Estreno en Filmin.
Disponible también en Apple TV, Rakuten y Prime Video.
Richard Linklater se ha hecho un nombre en el cine moderno. Este texano de Houston empezó a hacer cine pronto, en 1985, con solo 25 años, y su fama se cimenta sobre todo en un tríptico, el formado por los films Antes del amanecer (1995), Antes del atardecer (2004) y Antes del anochecer (2013), hechos con los mismos actores, Ethan Hawke y Julie Delpy, sobre el amor pero también sobre la vida y el paso del tiempo. Este último tema será el recurrente en su película más celebrada, Boyhood (2014), filmada a lo largo de 12 años con los mismos actores, viendo crecer a un niño pequeño hasta que alcanza la adolescencia, obra ciertamente prestigiosa que, sin embargo, nos parece un tanto sobrevalorada. Tiene también otras películas apreciables, como la reciente La última bandera (2017).
Pero nos tememos que con esta Dónde estás, Bernadette, Linklater no ha dado en la tecla. La película se ambienta en nuestros días, en principio en Seattle, donde vive una familia compuesta por Elgie, ingeniero informático de primerísima línea que trabaja para Microsoft; Bernadette, que fue arquitecta de prodigioso talento y gran éxito antes de casarse pero que, tras tener a su hija, mudarse a Seattle y sufrir una fuerte decepción con un proyecto muy querido, ha abandonado la profesión; y Bee (sí, como “abeja” en inglés...), quinceañera inteligentísima, muy unida a su madre, menos a su padre, que es el que paga el pato siempre que hay un problema. Bernadette es lo que podríamos llamar una sociópata: se siente mal alternando con otras personas, rehúye siempre cualquier tipo de encuentro que no sea con su marido o su hija, lo que le lleva a situaciones chocantes. Es una misántropa de manual, pero además su conducta empieza a derivar peligrosamente hacia áreas como la paranoia, los TOCs y la psicosis. Tras una metedura de pata colosal por parte de la mujer, que casi deja económicamente en la ruina a la familia, el marido se propone buscar ayuda profesional, pero ello conllevará una reacción imprevista por parte de su mujer...
Linklater parte de la novela Where’d you go, Bernadette, publicada por la escritora (y también guionista y productora) Maria Semple en 2012; Semple, para que nos situemos, es la autora de buena parte de los guiones de Sensación de vivir, el famoso serial televisivo de los años noventa. Pero me temo que Linklater ha cargado mucho la mano en toda la primera parte, en la que nos plantea la historia, con la misántropa haciendo de las suyas, la hija rendida a sus pies y el padre informático que no aparece demasiado por casa. Cuando la adolescente los embosque para ir de vacaciones en Navidades a la Antártida, todo se desencadenará.
El tema de la novela, y de la película, es la imposibilidad de represar el talento de aquellas personas ungidas con el don de la creatividad. Ese represamiento, esa forma de autorrepresión (porque en puridad nadie impedía a Bernadette ejercer la arquitectura, no estamos ante una imposición marital, como hubiera sido corriente hace años, pero no tanto, afortunadamente, ahora), devendrá en una suerte de incapacidad para la sociabilidad tan peligrosa para la propia persona como para los demás. Pero Linklater gasta casi una hora en que nos enteremos de que el personaje de Bernadette es lo que llamamos en mi tierra un cardo borriquero, un puerco espín, alguien sin capacidad alguna para empatizar con el prójimo. Esa hora que se hace interminable, con las largas chácharas de la protagonista, bien a sus escasos interlocutores aceptados (marido, hija, antiguos profes, y, cuando no tiene más remedio, las que ella llama “moscones”, que son las madres de los condiscípulos de su niña) por fin llega al punto álgido, la desaparición (no destripamos nada: está en el título), aunque la publicidad parece que intenta hacer creer que estamos ante una especie de thriller, un “dónde-está” que, realmente, no es así.
La segunda parte mejora algo, aunque las trapisondas de Bernadette en la Antártida y sus pequeñas y sonrojantes trampas para conseguir lo que quiere resultan de una ingenuidad rayana en la simpleza. Hay en el film, desde luego, algunos apuntes interesantes, como un acre retrato de la mediocre vida de la alta sociedad yanqui, pero también, aunque creo que no es la intención de Linklater, un zurriagazo sin pretenderlo a esta familia protagonista que parece pluscuamperfecta: altísimo nivel intelectual de los tres componentes, muy elevados ingresos que les permite cualquier capricho o gasto, por costoso que sea, una vida supuestamente ideal que, claro está, no lo es tanto... Pero no es suficiente, nos tememos, para enderezar un proyecto que nos parece fallido.
Así las cosas, nos tememos que Dónde estás, Bernadette es un tropiezo en la carrera de Linklater, un director, guionista y productor que, ciertamente, goza de predicamento en Hollywood y, de vez en cuando, nos sorprende con algo interesante. No ha sido el caso esta vez.
Cate Blanchett está muy en plan estrella. Ella es muy, muy buena, y lo sabe, así que su Bernadette se pasa tres pueblos con sus neuras, sus morisquetas, sus engolamientos de voz... la verdad, preferimos a una Blanchett más moderada, más hacia adentro (lo que ella hace formidablemente) antes que a esta Blanchett más dada a los fuegos artificiales. Como suele suceder en las pelis de Richard, hay un buen plantel de actores de relieve con pequeños papeles: Laurence Fishburne, David Paymer, Judy Greer, Steve Zahn... que dan grosor y empaque a una peli por lo demás irreprochablemente filmada.
(14-07-2020)
109'