Pelicula:

Entre 1965 y 1970 en Estados Unidos (y también en el resto del orbe occidental, España incluida) hizo fortuna una serie televisiva en clave de comedia, Superagente 86, creada por Mel Brooks (que luego sería famoso por películas como El jovencito Frankenstein) y Buck Henry (también guionista de las estupendas El graduado y ¿Qué me pasa, doctor?, entre otras) que jugaba con guasa con las claves del cine de espías, subvirtiéndolas y creando situaciones absurdas, entre el humor grouchiano y jerrylewisiano, con dos grandes organismos, Control, trasunto cómico de la CIA, y Kaos, que venía a ser el (o “la”, que nunca quedó demasiado claro el género...) KGB, dos corporaciones públicas y supersecretas pero con una rara capacidad para meter la pata cada dos por tres. El personaje protagonista era Maxwell “Max” Smart, tan imbuido de su papel de espía como dado a cagarla constantemente, a pesar de lo cual, por divertidas carambolas, siempre salía airoso de los embates en los que se metía. Con él aparecían otros personajes igualmente divertidos, como la agente 99 (que llegaba a convertirse en la esposa de Max)  y el Jefe, así llamado, siempre tan cariacontecido.

Aquella serie, que tuvo un gran éxito mundial, y de la que nos quedan expresiones en nuestro habla popular actual como el “zapatófono” (una especie de teléfono móvil antediluviano que usaba Max, instalado en su zapato, nombre que actualmente se atribuye a los móviles grandes y destartalados), tendría varias secuelas en televisión, con sucesivas nuevas temporadas hechas con varios años de diferencia, que ya no tuvieron, ni de lejos, el impacto de la original. También se hicieron algunas secuelas en cine, como El disparatado superagente 86, dirigida por Clive Donner en 1980, que fue un fracaso comercial, y, ya en el siglo XXI, esta Superagente 86 de película (el añadido “de película” es una gracia del distribuidor español...), que funcionó razonablemente bien en taquilla (230 millones de dólares de recaudación mundial, con un presupuesto de 80 millones. Fuente: IMDb).

En la película veremos a Maxwell Smart, analista de la secretísima agencia de espionaje Control, que quiere ser agente de campo, es su sueño. Se presenta al examen para ello pero, aunque lo aprueba, sus superiores deciden no ascenderle porque perderían a su mejor analista. Max, un tanto deprimido por haber perdido su sueño, choca con una chica, que resulta ser (aunque él no lo sabe) la agente 99 de su misma agencia de espías. Poco después las instalaciones de Control son atacadas por agentes enemigos, liándose una buena...

La película está dirigida por Peter Segal, cineasta especializado en el género de la comedia, con algunos títulos populares aunque no demasiado distinguidos, como Agárralo como puedas 33 1/3: el insulto final y 50 primeras citas. Enseguida vemos en el film que los diálogos, abiertamente absurdos, buscan enlazar con la mítica serie, en la que eran ciertamente muy divertidos, a fuer de marcianos. De hecho, incluso se utilizan algunos gags famosos de la serie original, como la famosa campana para hablar de temas secretos, campana que finalmente había que levantar porque no había manera de que los que estaban dentro de ella se enteraran de nada de lo que estaban hablando.

Quizá le falte a esta nueva versión del siglo XXI el sentido del absurdo total del original, ese humor absurdo totalmente pasado de vueltas de la serie primitiva, donde se ponían el mundo por montera y eran capaces de las escenas más disparatadas que imaginarse puedan.

Es cierto que la película es moderadamente divertida, si no fuera porque los que vimos la serie original, ciertamente, echamos en falta la ebriedad creativa de Brooks y Henry. Este Maxwell Smart es también divertido, aunque Steve Carell, que es buen actor y buen cómico, no llegue nunca a la gracia absurda y genial del original Don Adams.

Con una intriga banal, la película juega a fondo la baza de las escenas de acción, hechas con bastante solvencia, aunque conceptualmente nos parece un error, porque el film busca evidentemente reeditar la comicidad de la serie de los años sesenta, y para acción ya hay otros productos.

Por citar algunos gags divertidos, lo haremos con el duelo de parejas de baile, en el que Max tendrá que bailar con una gorda elefantiásica, en un tiempo en el que la corrección política aún no había acabado con el humor transgresor y brutal. Se agradece también la divertida sátira sobre los servicios secretos USA, aquí pintados como unos torpes integrales (bueno, aunque en la vida real, con todos los recursos tecnológicos y económicos habidos y por haber, tardaron 10 años en encontrar a Bin Laden, así que no están demasiado desencaminados en la peli...), o el hecho de pintar al presidente de los Estados Unidos (un James Caan bastante pasado de vueltas) como un bobo absoluto.

Junto a Carell aparecen Anne Hathaway, que ya tenía en su haber un éxito tan popular como El diablo viste de Prada, y un buen elenco de actores (Alan Arkin, Terence Stamp, Bill Murray, el mentado Caan) que generalmente son protagonistas, pero aquí actúan como secundarios, confirmando sus contrastadas dotes para la comedia.  

(14-03-2023)


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110'

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Superagente 86 de película - by , Mar 14, 2024
2 / 5 stars
Falta la ebriedad creativa del original