará el protagonista, ambos se pondrán de acuerdo en el esfuerzo sobrehumano que supone la construcción de un gran puente para cruzar sobre el río.

Pero, mira por donde, desde las filas aliadas no ven esta obra con buenos ojos, especialmente cuando un prisionero yanqui logra huir y narrar las intenciones de los nipones y el coronel. A partir de ahí entraremos en las dudas hamletianas de un hombre tenaz, heroico, que sin darse cuenta se ha vendido al enemigo. Un final emocionante (que por cierto no gustó al autor de la novela, Pierre Boulle, porque cambiaba algunos aspectos del libro) termina de redondear este melodrama masculino que fue muy bien recibido por los públicos... además de ganar siete Oscars, lo que no está nada mal.

Y en el reparto, Alec Guinness y Sessue Hayakawa encarnan apasionadamente al dúo contrincante, junto al siempre eficaz Jack Hawkins, Holden o James Donald. Ah, se me olvidaba (a pesar de ser precisamente inolvidable) decir que en su momento se hizo muy popular una musiquilla silbada por los prisioneros, la Marcha del Coronel Bogey, aunque el espectador quedaba un poco perplejo de cómo tenían ánimos -a pesar de lo mal que lo pasaban- de ir silbando a sus trabajos forzados...