Pelicula:

Estreno en Movistar+.


Disponible también en Filmin, Apple TV, Rakuten, Prime Video y Google Play Movies.


Eva Husson (El Havre, 1977) es una actriz, guionista y directora francesa, hija de maestros españoles exiliados en el país de la vichysoisse, con ancestros de dirigentes de la resistencia izquierdista republicana española. Eva se formó, cinematográficamente hablando, en el prestigioso American Film Institute.

Como directora viene desempeñándose desde los primeros años de este siglo XXI, primero con cortos y, a partir de Bang Gang (Une histoire d’amour moderne) (2015) en formato de largometraje. Hasta ahora su cine es temáticamente ecléctico, aunque parece decantarse mayoritariamente por las relaciones románticas más bien peculiares, como en el título citado, pero también en esta Primavera en Beechwood.

La acción se desarrolla inicialmente el 30 de marzo de 1924, día en el que se celebró ese año en los países anglosajones el llamado “Mothering Sunday” o Domingo de la Madre; la tradición dice que ese día debe celebrarse el cuarto domingo de Cuaresma, de ahí que la fecha varíe cada año. En ese contexto conocemos a Jane Fairchild, joven veinteañera de baja extracción social que sirve en casa de los Niven, rica familia que ha perdido a sus hijos varones en la pasada Gran Guerra (todavía no llevaba el ominoso ordinal de Segunda...). Ese mismo día se va a celebrar una comida especial entre los Niven y otra familia similar, los Sheringham, para celebrar que el único hijo varón superviviente de estos, Paul, se va a casar con Ethel, joven de clase alta; Paul, sin embargo, mantiene en secreto desde hace años una relación sexual con Jane, y ese día le pide que acuda a la mansión familiar para un último encuentro, mientras su familia, y el servicio (al que ese día, tradicionalmente, se le daba descanso para estar con sus madres), estarían fuera de la casa...

La materia argumental la pone la novela Mothering Sunday, de la que es autor el escritor británico Graham Swift, publicada por Charles Scribner’s Sons en 2016, que consiguió el prestigioso premio Hawthornden. Husson, rodando en este caso en el Reino Unido, donde se ambienta la cinta, y cuya nacionalidad ostenta el film, se ha acercado a la historia de esta escritora ficticia que rememora, en su vejez (con los rasgos de la mítica Glenda Jackson), aquel Domingo de la Madre que supuso para ella una tragedia vital que, sin embargo, la empujó a dar un giro copernicano en su vida y emprender una carrera tan diferente del servicio doméstico, primero como librera, después como escritora.

La historia se desarrolla en tres tiempos distintos, siendo el principal el de la relación entre Jane y Paul, tan disímil en lo social, en ese día en el que todo cambió, pero también un segundo plano temporal, varios años después, cuando Jane, ya escritora, tiene una relación con otro poeta, al que le aguarda también una tragedia (esta mujer parece que era un poco gafe para los hombres...), y un tercero, sustanciado en prólogo y epílogo, donde veremos a la anciana escritora rememorando fundamentalmente aquel Domingo de la Madre tan infausto emocionalmente como, a la postre, tan decisivo en su vida.

Hemos comentado que Husson estudió cine en el American Film Institute... como, por ejemplo, Terrence Malick, al que no es ocioso traer aquí, pues nos parece que, en parte, Eva participa también de ese mismo cine estetizante tan típico del autor de Malas tierras. Diremos pronto que, afortunadamente, Husson no es tan pedante como el último Malick, el que ha desarrollado en el siglo XXI un cine pretencioso e insufrible (el del último cuarto del siglo XX todavía tenía un medio pasar...), pero la vena esteticista, desde luego, la tiene.

El problema del esteticismo en el cine es que pueda parecer que es un ejercicio vacío. En este caso entendemos que, a ratos, ocurre tal cosa: aunque la historia principal, la de la criadita, tiene entidad por sí misma, resulta corta, y la otra historia, la de la escritora ya dedicada a su profesión vocacional, carece de sustancia; coloquialmente podríamos decir que tiene poca chicha.

La película, que remite en alguna medida a series míticas como la clásica Arriba y abajo de los años setenta o la mucho más reciente Downton Abbey, con una mirada más sensual, cultista y, sobre todo, más estetizante, resulta ser entonces un cruce entre la mirada lírica (o cursi, según se vea...) de Malick y el cine preconizado por el guionista Julian Fellowes, el creador de la mentada Downton... y de otras historias que ponen en imágenes la progresiva decadencia de la clase alta británica a partir de comienzos del siglo XX.

Así las cosas, Primavera en Beechwood (se ve que los distribuidores en España no se han atrevido a titular el film literalmente como “El domingo de la Madre”, que aquí puede llevar al despiste al espectador...) resulta ser una peli agradable de ver, con un apreciable tono melancólico en, sobre todo, la historia de la criadita enamorada que, sin embargo, no plantó batalla en la guerra sentimental que sabía tenía perdida de antemano, como tampoco el rico heredero hizo gran cosa en ese sentido, sabedor quizá de que su destino estaba marcado: estirada esposa de su clase, prole de repelentes niños de rubios rizos, un alto cargo en la empresa privada en Londres o quizá en el Parlamento...

Pero (mecachis, casi siempre hay un pero...) la película se alarga en demasía, con las intermitentes intersecciones de la historia secundaria que no aportan gran cosa a la principal, sino más bien impiden su avance, y también con un ritmo narrativo no precisamente vertiginoso: el encuentro de los amantes en el casoplón desierto se alarga extenuantemente, mientras los participantes en la reunión familiar esperan al chico desesperados (como el espectador, es cierto...), sin saber que el destino ya había decidido otra cosa.

La película está hermosamente filmada: Husson tiene interesantes ideas visuales, y las plasma con buena mano, lo que compensa en parte la ausencia de ritmo y la excesiva duración global. El conjunto, siendo irregular, no es despreciable, aunque parece evidente que la directora habrá de pulir mejor sus historias para que tengan una coherencia, un equilibrio que aquí no llega a conseguir.

En la interpretación, la joven australiana Odessa Young, de tan peculiar nombre, realiza un buen trabajo, dotando a su papel de la necesaria mezcla de amor y cautela para que no se descubra la tórrida relación que mantenía con “el señorito Paul”, como lo llama su patrón. Josh O’Connor, el “señorito” de marras, está muy de moda, primero con el film de temática gay Tierra de Dios (2017), pero sobre todo con las series Los Durrell y The Crown, interpretando en esta última nada menos que al Príncipe Carlos... Colin Firth y Olivia Colman apenas tienen papel, siendo sus personajes muy secundarios. La gran Glenda Jackson, recuperada para el cine tras dedicarse durante varias décadas a la política, nos trae la melancolía de los papeles que no interpretó durante ese período, de las actuaciones que no veremos ya nunca en las películas que no hizo...

(23-02-2022)


Dirigida por

Género

Nacionalidad

Duración

104'

Año de producción

Trailer

Primavera en Beechwood - by , Sep 21, 2022
2 / 5 stars
El último encuentro de los amantes clandestinos